Hoy deseo compartir con ustedes, otra de las mujeres que también con su presencia impactaron a toda la audiencia que estaba presente en la mesa sobre la violencia contra las niñas, en el Congreso Mundo de Mujeres, celebrado en la Universidad Complutense de Madrid.Una hindú, Deepa Mehta, que nació en 1950 en Amritsar, que quiere decir El Estanque del Néctar de la Inmortalidad, es una ciudad del estado de Panyab, en la India. Fue fundada en 1577 y es el centro de una de las religiones practicadas en la India, el sikhismo.Filósofa egresada de la Universidad de Delhi, posteriormente en 1973, emigra a Canadá, donde actualmente vive. Se desarrolla profesionalmente como guionista y desde 1991, sus guiones de películas han impactado al mundo, es muy conocida por su trilogía fílmica en los elementos “Fuego”(1996), “Tierra” (1998) y “Agua” (2005).Las cifras que conocemos a diario sobre la exclusión de las mujeres como miembros activos de una sociedad, lo dejan a uno, en especial a una como mujer: sin fuerzas. “Es difícil comprender en qué momento de la historia se decidió que las mujeres seríamos disminuidas por los hombres”. Es extraño pero en la mayoría de culturas, contemporáneas o no, las mujeres no cumplen roles importantes más allá de la maternidad y el hogar. ¿Cómo fue que llegamos a esto? ¿Quién promulgó la ley de que en la familia el hombre es más importante que la mujer?En el Congreso se proyectó, la película agua y cuando la vi, sentí como un descanso, me dije: yo vivo en un país en donde la inseguridad se ha vuelto un problema social muy grande, donde los ciudadanos le gritan a los que están en el poder: “Si no pueden renuncien”, los secuestros están en los más débiles: los hijos; existen ciudades del norte, donde vas caminando y puedes sufrir por una ráfaga de metralleta, donde la libertad no te pertenece y te es arrebatada en cualquier momento. Sin embargo, desde los veintiún años, que salí de Ciudad Juárez, he decidido qué hacer con mi vida siempre, quizás no he alcanzado todos mis sueños, más hasta el momento nadie me ha impedido soñarlos y tratar de conquistarlos. En cambio en muchos países las niñas no tienen elección, es como si nacieran secuestradas, no pueden estudiar, no eligen a quien amar, no pueden sentir placer, no pueden votar, no pueden vivir y su existencia a nadie importa.Yo las invito para que vean la película water,(agua), se desarrolla a orillas del río Ganges, el cual tiene un significado especial para la cultural hindú, debido a que se considera un lugar sagrado donde se lavan los “pecados” y simultáneamente se convierte en un cementerio acuático, en donde se albergan las cenizas de sus difuntos. Es así que el agua adquiere un significado místico y un estandarte de religiosidad.En el código de Manú se habla de las funciones y deberes sociales: de las mujeres y señala que cuando muere un hombre, su mujer (que puede ser una niña menor de 8 años) tendrá que elegir alguna de las siguientes opciones: primera, consiste en morir junto a su marido, en el crematorio. La segunda, depende de la decisión de la familia del esposo, la cual deberá permitir que la viuda se case con el hermano menor, y la tercera opción es la de vivir en la casa o ashram de las viudas en condiciones miserables. La película gira en torno a ésta última alternativa, y las tradiciones que marcan el destino de las viudas, se desarrolla en 1938, cuando el país era todavía una colonia británica, y se encontraba en pleno movimiento de liberación con Mahatma Gandhi al frente.La protagonista principal es una niña de ocho años llamada Chuyia, a quien la casan con un hombre moribundo que fallece la misma noche de la boda. Al quedarse viuda, su destino es ingresar en una ashram. La historia se inicia con algunos acercamientos al rostro de Chuyia, para indicarnos que es sólo una infante, quien no comprende por qué es llevada por su padre a una casa de mujeres rapadas y despojadas de adornos en sus cuerpos. Es así como el lenguaje no verbal de la cámara nos conduce a un ritual milenario, y nos presenta el proceso en el que su padre le corta el pelo a Chuyia y posteriormente utiliza una navaja para despojarla de gran parte de su atractivo femenino. Su rostro refleja la angustia, la tristeza de una niña, su infancia esta siendo arrebatada, cuyo único deseo es permanecer entre los suyos.Este inicio nos conecta de manera natural con Chuyia, y junto con ella, vamos descubriendo lo que implica ser viuda, connotación que la ubica en un lugar que reprime todos los deseos, sin importar la edad. A pesar de ello, hay un respiro para Chuyia y todas las viudas del ashram participan en el festival Holi, en la que se dejan a un lado las ataduras que reprimen, y la algarabía manifiesta en los cuerpos pintados con diversos colores, es un acercamiento a la India milenaria. Tanto la fotografía como la música típica nos invitan a disfrutar junto con esta pequeña, la fiesta, que libera los cuerpos atados a una tradición.Para ellas el mojarse, con el agua de la lluvia es un símbolo de júbilo. Esto se presenta en una escena, donde Chuyia juega con Kalyani, una joven viuda quién forma parte de los personajes principales. Kalyani, si luce su feminidad através de una cabellera larga, y esto se debe a que es obligada a ejercer la prostitución, con la cual recaba fondos o recursos destinados a la viuda mayor del ashram y de donde todas las demás se mantienen, por lo que con su silencio, mantienen la tradición de prostituir a las más jóvenes.Como todo argumento, hay un nudo en la historia. Esta historia si hubiera sido escrita por un norteamericano tendría un final feliz, al estilo hollywoodense, sin embargo, la mirada aguda y crítica de esta gran mujer Deepa Mehta le permite privilegiar la denuncia, ya que dicho por ella misma: “en la actualidad todavía perdura dicha tradición” lo que se hace explícito al final de la película con la siguiente nota: “Hay más de 34 millones de viudas en la India según el censo del 2001.La niñez y la juventud de las mujeres son negadas como la concebimos en la cultura occidental, como una etapa moratoria y de transición. Es aquí en donde el género, categoría que se construye a partir de un imaginario cultural, estructura las relaciones desiguales entre hombres y mujeres. La denuncia valiente de Deepa Mehta, hacia el fundamentalismo hindú, en pleno siglo XXI, resulta una llamada de atención a los derechos humanos fundamentales dirigidos primordialmente a las mujeres actuales.Ojala vean la película e inviten a más gente a verla. Quizás nosotras no podamos cambiar el destino de esas mujeres, más sí podemos aprender de ellas cómo valorar a las que tenemos cerca, nuestras próximas y próximos.Gracias por compartir conmigo este despertar nuestra conciencia femenia
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Mil gracias Laura Eugenia... con respecto a lo que me pides que recuerde.... creo que es parte de una frase que pusieron cuando me propusieron para el galardon y tambien esta en la revista de retos femeninos...es asi?
Te envio un cordial saludo. Margarita.
Hola Margarita:
Que certero y claro es lo que escribiste, me gustó mucho el contexto en que lo planteas y la verdad de fondo que encierra.
Ciertamente, las mujeres mexicanas tenemos el enorme privilegio de ejercer el derecho humano fundamental de ser personas. Nadie nos niega la posibilidad de soñar y ejercer nuestro derecho de trabajar por lograr nuestros sueños. El único freno que tenemos es el que cada una de nosotras quiera imponerse producto de una educación "conservadora y de sumisión" de las que muchas se niegan a salir y de una "cultura machista" (que una gran cantidad de mujeres fomentan) a veces por ignorancia y porque muchas veces también es más "facil" asumir y aceptar el maltrato para no enfrentar la vida con valor.
Hace unos meses tuve la oportunidad de ver la película "agua" y me impactó profundamente.... la he recomendado como no tienes idea.... y fue lección obligada para mis hijas el verla y comentarla.
Muy interesante lo que dices Margarita, muchas gracias por recordarnos cuestiones tan importantes, como siempre nos das luz y brillo en la oscuridad (recuerdas?)
Recibe todo mi afecto.
Respetuosamente
Laua Eugenia
Hola este articulo es muy interesante, ojala que las futuras generaciones y la actual abran sus ojos y podamos salvarlas,somos seres humanos que pensamos y sentimos al igual que el hombre y no se en que momento se le dio poder a ellos sobre nosostras las mujeres pero eso ya BASTA estamos solo pedimos no pertenecer a nadie tener derecho de expresar y de decidir nuestra propia vida sin ser sometidas o dirijidas por alguien
Comentarios
Te envio un cordial saludo. Margarita.
Que certero y claro es lo que escribiste, me gustó mucho el contexto en que lo planteas y la verdad de fondo que encierra.
Ciertamente, las mujeres mexicanas tenemos el enorme privilegio de ejercer el derecho humano fundamental de ser personas. Nadie nos niega la posibilidad de soñar y ejercer nuestro derecho de trabajar por lograr nuestros sueños. El único freno que tenemos es el que cada una de nosotras quiera imponerse producto de una educación "conservadora y de sumisión" de las que muchas se niegan a salir y de una "cultura machista" (que una gran cantidad de mujeres fomentan) a veces por ignorancia y porque muchas veces también es más "facil" asumir y aceptar el maltrato para no enfrentar la vida con valor.
Hace unos meses tuve la oportunidad de ver la película "agua" y me impactó profundamente.... la he recomendado como no tienes idea.... y fue lección obligada para mis hijas el verla y comentarla.
Muy interesante lo que dices Margarita, muchas gracias por recordarnos cuestiones tan importantes, como siempre nos das luz y brillo en la oscuridad (recuerdas?)
Recibe todo mi afecto.
Respetuosamente
Laua Eugenia