A lo largo de mi vida escolar tuve muchos maestros a algunos los recuerdo con cariño, y de otros ni siquiera recuerdo el nombre, pero hay una maestra que siempre tendrá un lugar muy especial en mi corazón y siempre le estaré agradecida, todos la conociamos como Miss Anita.Fue mi maestra de español en 1ero de primaria, (en esos entonces asistía a una escuela particular donde la mitad de las materias las tomabamos en español y la otra mitad en inglés) siempre fue una maestra cariñosa, pero a mitad del año escolar mi familia tuvo un accidente automovilistico, mi mamá fallecio y mi papá estuvo un mes en el hospital y yo estuve viviendo durante este tiempo con mis tíos al otro lado de la ciudad y se dificultaba que me llevaran a la escuela, entonces mi tió iba una vez por semana a mi escuela para que las maestras me dejaran tareas y trabajos para no retrasarme, obviamente mis maestras estaban enteradas de la situación por la que atravesaba mi familia.Cuando regrese a la escuela me converti en una niña ausente, no ponía atención, no hacía tareas, mi papá estaba muy agresivo y me golpeaba a la menor provocación, pero la Miss Anita, siempre se porto cariñosa y paciente conmigo, es más ella me REGALO calificaciones aprobatorias para que no fuera a reprobar el año, si no hubiera sido por ella probablemente habría reprobado y mi autoestima habría quedado bastante lastimada, recuerdo la ceremonía de clausura del ciclo escolar cuando nos entregaron las boletas de calificaciones y me fui a despedir de ella, me abrazo muy fuerte y se puso a llorar conmigo y cuando di la vuelta mi papá estaba de tras de mi y con los ojos llenos de lágrimas le dio las gracias, aún no se si por haberme pasado de año, por haber sido empatica en nuestro dolor o por ambas cosas.Afortunadamente la Miss Anita volvió a ser mi maestra en 3er año, para entonces yo ya era la misma niña de siempre, latosa y juguetona, ese año me invitó a comer el dia de mi cumpleaños y siempre fue muy linda conmigo aunque extricta, terminé el 3er grado con muy buenas calificaciones por merito propio, en esta ocasión no necesite que me ayudara, al año siguiente la vida dio muchas vueltas y me tuve que cambiar de escuela, de ciudad y de familia, pero siempre recordaré a la Miss Anita con su cabello negro y su sonrisa franca y cariñosa.Miss Anita, quisiera algún día tener la oportunidad de agradecerle en persona el que me haya devuelto la confianza y la seguridad cuando sentía que mi mundo se desmoronaba, pero sobre todo quisiera decirle "Gracias a su granito de arena soy una mujer plena y feliz, que Dios la bendiga"!!!
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