Gracia

Gracia

La gracia divina me alienta a llevar una vida centrada en Dios.

La gracia no sólo me bendice, también me alienta a llevar una vida centrada en Dios. Cada día, vivo plenamente al utilizar mis dones divinos inherentes. La gracia de Dios me ofrece amor incondicional y, al asirme a este amor en lo profundo de mi ser, pienso, hablo y actúo de maneras afables.

La gracia divina me ofrece sabiduría infinita y confiable. Comprendo que las circunstancias no son todo lo que parecen ser. Al avivar y prestar atención a mi sabiduría divina, sé que Dios está presente en toda experiencia.

La gracia de Dios me ofrece vida eterna. Mi espíritu ha sido creado a imagen y semejanza de Dios. Soy eternamente uno con la gracia de Dios y ésta me bendice.

Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo.—Hechos 6:8
Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos