"El inocente es el más peligroso. El inocente tiene la rabia más grande y actúa de manera más destructiva en una relación, porque se siente justificado. Así, pierde la medida. El culpable, en cambio, está antes dispuesto a ceder y reparar. Por regla general, la reconciliación no fracasa por el culpable, sino por el inocente. ¿Podemos dejarlo así?"BERT HELLINGER, Órdenes del amor. Cursos seleccionados de Bert Hellinger, Ed. Herder 2001.
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