HOMBRES RAROS

A pregunta expresa, tres decenas de mujeres, en su mayoría entre 25 y 35 años, manifestaron lo que no les gusta de los hombres, múltiples respuestas que pueden agruparse en cinco rubros (en este orden de importancia por su reiteración): 1) Su machismo y conformidad con la violencia masculina; 2) Que no reconozcan cuando necesitan ayuda de las mujeres y que cuando lo hagan no la acepten sino que entren en competencia con ellas; 3) Que sean muy racionales y no demuestren sus sentimientos; 4) Infidelidad; 5) Que se dejen llevar por lo que dicen otros hombres.

Los rasgos en los que tradicionalmente los hombres han venido afianzando sus identidades masculinas, tales como el abuso de la fuerza y del poder de todo tipo, el sometimiento para lucirse, la depredación, la rudeza innecesaria, el estruendo sin sentido, la furia descontrolada, la irresponsabilidad ante el daño provocado, la humillación del prójimo (sobre todo si es mujer), no gustan más, y el mensaje parece no tener acuse de recibo. ¿Será que las mujeres lo transmiten aún con timidez? ¿O será que la insensibilidad, indiferencia, irresponsabilidad, liviandad y pereza de los hombres impide su registro?

Que crean que para expresar su masculinidad tienen que rechazar todo lo relacionado con las mujeres y las desvaloren; Que algunos crean que el ser macho y tener muchas mujeres es lo máximo y los engrandece; Que sigan creyéndose superiores a las mujeres; Que traten de imponer sus ideas; Su conformidad y complicidad con la problemática de la violencia…, son algunos de los aspectos machistas y violentos detestados por las mujeres de hoy, cuya tolerancia al atropello cada vez se hace más estrecha.

Mujeres que no se conforman con un día para ellas (8 de marzo) porque saben que cada día les pertenece también; poseedoras de fortaleza y poder fruto de varias generaciones de mujeres que les antecedieron y que promovieron la igualdad durante décadas, para que hoy, las contemporáneas, puedan vivir su autonomía.

Autonomía que asusta a más de algún hombre, o que por lo menos lo desencaja. A él que su modelo tradicional masculino le indicaba ser proveedor, protector, productor y potente, para lo cual necesitaba una mujer a quien proteger y proveer, para que entonces adquiriera sentido su productividad y su potencia. Mujeres que hoy encuentran limitada la identidad masculina hegemónica basada sólo en estas cuatro P´s, y que hoy desean encontrar no un hombre que esté por encima de ellas sino al lado. No a un padre en la relación de pareja sino a un par. No a un ser omnipotente y omnisapiente, sino a un ser humano falible pero cultivado, de carne y hueso.

A ellas no les gusta que los hombres no acepten su ayuda, o que se avergüencen por tener que pedírsela y agradecérsela, y que en su lugar intensifiquen la competencia hacia ellas sólo para mostrare superior.

Desde hace casi dos décadas, una mujer propietaria de una mente privilegiada, Ikram Antaki, decía que “quizás este país es de los raros en donde no se ama a la mujer arrolladora (sino que) se busca la compañía de mujeres pequeñas, que resalten la estatura de sus compañeros”. Mujeres que alguna vez fueron empequeñecidas gracias al techo de cristal impuesto por el machismo pero que con el paso del tiempo y de los aportes feministas comienza a desquebrajarse.

Aportes que dejan al descubierto lo que los hombres hemos tratado de ocultar mediante el machismo y el patriarcado: nuestro sentimiento de inferioridad, el cual, dejó dicho Antaki, “no se casa con la hombría”.

Nos han descubierto. Necesitamos cambiar.

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Comentarios

  • Tienes razón una gran mayoria de mujeres hemos sido educadas en una sociedad patriarcal, no es muy dificil cambiar nuestra educación, primero porque está muy arraigada y segundo que es lo que me sucede a mi, que la familia y el entorno no aceptan ese tipo de actitud, es una lucha constante por ubicarme en el lugar que con esfuerzo y paciencia he alcanzado, pero soy de la opinion que podemos cambiar nuestra sociedad, en nuestra familia nuclear.

  • Estoy de acuerdo completamente en su argumento.

    Se requiere de un cambio, sin embargo, es importante que olvidemos si es uno con su prepotencia, machismo, egolatría o como gusten describirlo. La educación es una parte medular. Normalmente las mujeres son quienes se encargan de la educación de los hijos, afortunadamente este deja de ser un rol exclusivo de genero, por mi parte ahora también participo. Parece que después de siglos de sumisión están despertando, no permitan que sus niños adopten la educación que recibimos en casa, aprendan a sensibilizar, a subir la auto estima, la confianza de sus hijos. Olviden que si es azul o rosa. Mi niña tiene 4 años, me dice que todo rosa porque es de niñas, porque así lo dicen en la escuela, a ella le gusta el azul, todos los días le comento que todos los colores son de ella, puede vestir con un arcoiris que el mundo es de ella... Se educa para que el hombre sea el fuerte, y la mujer en la crianza. Espero no ofender a ninguna persona, no creo suficiente con criticar o señalar, ayuden a sus hijos a sensibilizarlos, no limiten a sus niñas, que jueguen canicas, que tambien corran, que adquieran habilidades para cuando sean reynas tengan a una persona y no un macho a su lado.

    Ricardo Flores

  • sencillamente magnifico nadie podia haber retratado mejor al hombre machista como tu mil gracias por el comentario y un saludo

  • Gracias por el comentario, pues si perdon la expresión aqui y en China algunos hombres son muy machistas, me he topado con varios he conocido sobre todo de Italia y Grecia y son machistas hasta mas no poder, se las ganas algunos mexicanos gracias.

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