A propósito del Teletón, en esta ocasión en Historias de Resiliencia nos referiremos a Nick Vujicic, quien por cierto se presentara hace un par de años en este evento. Si es la primera vez que lees Historias de Resiliencia, en ellas encontrarás historias de personas como tú que han sabido superar la adversidad y las dificultades que han encontrado en su vida, pero que además han sido fortalecidas e incluso han trascendido a la fama como personas reconocidas por su labor altruista, por su legado artístico, por su contribución a la humanidad. A historias como la de Lance Armstrong, Oprah Winfrey, Frida Kahlo, entre otros, se suma hoy la de Nick Vujicic.
“Eres un niño como todos, sólo te faltan algunas piezas” le decía su madre. Nick nació sin brazos ni piernas, apenas un pequeño pie y “Junior” (su pie derecho aún más pequeño).
Pese a las dificultades que ha tenido que enfrentar a lo largo de su vida por carecer de extremidades, entre ellas, saberse rechazado por su madre al momento de nacer, el miedo y burlas de sus compañeros de clase, e incluso su propia desesperación que en algún momento de su vida lo llevó a considerar la posibilidad del suicidio, Nick ha sabido superar su condición física y no solo eso, sino que se ha convertido en fuente de inspiración para miles de seguidores alrededor del mundo.
En su autobiografía “Una Vida sin Límites”, Nick relata los momentos duros que ha tenido que pasar, pero también, basado en su profunda fe religiosa anima a sus lectores a enfrentar con optimismo la adversidad, algo que con el paso de los años, él ha aprendido a hacer. El libre albedrío la posibilidad de elegir la manera en la que encaramos las circunstancias que se nos presentan en la vida es uno de sus primeros mensajes:
"Podemos elegir vivir en las desilusiones y las desventajas… amargarnos, enojarnos o entristecer, o cada vez que enfrentemos tiempos difíciles, podemos aprender de la experiencia y seguir avanzando”.
Nick habla a niños y a jóvenes, quienes señala, en ocasiones se asustan al verlo, particularmente los más pequeños; pero Nick hace lo suyo: contribuye a crear sentido en la existencia de quienes lo escuchan pero también en el suyo propio. “Si no puedes resolver tus propios problemas, trata de ser la solución para alguien más”. Y es así, como les habla a los jóvenes de no dejarse atrapar por los ideales de belleza, pues ésta “se encuentra en los ojos de quien la contempla”.
Y fue así como en una de sus pláticas una joven conmovida se le acercó para decirle que “nunca antes nadie le había dicho que era bella, y que él también lo era” lo cual, señala Nick contribuyó a que él también se sintiera mejor consigo mismo. Y en otra ocasión, una joven que sufría anorexia le escribió para decirle cuán importante había sido escucharle en su proceso de recuperación de esta terrible enfermedad.
Nick apela a nuestra posibilidad para convertir nuestros pensamientos negativos en positivos y a hacer los ajustes necesarios en nuestras actitudes frente a la vida, a no sentirnos víctimas. Su lema “Actitud es altitud” nos habla de la importancia que tiene nuestra actitud frente a la vida, aunque reconoce que esto no siempre es fácil, “ a todos nos golpean las olas de forma inesperada”, sin embargo es posible levantarse y encarar esos problemas “si apagamos el interruptor de los pensamientos negativos y en lugar de ello, visualizamos la posibilidad de tiempos mejores que se avecinan”.
Nick quien ha estado en México varias veces, da conferencias alrededor del mundo, ha practicado varios deportes y se casó con una joven de origen mexicano. Tienen un bebé de 7 meses.
A ser resiliente también se aprende.
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