El pasado 19 de marzo se cumplió el décimo primer aniversario luctuoso de uno de los grandes poetas contemporáneos del siglo XX: Jaime Sabines. Sus letras todavía recrean los recuerdos de su vida apasionante que comenzó en Tuxtla Gutierrez Chiapas el 25 de marzo de 1926.Parece que su obra estaba destinada a sanar el alma, quizá por eso fue que empezó la carrera de medicina, misma que abandonó al tercer año de cursada, pues no era el cuerpo sino las palabras sobre las que ejercería una cirugía mayor, para lo cual decide estudiar Lengua y Literatura Españolas, licenciándose en esta disciplina en 1949. Más tarde realizaría estudios de postgrado en la Universidad Autónoma de México.La infancia de Sabines, declarado por él mismo, fue una infancia normal y feliz en el seno de una familia muy unida. Embargado de los mejores sentimientos contrae matrimonio en 1953 con Josefa Rodríguez Zebadua… su inseparable “Chepita” con la que procreó 4 hijos: Julio, Julieta, Judith y Jazmín. Por ese tiempo fue que escribió una de sus obras fundamentales y más reconocidas: Tarumba (1956).La belleza de sus poemas, la sensibilidad y sensualidad vertida en ellos, su manera de amar intensa y fiera, su modo expreso de percibir la belleza femenina aunque otros no pudieran comprenderlo, nos hace ver en él un hombre de dimensiones extraordinarias en su pensar y su sentir. Nos hace imaginar por ejemplo su presencia sencilla y amable en las tardes candorosas bajo la alegría del danzón en el parque de la marimba de su natal Tuxtla; nos hace imaginarlo disfrutando la dulzura de los chimbos de Comitán, tierra de Rosario contemporánea poeta, diplomática y amiga suya; y de los paseos nocturnos comiendo garnachas de las “juchas” en Chiapa de Corzo. Ni que decir de su mirar sereno con su eterno cigarro en la mano, disfrutando el atardecer de su amado Berriozabal rodeado de jacarandas que darían color y luminosidad a lo más recóndito de su inspiración.Por todo esto y mucho más es que quisimos hacer mención, a manera de un sencillo homenaje, a las letras de un grande de las letras mexicanas. Ponemos en esta primera parte, algunos de sus poemas más conocidos y algunos que no lo son tanto... que hablan específicamente del amor desde su muy particular punto de vista.Enamorarse de sus poemas no es difícil… contagiarse el alma de mágico erotismo y vivirlos intensamente al contemplar o recordar el rostro amado, es sin duda alguna parte de su maravillosa herencia.Más adelante, en otro capítulo hablaremos de otros tópicos de su vasta y polémica obra y de más detalles de su vida.Que los disfruten.NO ES QUE MUERA DE AMOR....No es que muera de amor, muero de ti.Muero de ti, amor, de amor de ti,de urgencia mía de mi piel de ti,de mi alma, de ti y de mi bocay del insoportable que yo soy sin ti.Muero de ti y de mi, muero de ambos,de nosotros, de ese,desgarrado, partido,me muero, te muero, lo morimos.Morimos en mi cuarto en que estoy solo,en mi cama en que faltas,en la calle donde mi brazo va vacío,en el cine y los parques, los tranvías,los lugares donde mi hombroacostumbra tu cabezay mi mano tu manoy todo yo te sé como yo mismo.Morimos en el sitio que le he prestado al airepara que estés fuera de mí,y en el lugar en que el aire se acabacuando te echo mi piel encimay nos conocemos en nosotros,separados del mundo,dichosa, penetrada,y cierto , interminable.Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimosentre los dos, ahora, separados,del uno al otro, diariamente,cayéndonos en múltiples estatuas,en gestos que no vemos,en nuestras manos que nos necesitan.Nos morimos, amor, muero en tu vientreque no muerdo ni beso,en tus muslos dulcísimos y vivos,en tu carne sin fin, muero de máscaras,de triángulos oscuros e incesantes.Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,de nuestra muerte ,amor, muero, morimos.En el pozo de amor a todas horas,inconsolable, a gritos,dentro de mi, quiero decir, te llamo,te llaman los que nacen, los que vienende atrás, de ti, los que a ti llegan.Nos morimos, amor, y nada hacemossino morirnos más, hora tras hora,y escribirnos y hablarnos y morirnosME TIENES EN TUS MANOSMe tienes en tus manosy me lees lo mismo que un libro.Sabes lo que yo ignoroy me dices las cosas que no me digo.Me aprendo en ti más que en mi mismo.Eres como un milagro de todas horas,como un dolor sin sitio.Si no fueras mujer fueras mi amigo.A veces quiero hablarte de mujeresque a un lado tuyo persigo.Eres como el perdóny yo soy como tu hijo.¿Qué buenos ojos tienes cuando estás conmigo?¡Qué distante te haces y qué ausentecuando a la soledad te sacrifico!Dulce como tu nombre, como un higo,me esperas en tu amor hasta que arribo.Tú eres como mi casa,eres como mi muerte, amor mío.YO NO LO SE DE CIERTO…Yo no lo sé de cierto, pero supongoque una mujer y un hombreun día se quieren,se van quedando solos poco a poco,algo en su corazón les dice que están solos,solos sobre la tierra se penetran,se van matando el uno al otro.Todo se hace en silencio. Comose hace la luz dentro del ojo.El amor une cuerpos.En silencio se van llenando el uno al otro.Cualquier día despiertan, sobre brazos;piensan entonces que lo saben todo.Se ven desnudos y lo saben todo.(Yo no lo sé de cierto. Lo supongo.)VAMOS A GUARDAR ESTE DÍA....Vamos a guardar este díaentre las horas, para siempre,el cuarto a oscuras,Debussy y la lluvia,tú a mi lado, descansando de amar.Tu cabellera en que el humo de mi cigarrilloflotaba densamente, imantado, como una manoacariciando.Tu espalda como una llanura en el silencioy el declive inmóvil de tu costadoen que trataban de levantarse,como de un sueño, mis besos.La atmósfera pesadade encierro, de amor, de fatiga,con tu corazón de virgen odiándome y odiándote.todo ese malestar del sexo ahíto,esa convalecencia en que nos buscaban los ojosa través de la sombra para reconciliarnos.Tu gesto de mujer de piedra,última máscara en que a pesar de ti te refugiabas,domesticabas tu soledad.Los dos, nuevos en el alma, preguntando por qué.Y más tarde tu mano apretando la mía,cayéndose tu cabeza blandamente en mi pecho,y mis dedos diciéndole no sé qué cosas a tu cuello.Vamos a guardar este díaentre las horas para siempre.AMOR MÍO, MI AMOR....Amor mío, mi amor, amor halladode pronto en la ostra de la muerte.Quiero comer contigo, estar, amar contigo,quiero tocarte, verte.Me lo digo, lo dicen en mi cuerpolos hilos de mi sangre acostumbrada,lo dice este dolor y mis zapatosy mi boca y mi almohada.Te quiero, amor, amor absurdamente,tontamente, perdido, iluminado,soñando rosas e inventando estrellasy diciéndote adiós yendo a tu lado.Te quiero desde el poste de la esquina,desde la alfombra de ese cuarto a solas,en las sábanas tibias de tu cuerpodonde se duerme un agua de amapolas.Cabellera del aire desvelado,río de noche, platanar oscuro,colmena ciega, amor desenterrado,voy a seguir tus pasos hacia arriba,de tus pies a tu muslo y tu costado.TE DESNUDAS IGUAL...Te desnudas igual que si estuvieras solay de pronto descubres que estás conmigo.¡Cómo te quiero entoncesentre las sábanas y el frío!Te pones a flirtearme como a un desconocidoy yo te hago la corte ceremonioso y tibio.Pienso que soy tu esposoy que me engañas conmigo.¡Y como nos queremos entonces en la risade hallarnos solos en el amor prohibido!(Después, cuando pasó, te tengo miedoy siento un escalofrío.)ME DUELESMansamente, insoportablemente, me dueles.Toma mi cabeza. Córtame el cuello.Nada queda de mí después de este amor.Entre los escombros de mi alma, búscame,escúchame.En algún sitio, mi voz sobreviviente, llama,pide tu asombro, tu iluminado silencio.Atravesando muros, atmósferas, edades,tu rostro ( tu rostro que parece que fuera cierto )viene desde la muerte, desde antesdel primer día que despertara al mundo.¡Qué claridad de rostro, qué ternurade luz ensimismada,qué dibujo de miel sobre hojas de agua!Amo tus ojos, amo, amo tus ojos.Soy como el hijo de tus ojos,como una gota de tus ojos soy.Levántame. De entre tus pies levántame, recógeme,del suelo, de la sombra que pisas,del rincón de tu cuarto que nunca ves en sueños.Levántame. Porque he caído de tus manosy quiero vivir, vivir, vivir.NO ES NADA DE TU CUERPONo es nada de tu cuerponi tu piel, ni tus ojos, ni tu vientre,ni ese lugar secreto que los dos conocemos,fosa de nuestra muerte, final de nuestro entierro.No es tu boca --tu bocaque es igual que tu sexo--,ni la reunión exacta de tus pechos,ni tu espalda dulcísima y suave,ni tu ombligo en que bebo.Ni son tus muslos duros como el día,ni tus rodillas de marfil al fuego,ni tus pies diminutos y sangrantes,ni tu olor, ni tu pelo.No es tu mirada --¿qué es una mirada?--triste luz descarriada, paz sin dueño,ni el álbum de tu oído, ni tus voces,ni las ojeras que te deja el sueño.Ni es tu lengua de víbora tampoco,flecha de avispas en el aire ciego,ni la humedad caliente de tu asfixiaque sostiene tu beso.No es nada de tu cuerpo,ni una brizna, ni un pétalo,ni una gota, ni un grano, ni un momento.Es sólo este lugar donde estuviste,estos mis brazos tercos.HE AQUÍ QUE TÚ ESTAS SOLA...He aquí que tú estás sola y que estoy solo.Haces tus cosas diariamente y piensasy yo pienso y recuerdo y estoy solo.A la misma hora nos recordamos algoy nos sufrimos. Como una droga mía y tuyasomos, y una locura celular nos recorrey una sangre rebelde y sin cansancio.Se me va a hacer llagas este cuerpo solo,se me caerá la carne trozo a trozo.Esto es lejía y muerte.El corrosivo estar, el malestarmuriendo es nuestra muerte.Ya no sé dónde estás. Yo ya he olvidadoquién eres, dónde estás, cómo te llamas.Yo soy sólo una parte, sólo un brazo,una mitad apenas, sólo un brazo.Te recuerdo en mi boca y en mis manos.Con mi lengua y mis ojos y mis manoste sé, sabes a amor, a dulce amor, a carne,a siembra , a flor, hueles a amor, a ti,hueles a sal, sabes a sal, amor y a mí.En mis labios te sé, te reconozco,y giras y eres y miras incansabley toda tú me suenasdentro del corazón como mi sangre.Te digo que estoy solo y que me faltas.Nos faltamos, amor, y nos morimosy nada haremos ya sino morirnos.Esto lo sé, amor, esto sabemos.Hoy y mañana, así, y cuando estemosen nuestros brazos simples y cansados,me faltarás, amor, nos faltaremosESPERO CURARME DE TI…Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: «qué calor hace», «dame agua», «¿sabes manejar?», «se hizo de noche»... Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho «ya es tarde», y tú sabías que decía «te quiero»).Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.Ojalá les hayan gustado tanto como nos gustan a nosotros...No te olvides de ser feliz...RespetuosamenteLaura & Félix
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Comentarios

  • Hola¡¡¡¡¡ Hermosos poemas, y como dicen honor a kien honor merece Felicidades nos han dado un gran regalo y en este momento prescisamente el poema de ESPERO CURARME DE TI, dio exactamente en el punto. Mil gracias, Saludos esperamos segunda parte
    con ansia.
  • Muy bueno Felicidades, el Maestro Jaime Sabines, vertía en su palabra escrita, los sentimientos que vivía en cada momento, y eso es lo extraordinario de él, vivir cada instante, eso que en ocasiones nos rebasa por la vorágine de acontecimientos, y no nos deja saborear cada instante de nuestro existir, pero el percibía cada segundo y cada situación, he de ahí su grandeza, muchas gracias por compartirlo, parece que hay una historia de porque a sus cuatro hijos les dio de inicio en sus nombres una “J” ojala nos lo compartáis, que su día este lleno de buena vibra, un abrazo para ambos. Y una delicia entrar en su espacio
  • Haaaay Hermooosssoooo, gracias por compartirlo, reconozco su labor
  • Laura Y felix, se sacaron un 10 con este blog...Me gusto mucho el formato en q nos lo presentaron, primero su biogarfia del maravilloso escritor Sabines, para de ese modo conocer sus raices y motivaciones, ya luego sus hermosos poemas, que por cierto me gusto uno en especial...el que se llama: NO ES NADA DE TU CUERPO...La senti como poesia erotica sutil. Gracias por compartir y espero la segunda parte.
  • Cierto, enamorarse de sus poemas no es dificil. Magistral manera de abordarlo.
    Felicidades
  • El poder de las palabras es impresionante; como transnforma nuestra mente y más cuando se plasma en papel; en una poesía, gracias por compartir este artículo.
  • ESTAN PRECIOSOS. MIL GRACIAS POR PREOCUPARSE POR NUESTRA RED Y COMPARTIRLOS PARA AYUDAR AL CRECIMIENTO DE TODOS NOSOTROS . BUENA TARDE.
  • Preciosos poemas, gracias, nos hace recordar que todavía el amor, la desesperanza, la tristeza y todas las emociones humanas se pueden expresar a través del arte de la palabra. Hay que seguir estimulando a los jóvenes a experimentar a través del papel y tinta, y sensibilizarse por medio de las palabras que envuelven los sentimientos más profundos del ser.

    Gracias Laura & Félix.
  • Orgullosamente MEXICANO... Escribía y decía sus poemas en una forma que te hacía sentirlos… vivirlos.
    El Sr. Jaime Sabines era conocido como "El francotirador de la literatura" por pertenecer a un grupo que transformaba la literatura en realidad. Sus escritos se basaron en su presencia en diversos lugares cotidianos.
    Gracias!!! lindo fin de semana.
  • Estimados Lura & Félix:

    Buenas tardes, sin palabras.

    Cuando recuerdo Chiapas, con su parque central, la música en vivo, su gente bailando y el viento que sopla en el mes de abril, traen a mi memoria a Jaime Sabines.

    ...Los amorosos callan.
    El amor es el silencio más fino,
    el más tembloroso, el más insoportable.
    Los amorosos buscan,
    los amorosos son los que abandonan,
    son los que cambian, los que olvidan...



    Saludos cordiales.

    Edith.
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