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Por Angelina Sánchez-Vilchis

De acuerdo con Osho el filósofo hindú, los seres humanos tenemos cambios físicos, mentales y espirituales cada siete años, y él los describe de esta forma:

¿Cuál es el significado de estos ciclos? 

Hay varios ciclos de siete años en toda vida. Cambiamos, cada siete años, un ciclo se completa. Todos los grandes cambios ocurren entre el final de un ciclo y el comienzo del siguiente.

7 años:

A la edad de siete años, el niño deja de ser pequeño; comienza un mundo totalmente diferente. Empieza a darse cuenta de las artimañas del mundo; la astucia, todas las decepciones, los juegos. 

14 años:

El sexo, que nunca había sido un problema hasta entonces, aflora súbitamente en su ser. Su mundo cambia. Por primera vez se interesa en el sexo. Emerge una visión totalmente nueva, comienza a soñar, a fantasear.

21 años:

Es una persona adulta: ahora su interés se basa en los juegos de poder, del ego, la ambición. Ahora está dispuesto a conseguir más dinero, a hacerse más famoso. 

28 años:

A esta edad se asienta, comienza a pensar en la seguridad, en el confort, en el saldo bancario ya más estable. Porque es entonces cuando una persona se vuelve formal. Ya piensa en tener hijos, sienta cabeza. Adquiere la madurez del adulto.

35años:

Está casi en la cumbre de la vida. Deja de renovarse de la misma manera. Empieza la decadencia. Si un hombre va a morirse a los setenta, que es lo normal, entonces los treinta y cinco parecen ser la cumbre. Empieza a ser más consciente de su cuerpo, de la salud. El ciclo mayor ha llegado a mitad de camino y el hombre empieza a pensar en la muerte, a tener miedo. El temor aflora. Tiene mucha presión y responsabilidades, en términos laborales. Esta es la edad, entre los treinta y cinco, y los cuarenta y dos, en la que sube la presión sanguínea, ocurren las úlceras, los ataques al corazón, todo tipo de cosas... Debido al miedo. El miedo crea cosas como el cáncer, la tuberculosis... Un hombre se hace propenso a todo tipo de accidentes porque el temor ha entrado en su ser. Ahora la muerte parece acercarse: ¿él dio el primer paso hacia la muerte el día que sobrepasó los treinta y cinco? 

42 años:

Una persona comienza a ser religiosa. Ahora la muerte no es algo meramente intelectual; él está más y más alerta ante ella y quiere hacer algo, realmente hacer algo, porque si espera más será demasiado tarde... A esta edad una persona necesita alguna religión, yoga, ir a misa, rezar, tomar una relación con Dios por necesidad. Al igual que a los catorce la relación sexual era necesaria. Exactamente lo mismo ocurre a los cuarenta y dos: ahora se necesita una relación religiosa. Uno necesita un Dios, un maestro, algo a lo que rendirse, algún lugar adonde ir y descargarse. 

49 años:

La persona se asienta al respecto de la religión. La búsqueda ha concluido. Da por hecho que vive con Dios. El despertar a la madurez plena. Podemos hablar de valores, disfrutar más la vida, ya no es tan importante el poder, el dinero, pero sí se está consciente de que está asegurando el futuro. Pero empieza a darse cuenta de los errores de juventud, de qué debe pelear por lo que sí y lo que no. Es cuando las empresas deberían pagar más, porque es cuando la persona tiene más experiencias y aún tiene mucha fuerza, y juicio. 

56 años:

Comenzará a obtener nuevos vislumbres de lo divino. La muerte ya no la ve tan mala. Se acerca más a Dios. Las capacidades mentales están a todo lo que da en sabiduría.

63 años:

Si todo va de modo natural, tendrá su primer *satori (contacto con Dios). Si ha tenido su primer satori, morirá de una hermosa muerte a la edad de setenta. Entonces la muerte no será una muerte: será una puerta a lo divino, será un encuentro con Dios. Aprender las lecciones y salir adelante.

*Satori es un término japonés que designa la iluminación en el budismo zen. La palabra significa literalmente ‘comprensión’.