L de M. 2.- Amor de Sangre

+ LdeM 1.- DESHIELO DE AMOR. LdeM 3.- LA COSA ESA DEL DEMONIO+ Wordpress: http://bit.ly/5N8MBQ+ Twitter: http://twitter.com/LetrasdeMujerMARIZA RIVERA GODINEZ, México, D.F., 1952.- Mariza es una Escritora completa, que se ha revelado en RETOS FEMENINOS. Es Química de profesión, con carrera trunca en Psicología y autodidacta en Teología y en Filosofía. Libre, totalmente libre, sostiene que Escribir es su Paraíso particular. Mariza tiene un hijo y una hija. Del primero, es abuela de dos nietas. Enviudó muy joven y a los 27 años emigró del DF a Guadalajara. Bajo el seudónimo de Maya, en AFLORA LA ESCRITORA QUE LLEVAS DENTRO participó con Pérdidas y Hallazgos, La Sentencia, Agridulce y Saborear al Viento, todos excelentes. Ahora no nos sorprende, se reafirma como lo que es: Una Escritora de verdad. Amor de Sangre es una narrativa costumbrista muy bien escrita, una historia de pueblo, de sentimientos y cruel verdad, de confidencias y honor, de amor de sangre... Leamos:AMOR DE SANGREMariza Rivera GodínezYa llegué Charal, sí, ya es tarde, pero tuve mucho trajín y vengo fatigado, deja te cuento:Deatiro ya no soy el mismo de antes, las fuerzas se me escapan en casi cualquier cosa, el vecino dice que estoy muy acabado y me aconseja ir al doctor, ¿pa qué? Si esto no se cura con medicinas; sólo yo sé como ando, a Dios Gracias alcancé a terminar todos los pendientes. Deja me siento, mientras acabo lo que sobra de esta vieja botella, hay algo importante que hacer, después de pensar mucho he decidido que es lo único que nos queda, ya está resuelto.No me mires así. Está decidido y no hay vuelta pa tras, mejor ponme atención:Cerré temprano el puesto y le encargué al ahijado que lo atienda por unos meses; ya ves que es trabajador y está juntando pa su casorio, le vamos a procurar un buen regalo.Luego fui con doña Concha a comer algo y hablamos del dinero que ocupa pa arreglar su fonda, le presté los ochocientos pesos que me había pedido. Entonces arranqué pa la iglesia, mandé decir unas misas, por cierto, me las cobraron más caras quesque por ser de última hora y en domingo La Misa de Diez, sale al doble. Te digo, todo es un pinche negocio. Pero no regatié nada, les pagué todito, ¡no se nos vaya a quedar sin comer el Señor Cura.... ¡capaz que enflaca el pobre gordo!Me encaminé a la casa de mi compadre Chencho, no estaba su mujer, La Lupe, sólo mis tres ahijados. Nos apalabramos pa cerrrar el trato, le dejé mi troca con los papeles en regla, se apenó quesque porque no tenía nada pa darme de “entre”, le dije que eso ni importa, ya no la ocupo, nunca voy a ningún lado y él, ora va a vender hasta el Pueblo Grande, y con tanto chiquillo pos le sirve más que a mi.Mi compa quedó muy agradecido, dijo que me abonará lo que pueda cada mes, no corre prisa, le dije que lo tome con tiento, paso a paso, y el día menos pensado se acabará la deuda ¿no te parece Charal? Yo sé que a ti te da gusto porque no eres envidioso, como los otros del pueblo, esos, hasta lo que no se comen les hace daño.Bajé la vereda, despacio, todo esta floriando, y el aire es fresco, pero aún así no dejo de sentir apretujada el alma. Llegué hasta el dispensario, les avise que se dejen venir la otra semana pa qué se lleven la ropa, los muebles y esas cosas que ahí nomás están entilichándonos y nadie ocupa, la doctora y el maestro quedaron de venir por todo.Fui a la presidencia con el Licenciado Robles, ya tenía listos los papeles que le pedí desde el cumpleaños de Rosita. Es un escrito apreviniendo pa cuando nos llegue a caer la muerte, sí, sí Charal, de esa guadaña nadie se escapa. Entonces pos más vale que la casa sea del asilo pa los pobres, ¿No crees tú?, ya había hecho mucha desidia y por esto o lo otro no pasaba a firmarlo pero ya me quité de encima esos apuros…Al final me desencaminé allá pa la cantina, pa saludar a todos, hasta les invité un trago, nomás uno, luego se encajan y tampoco esta uno pa mantener borrachos.Pero nada, nada me puede quitar esta tristeza que cargo adentro, es como un mecate que va apretando más y más, por ahí dicen que un secreto te puede ahogar, y lo que traigo adentro, de veras me quita el resuello, ya es tiempo de descargar este peso.¡Ay Charal! Bendito Dios no puedes hablar, por eso será que me gusta tanto platicar contigo. Tu pura mirada lo dice todo, tú sí comprendes, por eso siempre has sido mi mejor amigo. En tus ojos uno encuentra paz. A lo macho, Charal, te estimo mucho, eres mi mejor amigo y espero que nunca te vayas a enojar, eres lo único que me queda.Hay cosas que no sabes, pasaron antes de llegar tú aquí, sí, mucho antes de que nacieras, con toda seguridad.Hace veinte y cinco años Rosita era la niña más rechula de todo el pueblo, teníamos diez y seis años, habíamos crecido casi vecinos, ella vivía a un lado del puente, yo más arriba, en la orilla del jaral, siempre desde muy niños nos gustaba jugar y andábamos juntos pa todos lados, fuimos los mejores amigos, con el tiempo, el cariño prendió más y empezamos a noviar, éramos tal para cual, y aunque su familia no estuvo muy conforme, nos casamos de veinte años, por todas las leyes..Mi Rosita… mi linda chaparrita, bien formada, de piel suave y morena, con cabello largo y oloroso a flores, una sonrisa iluminando siempre su cara y unos ojazos que nomás de mirarme me volvían loco. Todo en ella me prendía, nos gustaba, tomados de la mano, sentarnos a divisar el atardecer a orillas de la laguna, siempre platicábamos largo y sabroso, ella era alegre pero respetuosa y se daba a respetar, pocas veces llegamos a tener alguna diferencia, pero cuando uno está enamorado, pos ellas salen siempre ganando, y hay que hacer lo que sea por incontentarlas y ni modo de no darles la razón, sobretodo a mi Rosita…. Ella siempre me volvía loco, a su lado me hervía la sangre y las ansias de tenerla.Te he de confesar que yo traté a otras muchachas, de esas más divertidas y jaladoras pero no me convencieron nunca, las sentía vacías, sólo me dejaban como un hueco en el alma y muchos entripados, eran chismosas y convenencieras.Entre mi Chaparrita y yo todo era diferente, nos entendíamos en todo, casi nos adivinábamos el pensamiento. Ya de casados sólo con ella pude dar rienda suelta a mi pasión, entregándome por entero, sin desconfianza, ella me hacía sentir que ardíamos juntos con el mismo fuego y prendidos descubrimos los recovecos más secretos del amor a donde nos llevara el arrebato nos dejábamos ir pa saciar el apetito, era como la fiebre, un delirio.Nos comprendíamos como si fuéramos uno solo. Yo me ocupaba de verla feliz, pienso que de a de veras me quiso tanto como yo a ella; si no, pos no se hubiera matrimoniado conmigo ¿No crees tú Charal?Sí. Fuimos felices, ella cantaba y reía todo el día, me atendía bien y me ayudaba a veces en el puesto del mercado, por las tardes, íbamos a la plaza a dar la vuelta y todos los domingos eran de fiesta, siempre salíamos al campo, o a cualquier feria a divertirnos.Como a los tres o cuatro años de casados, buscamos los hijos, porque no llegaban, aunque el doctor había dicho que todo estaba bien. Por eso fuimos hasta la Cabecera Municipal, a los tratamientos que no sirvieron pa nada. La comadre Lucha nos llevó a Sabe dónde, quesque con un Brujo; tomamos cuanto remedio nos decían, hasta que dos años después, ella solita decidió que ya no había que buscar lo que no era voluntad de Dios mandarnos.Por ese tiempo compramos la troca y resolvimos vivir la vida nosotros dos, solos, pero juntos y contentos… Eso fue lo mejor, desde entonces ella vivía para mi, yo le correspondía con toda mi pasión, disfrutábamos nuestro amor, paseamos mucho, íbamos a los bailes y a las serenatas como par de tórtolos, y sólo con ella yo me sentía feliz.Unos años después llegaste tú, Charal, cuando se volteó aquel autobús y salvaste su vida, llevando a los rescatistas hasta la zanja donde ella, quien sabe cómo había caído, que ni se veía, gracias a ti la sacaron y la atendieron pronto. De ahí le resultó la diabetes, yo creo del susto, pero no pasó a mayores. Si algo tuvo de bueno, fue que empezaste a vivir con nosotros.¿Te acuerdas Charal cuánto te quería? diario contenta y cariñosa como era, nomás te andaba chiquiando, yo también te acepté de buen agrado, ocupaste el lugar de aquel hijo que nunca pudimos tener, entonces ya éramos tres jalando pa todos lados.Sí, sé bien que tú la extrañas tanto como yo, pero ni modo, dicen por ahí que la felicidad no es pa siempre, y un día se nos acabó todo…La mala suerte se metió a la casa, sin darnos cuenta, como la humedad y lo peor fue que la alcanzó a ella. ¡Eso me da un coraje! ¿Por qué demonios no me tocó a mí?De repente, un día empezó a sentirse mal, primero los remedios caseros que no le hacían provecho, luego fuimos con el médico, pero tampoco se mejoraba.Recorrimos cuanto doctor nos recomendaron, fuimos hasta la Capital, pa mala suerte allá en Guadalajara llegamos a casa de una parienta de su tía abuela que estaba muy enferma y por tal, se le ocurrió a la viejaza decirle a mi Rosita que no tuvimos hijos y ella estaba enferma quesque porque Dios nos estaba castigando por vivir en el pecado ya que nosotros éramos medios hermanos. ¡Si, hermanos de sangre!, resultó que nos había engendrado el mismo hombre, dijo la desgraciada tía ¿puedes tú creerlo, Charal? La infeliz mujer nos acusó que de incesto. ¡Mal haya la hora en que abrió el hocico! No más pa tirar veneno, ¿pa que tenía que decir eso? ¿Qué ganaba? Dijo que sólo mi madre y ella sabían tal secreto; nomás lo recuerdo y ¡me da una rabia! , en mala hora vino a confesar la maldita viejaza.Rosita se angustió tanto… eso la puso pior, yo le decía que no hiciera caso, seguro eran desvaríos, la mujer ya ni sabía lo que hablaba. Hay ancianos que se vuelven medio locos, o les da por inventar infundios.Pero la duda mata y la tortura de la culpa desgarra más. Ella vivía en un infierno, lloraba nuestro amor y sufría por el deseo, si, por más que lo ocultara yo me daba cuenta, me deseaba igual que yo, ella temblaba de amor, al roce de los cuerpos, le sentía hervir la sangre como a mi y se le rasaban los ojos de lágrimas, no me dejaba abrazarla, se salía al corredor y sufríamos juntos esa separación, ardiendo en las brasas del deseo.Pa colmo de males, después de casi un mes de tanto análisis, resultaron los estudios conque tenía cáncer, dijo el doctor quesque era de los peores, del fulminante, ya nada se podía hacer, me dio papeles, radiografías, varias recetas, mucha medicina y nos regresamos pa acá, pa la casa.Le dije a mi Rosita que era un tratamiento y en dos o tres meses íbamos a volver pa ver como iba respondiendo su estómago.Cuando llegamos a la casa, era muy tarde, la desgracia la había marcado pa siempre, porque ella, más que la salud, había perdido el sosiego del alma y eso, eso no se recupera nunca Charal. Estoy seguro que murió del puro dolor de no poder amarnos.Más fuerte que su enfermedad fue enterarse de aquel infame secreto, pa ella fue un duro golpe, y ni cómo desmentirlo. Mi madre era hija única y murió cuando yo nací. Nunca conocí familia, me crié gracias a Doña Inés, que siendo solterona se hizo cargo de mi cuidado, dándome además de casa y escuela, el poco cariño de mi niñez. Inesita me enseñó a ser hombre trabajador y de palabra, yo le prometí no ser vicioso y siempre la ayudé, hasta el día de su muerte, justo un día antes de cumplir yo los dieciocho años, desde entonces me quedé solo en esta casa y seguí trabajando el puesto por mi cuenta.Diario le decía a mí Rosita: no te apures por aquello, de seguro que ni es cierto, estate serena y no llores por eso. Claro que no vivimos en pecado, nosotros que íbamos a saber de eso, tu padre murió cuando éramos muy chiquillos, y nuestro amor se fue dando poco a poco, de manera limpia; y nos casamos derecho, por la Ley de Dios, es mejor olvidar eso y no comentarlo con nadie, ya ves como son en el pueblo, nomás mancharíamos la memoria de los muertos y haríamos sufrir a tu anciana madre, que mal que bien, vive tranquila.¿Cómo iba a ser justo que Dios nos castigara por algo que ni sabíamos, y ni teníamos la menor idea? Pero el daño estaba hecho, ese maldito secreto fue carcomiendo la felicidad de esta casa, como un manto de salitre fue desmoronando por dentro nuestras vidas.Cuando la miraba regresar triste de la iglesia, de la pura muina hasta me daba gusto que ya se hubiera muerto aquella vieja parienta, porque si no, seguro que yo la hubiera matado, por andar de habladora y hacer sufrir a mi Rosita que cada día se consumía más y más, se me iba como el agua entre las manos, sin remedio…Por entonces todo se nos iba en doctores, medicinas y dolores.Resistió casi tres meses, cayó en cama el último mes, ya no quería comer nada, yo le hacía su atole blanco, lo único que aceptaba. Le daba una vuelta a media mañana, pa bañarla, la vestía, le arreglaba sus plantas, nunca faltaron flores a su lado. Luego venía a la hora de comer y la sacaba un rato al sol, me sentaba con ella a rogarle que tomara la fórmula que le recetaron. Le decía: “Ándale mi Rosita, tómatelo, imagínate que es uno de tus sabrosos caldos, cierra los ojos y pásatelo pronto, pórtate bien y te vas a componer”.A veces ha de haber sido tanto su dolor que no podía ni sonreírse conmigo.Ella me atendió veinte años Charal, yo sólo pude atenderla bien a bien un mes; por las tardes le tomaba las manos hasta que se dormía, aprendí a inyectarla pa calmar sus dolores y cuando se despertaba y no se sentía tan mal, platicábamos mucho, recordando todo lo bueno de nuestra vida. Los veinte años de matrimonio y pasión que todavía nos parecían muy pocos.Un día me dijo: Martín, ya hemos platicado mucho, me siento muy cansada, pero estoy contenta ¿Cuántas inyecciones para el dolor me quedan? Le contesté: quedan siete, pero el lunes iré al doctor por más. ¡No!, no vas a ir, dijo, acércate: quiero pedirte que me las pongas juntas, de un solo jalón, para poder dormir de filo y no despertar, ya quiero descansar, prométeme que te vas a quedar aquí durmiendo a mi lado y que no me vas a volver a despertar por nada, ¡Prométemelo!Me lo pidió derecho, mirándome fijo, con esos ojazos profundos a los que yo no pude nunca negarles nada. ¡No me mires así Charal!, claro que se lo prometí luego luego y lo hice pa pronto.No tenía por que pensarlo, le di un beso largo y le dije: Rosita, te quiero, sabes que siempre voy a hacer lo que me pidas, yo te seguiré queriendo toda mi vida y si hay algo más allá, pos allá también te voy a querer, porque eres lo único que me importa.Enseguida le inyecté tres ampolletas juntas, después otras tres, aguantándome las lágrimas a lo macho, y portándome como el hombre que ella quería, empecé a decirle cosas bonitas mientras la acariciaba, luego cuando se durmió, fui a enterrar los frascos de las ampolletas en diferentes macetas, arreglé un poco, como pude, las cosas de la casa, porque ella siempre le gustó tener la casa bonita pa nosotros, ¿Te acuerdas?. Luego me acosté junto a ella, entonces si lloré, Charal, como nunca había llorado, con un dolor que de a de veras me partía por dentro, era como si mi propia alma se desgarrara a borbotones por dentro, como si mi ser se estuviera yendo pa siempre y la rabia de no poder salvarla me quemaba el cuerpo; claro que lloré, sí, pos lloré porque la quería mucho y no me resignaba a perderla… ni entonces ni ahora.Al día siguiente no fui al puesto, quise quedarme a su lado, prendí el radio y le canté bajito todas las canciones que le gustaban, de pronto me parecía como que trataba de sonreírme, allá, muy adentro de su sueño, estaba más que dormida como desmadejada, hasta que a media tarde empezó con los estertores de la muerte, yo a su lado, consolándola, hasta que ya pasada la media noche, su cabeza cayó de lado, me quedé quietecito nomás mirándola fijamente le repetía al oído que la amaba tanto, tanto, hasta que dejó de respirar, yo la besaba, luego la abracé muy fuerte, pa darle el calor de mi cuerpo, de pronto me afiguraba como que sí respiraba, luego la miraba bien y no. Hasta le puse un espejo frente a la boca, pero ya estaba muerta. Me quedé ahí con ella en la cama abrazando su cuerpo, y al cantar el gallo, me levanté y fui por el doctor, así fue todo Charal, a nadie se lo había dicho, pero tú sí mereces saber mis secretos.¡Hay Charal!, qué dura ha sido la vida desde entonces, no sé como pasó todo, regresamos del panteón sólo porque no podíamos seguir allá, Después la eternidad de estos malditos meses, sin saber qué hacer ni pa donde ir, ni con quien voltear, todo parece borroso, vivimos en esta tristeza como en un pozo sin salida, parezco alma en pena, sin encontrar mi lugar. Día a día hago a lo macho el esfuerzo de levantarme a trabajar y luego pienso ¿ya pa qué? ¿Qué caso tiene ganar dinero y juntarlo, si no tengo con quien disfrutarlo?Arreglo cuando puedo la casa, sobre todo sus plantas, ya ves que eso era lo que más le gustaba, no he podido mover nada de sus cosas, las miro tal como ella las dejó y pienso que anda por aquí su espíritu, con nosotros, acompañándonos todavía.Nada me sabe, ni me gusta, no puedo hallar paz ni gozo con nada, siento que este pueblo nos apresa. Cada pedazo de tierra me la recuerda, me da muina que la gente me platique de ella, siento como si los desgraciados me tuvieran lástima, más bien creo que les ha de dar gusto porque siempre nos tuvieron mucha envidia, estoy harto de todos, cansado de esto.Por eso, hoy todo va a cambiar, no me mires así Charal, es lo mejor pa nosotros ya lo resolví, por mi bien y por el tuyo, nada me importa lo que digan lo demás, pero quisiera que estuvieras conforme conmigo, ya tengo dos o tres meses dándole vuelta en la cabeza a esta idea, es lo que más nos conviene. No quiero saber más, que si es malo o no, quesque si es pecado o no, pos no sé, ni me importa,.. Ya nada me puede importar.¿Qué saben los demás lo que yo siento? ¿Quién entiende nuestra soledad? Nadie Charal, sólo el que carga el costal sabe lo que trái adentro...Además, ¿Quién tiene derecho de juzgarnos?, si acaso Dios, y digo si acaso, porque ni de eso estamos seguros, ¿Quién te da garantía de que Dios está más allá de la muerte ¿Qué tal que no exista nada? ¿Qué tal que sólo somos como las ovejas de un pastor, y el dueño tiene otras cosas más importantes de qué ocuparse que de las tristezas o angustias de sus animales?, ¿no crees tu Charal? ¿Por qué no? La verdad nadie sabe bien a bien que hay después de la muerte.A veces me pregunto si es que Dios hubiera podido castigarnos por lo que otro hizo, si todo lo sabe, si todo lo ve, ¿Por qué permite tanta desgracia? No puedo entender a Dios.¿Ves Charal? Ya estoy diciendo tonteras, Dale gracias a Dios que no hablas, así no puedes decir tanta tarugada como las que se le ocurren a uno.De repente, pienso que tal vez si éramos medios hermanos, si no ¿cómo te explicas que nos entendiéramos tanto?, nos gustaba casi lo mismo, no necesitábamos ni hablar pa saber lo que el otro quería, nos presentíamos, de veras que parecíamos uno solo, sin envidias, sin ventajas, en todo éramos bien derechos y nos queríamos tanto con una confianza muy difícil de explicar…Porque estoy bien seguro que la quise de todas las formas posibles, como amiga, compañera, amante, mujer, y por qué no?, también como hermana, con ese amor incondicional y desinteresado que se ha de sentir cuando se quiere a los que llevan tu misma sangre, bueno, me imagino, porque yo nunca conocí parientes. Pero luego prefiero no pensar en eso, porque al final no hay nada que me impida seguir amándola y deseándola como siempre la ansié y estoy seguro que eso no cambiaría ni siquiera por ser hermanos. Nunca dejé de sentir arder mi sangre al tenerla cerca.¿Sabes Charal? lo único que me gustaría ver es la cara que van a poner mañana, cuando la misa de diez se diga por la intención de Rosita Juárez, Martín Herrera y El Charal, que por cierto, ni te dije lo rejego que se me puso el Cura contigo, quesque porque no eras cristiano, yo le dije que tú eras mejor que muchos, que tú al menos no ofendías a Dios, ni al prójimo.Luego dijo quesque no estabas bautizado, yo le alegué que ¿cómo sabía?, que no se asegura lo que no se sabe, y ¿qué tal que si? que estuvieras y no supiéramos?, luego le recordé que él dice que todo es creación de Dios, y que todos somos hermanos, que eso hasta lo decía San Francisco, ahí ya no pudo rezongarme nada, además, de tarugo iba a dejar ir el dinero de tu misa.¿no crees tú?Así son las cosas Charal, bien reza el dicho “con dinero baila el perro”.Ya me los imagino, mañana en la iglesia, disimulados, volteando pa todos lados, cuchicheando, buscándonos y luego que se acabe la misa, los metiches que no faltan, encabezados por las chismosas de la vela perpetua, viniendo pa acá, pa la casa, quesque a saludarme porque mi Rosita cumple el primer año de muerta.Si Charal, van a venir, te lo aseguro porque los conozco bien y van a encontrar la puerta abierta, ya parece que los oigo:“¡Ave María Santísima!, Martín y su perro, El Charal, están muertos de un tiro cada uno”
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Comentarios

  • Me gusto mucho, me atrapo la historia, no pude dejar de leer!!! Espero tu proxima historia. Un saludo!!
  • Mariza: ya te leí, un texto que habla de amor, entrega y fidelidad, que resultaron primos, así es la vida. Hay narrativa en todo el texto, fluye bien y podrías escribir novela. Esta voz costumbrista no te la conocía, tal vez depurando algunas palabras lo haga más fluído. Siento que debió haber haber alguna pequeña pista para que se sustente que el Charal es un perro porque si no puede ser un perico o un gato. Que al lector no hay que darle todo, pero tampoco lo contrario, decía un maestro. Me gustó como planea la muerte, desde regalar las cosas y ordenar la misma, hay humor, el humor me parece muy importante en estos personajes, porque así es el pueblo. De lo tuyo me ha gustado más Agridulce, en fin lo bueno que escribes de todo.
  • Mariza:
  • Maya:
    De todos tus trabajos este es mi favorito. Me encanto la forma de tu narracion, el descenlace que nadie esperaba, el lenguaje tan coloquial y simple del protagonista.
    Sobre todo el tema que pocos se atreven a abordar.
    Estupendo trabajo!!!
    Felicidades Maritza
    bye :)
  • Así es el verdadero amor y lo que leí me fascin´´o, simplemente me provocaste una serie de emociones que no puedo describir.
    Un millón de gracias por este excelente trabajo.
  • Lo bueno es que triunfó el amor por sobre todas las cosas
    Lo malo es que es cierto que los hijos nacen torcidos cuando se unen siendo parientes
    Lo feo es que se la creyó que eran parientes
    Lo mejor es ue es una linda historia que despierta emociones: Tristeza, lágrimas, esperanza.
    Felicidades.
  • Felicidades Mariza!. Una hermosa historia de amor como seguramente hay muchas. Me encantó de principio a fin, me hizo pasar por todas las emociones, y vivir junto a los protagonistas su amor y su dolor.

    De verdad muchas, muchísimas felicidades.

    Un abrazo
  • Mariza... me gusto tu historia... me llevaste me sacaste lagrimas y casi los ojos por que sabia si seguir leyendo me encanto la verdad.... me imaginaba el lugar cuando se acuesta con ella y le inyecta y ese amor incondicional que me transmitiste... gracias por este cuento , mito o realidad.. me encanto
    annika
  • Buena historia.
    Es una verdadera fotografía narrativa de la vida de provincia. Quienes hemos vivido en un pueblo y convivido con estas valiosísimas personas los rememoramos de imnediato.
    El tema del matrimonio entre primos es mucho más frecuente de lo que imaginamos.

    Siguiendo las indicaciones de Memo, tenemos que ser analíticas.

    Solo me pareció muy larga la explicación de tanto sufrimiento de Rosita.. Estoy de acuerdo con Ana Kennia, si en lugar de hacerlo largo lo haces más dramático... sería interesante y quizás sea un buen ejercicio experimentarlo. Pero definitivamente es tu privilegio porque la autora eres tú.

    Con todo el respeto y admiración que merece tu trabajo.

    Marina
  • Pd.

    LO DEL PERRO FUE UN DETALLAZO, ESO A MI NUNCA SE ME HUBIERA OCURRIDO...
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