¿Te has preguntado porque nos gustan tanto los rituales y las tradiciones? Vamos a platicar el por qué.
Los rituales marcan algunos de los momentos más importantes de nuestras vidas, desde cuestiones personales, como los cumpleaños o las bodas, hasta las celebraciones de cada estación, el Día de Gracias, las fiestas religiosas como Navidad o Janucá. Cuanto más importante sea el momento, más elaborado será el ritual.
Son prácticas que han acompañado a generación tras generación, y que en la época actual permanecen con modificaciones y adaptaciones; nos ayudan a entender de dónde vienen nuestros familiares.
Los estudios muestran que pueden proporcionar diversos beneficios psicológicos al ayudarnos a disfrutar de nosotros mismos, a conectar con nuestros seres queridos y a darnos un respiro de la vida cotidiana.
Las tradiciones son conocimiento vivo y existente, que han permanecido a través de los años; se considera que son dinámicas pues con el paso del tiempo éstas van cambiando, aunque en algunos casos, la atención se centra en mantenerlas como son.
La razón por la que las tradiciones son importantes es que transmiten valores compartidos, historias y objetivos de una generación a otra. Ellas motivan a las sociedades a crear y compartir una identidad colectiva, que a su vez sirve para dar forma a las identidades individuales.
El sentido de pertenencia a un grupo de personas con las que nos identificamos es una necesidad humana que se expresa a través del aprendizaje y el cultivo de una herencia étnica, religiosa y cultural.
Las tradiciones familiares tienen un gran valor, ya que son una fuente de identidad: enseñan a los niños el origen de la familia, y el recordar siempre pequeños eventos vividos juntos hacen que se desarrolle ese orgullo de familia. Se ha demostrado que las familias que desarrollan tradiciones tienen una conexión emocional más fuerte que aquellas que no han establecido rituales juntos.
Sin duda alguna, celebrar las tradiciones nos ayuda a mantenernos conectados a nuestra cultura y es también una excelente oportunidad para el intercambio cultural, la comprensión y el aprecio por las culturas de todo el mundo.
LUCIA LEGORRETA DE CERVANTES. Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer.
Comentarios