Publicado por Martha Chapa el 9 de Noviembre de 2010 a las 4:51am
Siempre resulta muy estimulante establecer contacto con las instituciones de educación superior, más aún si es para compartir nuestras propias creaciones.Por eso me entusiasmó la invitación de la Universidad Anáhuac para montar una exposición de mi obra plástica en su campus de Huixquilucan, Estado de México, en el marco de su amplio, atractivo y muy meritorio programa cultural, a cargo de la maestra Adriana Molina.Decidí reunir un buen número de mis pinturas con un enfoque acorde con las conmemoraciones del bicentenario de nuestra independencia nacional. El nombre que di a esta muestra fue “Iconos de mexicanidad”.En la selección tuve muy presente a nuestra amada tierra, tan rica en flora y fauna, que también nos nutre generosamente el espíritu. A lo largo de sus regiones, litorales y contornos nos deslumbra lo mismo con impactantes paisajes que con la belleza de sus flores o la variedad extraordinaria de sus especies animales.Son esos iconos que igual nos recuerdan el alto vuelo de un águila, la reciedumbre del nopal con sus tunas jugosas, o bien los enigmáticos desiertos, las majestuosas montañas y los bosques florecientes, que a la vez son guarida protectora de las aves mexicanas y que en conjunto revelan un perfil original e inconfundible porque constituyen símbolos que representan y denotan nuestras costumbres y creencias.Diría que se trata a la vez de impresiones perdurables del imaginario colectivo que van calando nuestro ser nacional y conformando una identidad inequívoca. Son imágenes que permean y labran el alma nacional al apropiarnos de ellas y que luego evocamos en canciones, poemas, pinturas, fotografías.Esa fue la idea esencial de la exposición que presenté en la Universidad Anáhuac Norte, pues si bien las piezas que la conforman corresponden a diferentes épocas y estilos de mi trayectoria como creadora, en todas se reconoce ese espíritu, esa interpretación de la mexicanidad. Incorporé una serie de variaciones sobre la imagen de la virgen de Guadalupe (mis Lupitas, como les llamo), junto a los espigados y filosos magueyes, los colibríes aleteando en el cielo mexicano, los búhos vigilantes de sus noches y esas interminables nopaleras que dan ropaje a la patria. Quise compartirlo así, fraternalmente, con la comunidad universitaria.El acto inaugural corrió a cargo del actuario Abraham Cárdenas, vicerrector de Formación Integral, quien hizo interesantes reflexiones sobre la pintura mexicana y se refirió a mi obra con gran generosidad.Al final tuve el gusto de asistir a una comida con platillos preparados por los estudiantes de la licenciatura en gastronomía, y sostuve un interesante encuentro con un grupo de muchachos que lideran diversos proyectos de carácter cultural. La tarde fue toda una delicia, tanto por los platillos como por el intercambio de ideas con estos jóvenes emprendedores.
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