Publicado por Martha Chapa el 24 de Agosto de 2010 a las 11:48am
Bien sabemos que la música forma parte de la identidad cultural de los pueblos, a la vez que incide en la educación sentimental de cada generación.Así, por ejemplo, en los años veinte despuntaron ritmos tan vertiginosos como el charlestón, que modificó incluso los estilos del baile. Y así cada época tiene su música, que la identifica entre quienes la escuchan, la cantan o la bailan. Música que transmite una forma de ver la vida, sentir el mundo, resaltar valores imperantes y otras sensaciones más.Es evidente que algunas de estas modas musicales nacen y tienen un breve apogeo para luego declinar y desparecer. Pero en algunos casos perduran a través de los años.Es el caso de la música romántica de la época contemporánea, donde el amor, los sentimientos y las pasiones humanas adquieren permanencia y resultan inolvidables a lo largo de varias generaciones.Viene a propósito el tema por el reciente deceso de uno de los más grandes compositores de la música mexicana: Roberto Cantoral.Quién no conoce algunas de sus canciones, ya consideradas como clásicas del bolero romántico, y hasta las ha cantado con estrujarte emoción, a solas o en grupo. Reloj, La barca, Regálame esta noche, Noche no te vayas, Soy lo prohibido y El triste, entre muchas otras.El talento de Roberto Cantoral se manifestó desde su niñez, cuando expresó una fuerte inclinación musical y la inspiración propia para crear las primeras tonadillas, que con el tiempo, en los años cincuenta, afloraron excepcionalmente, a partir del dueto Hermanos Cantoral que formó con su hermano Antonio. Pronto sobresalieron al componer e interpretar dos canciones que realizaron en coautoría: El Preso número nueve y El crucifijo de piedra.Posteriormente, formaría Los Tres Caballeros, ese trío legendario que dejó huella no sólo en México, sino en muchos otros países, con reconocibles triunfos a escala internacional. En 1960 comenzó su carrera como solista.La vida de Cantoral constituyó un despliegue versátil de sus capacidades, pues también fue un líder sindical que defendió a ultranza la propiedad intelectual y logró que los compositores recibieran pagos por regalías que injustamente durante largo tiempo se les habían negado.Nacido en Ciudad Madero, Tamaulipas, en 1935, sería nombrado Hijo predilecto de Matamoros, uno entre los muchos reconocimientos que recibió, varios de ellos más allá de nuestras fronteras, lo mismo en Brownsville que en Yugoslavia. Su canción El triste le hizo merecedor del premio Orfeo Negro en el Festival de Festivales de Bulgaria.En México comenzó a recibir reconocimientos desde el inicio de su carrera. El presidente Adolfo López Mateos en persona le entregó la Medalla al Mérito. En el Festival OTI resultó triunfador en dos ocasiones, con Yo no voy a la guerra, en 1971, y dos años después con Quijote.Y qué decir de tantos y tan prestigiosos artistas que han interpretado sus canciones, tanto en México como fuera del país. Pedro Vargas, Olga Guillot, Marco Antonio Muñiz, José José, Joan Báez, Sara Montiel, Vikki Carr, Plácido Domingo… Asimismo, las más famosas orquestas del mundo, de ayer y hoy, han incluido en sus repertorios composiciones de este prolífico autor.Presidente vitalicio y honorario de la Sociedad de Autores y Compositores de México hasta el momento de su muerte, nos representó en grandes foros, tanto aquí como en el extranjero.Sin olvidar nunca su compromiso social, apoyó nobles causas a través de la cesión de la autoría de sus propios derechos y regalías correspondientes.Se trata, pues, de un hombre fuera de serie, tanto en la música como en la defensa de los intereses de los compositores.Hoy, el tiempo se impone nuevamente y el reloj marca las horas de la vida de cada cual. Mientras podamos seguir disfrutando en este mundo, con seguridad recordaremos a este mexicano excepcional y seguiremos escuchando y tarareando sus canciones imperecederas. Porque Roberto Cantoral sigue y continuará viviendo en cada una de sus inspiradas composiciones.e mail: enlachapa@prodigy.net.mxwww.marthachapa.net
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