En la vida de Mina no pasaba nunca nada extraordinario ni fuera de lo común. Siempre tomaba el mismo autobús, a la misma hora en la misma esquina. Siempre con el mismo café comprado en la misma farmacia. A sus 40 y tantos años parecía que habia construido una tranquila rutina, que a su vez le servía como válvula de escape a los mil y un achaques de su madre, a las docenas de quejas de su padre y a la envidia que sentía por su hermana Santa, quien sí habia logrado casarse, quien sí tenía una hermosa familia, quien sí tuvo el valor de huír de la casa paterna con aquel muchacho que la pretendió durante un par de años, a pesar de las amenazas de don Anselmo, padre de ambas, quien la habia "declarado irremediablemente muerta" tras ese gesto de desafío total a su autoridad.En cambio Alicia, Mina y Manuel, los hermanos restantes, jamás pudieron llevarle la contra, y aún mas... Alicia y Manuel se habian unido la iglesia, el como sacerdote y ella como monja, para beneplácito de sus progenitores, quienes sostenían la creencia de que si un hijo dedicado a la vida religiosa aseguraba el cielo para sus padres, con dos siervos tan humildes, seguramente tendrían ganado el paraíso...A Mina hasta dedicarse a la vida religiosa le fue negado, ya que era necesario que permaneciera soltera y a cargo de sus ellos... el único alicente que le daba sentido a su vida eran las furtivas visitas de su sobrina Amelia, la hija menor de Santa, quien la habia ayudado a conseguir un empleo de medio tiempo como asistente en una oficina de gobierno municipal.A regañadientes, Anselmo le habia permitido trabajar, puesto que debido a su edad avanzada y a la falta de alguien de confianza para manejar sus negocios, estaba a punto de la ruina económica; de ese modo Mina aseguraría una pensión que le podría permitir pasar su vejez con dignidad.Cuando esa mañana entró a la oficina y se dispuso a comenzar a trabajar, quedó sorprendida al ver las miradas de sus dos compañeras de trabajo, quienes cuchicheaban al verla, y mas aún cuando sobre su escitorio encontró un hermoso arreglo de rosas blancas y gardenias. Silvana, su compañera, se aprestó a su lado:-- ¡Qué guardadito te lo tenias, manita! ¿quién es el galán?-- Si se trata de una bromita, es de muy mal gusto, Silvana... a mi no me gustan estas cosas...-- ¿cuál broma? ¿crees que...? ¡ay manita! ¡estas muy equivocada! A las meritas ocho, cuando yo llegué a abrir, estaba un mensajero de la florería aqui afuera. Me preguntó por ti, con los dos apellidos y todo, y me dijo que le fimara de recibido; ahi dentro trae una tarjeta. Haz de disculpar pero las muchachas y yo no aguantamos la curiosidad, la abrimos, no trae fima, pero por lo que dice... el hombre anda colgando de una ala atras de tus huesitos."MINA: NO SE COMO ACERCARME A TI, PERO QUIERO QUE SEPAS QUE TE AMO"La mujer se quedó muda... no daba crédito a lo que sus ojos estaban viendo. Cuando era mas joven resultaba una mujer atractiva, pero ahora, a su edad, con los estragos de los años en su piel y la ropa aseñorada que solía vestir... ¿quién podría ser el pretendiente? Sus cavilaciones terminaron cuando se apareció Amanda Tovar, la jefa de la oficina, quien con la voz entrecortada por el coraje mal disimulado, puso a todas en paz.-- A ver si se dedican a trabajar, menos plática y mas acción... Y tu Mina, toma tu lugar, que de por si ya llegaste con retraso.En los 11 años, 4 meses y 26 dias de trabajo que tenia en ese lugar, jamás habia recibido un ramo de flores, ni en su cumpleaños, ni en navidad. De hecho era la primera vez en su vida que le regalaban flores. Ese dia el turno fue igual de largo que siempre, pero el aroma de las gardenias le hizo disfrutar su trabajo como nunca, pese a la multitud que discurría por los pasillos buscando hacer un trámite. A la salida, Silvana le preguntó-- Mana ¿no te vas a llevar tus flores? mira, si estan bien chulas...-- No... es que... tu sabes, los camiones... mejor las dejo aquí... además adornan bien bonito.La realidad era que temía a la reacción de Anselmo si la veía llegar con ese regalo. Pero mientras él no lo supiera, ella podria disfrutar el tratar de adivinar quien era el enamorado. Podría ser don Jaime, el de la tesorería, era viudo y alguna ocasión trató de invitarla a comer, o talvez Mario el de parques y jardines, soltero como ella y quien fuese su compañero en el colegio.La ilusión que renace en el alma es muy sencilla de ser adivinada. Mina abandonó los trajes sastre oscuros y comenzó a portar vestidos con discretas florecitas y de colores claros. Ahora se maquillaba y siempre recibía a todos con una sonrisa. Cada lunes un mensajero de la misma florería le dejaba el hermoso arreglo de flores blancas con mensajes de amor, y a pesar de sus numerosos intentos por descubrir al remitente interrogando al jovencito, no podía obtener datos acerca de la identidad del misterioso enamorado.Dos meses despues del primer lunes con flores, Mina recibió ademas del arreglo un estuche con un costoso collar"NO ES LO QUE TU MERECES, PERO SERVIRA PARA QUE LO LUZCAS ESTA NOCHE. TE ESPERO EN EL HOTEL MIRAFLORES, EN LA HABITACION 204, A LAS 8:00. POR FAVOR, NO ME DEJES ESPERANDO."Cielos... una cita, con un desconocido y en un hotel. Horror para una señorita decente, hermana de un sacerdote y una religiosa... pero escandalosamente delicioso para alguien que jamás se habia sentido amada, ni deseada de una manera tan romántica, como salida de las telenovelas que solía ver en compañia de Dora, su mamá. Además, no tenia nada que perder. Asi que decidió inventar una mentira que le permitiera escapar un par de dias de su casa.-- Voy a ir a Toluca a un curso... es obligatorio papá... por lo del cambio de administración de la presidencia. Sólo va a ser hoy y mañana. De la oficina sólo iremos Silvana y yo...Tras escuchar el sermón de mas de una hora que le dirigió su padre, quien teminó cediendo, subió presurosa a arreglar una maleta y tomar un baño. Cuidadosamente empacó su mejor perfume, Air du temps, tomó su maleta y abordó el automovil de Silvana, quien le serviría de cómplice. En el último momento, algo la intranquilizó, ¿qué pasaría si su padre se daba cuenta? o peor, ¿si se trataba de un psicópata? Silvana la miró detenidamente, con esa mirada que parecía adivinar sus mas oscuros pensamientos.-- Mira mana... ya estas grandecita, cuarentona, ni novio, ni marido ni nada que se le parezca. Además, tus papás, con todo respeto, ya andan dando los últimos resuellos, y te vas a quedar sola... o que ¿piensas que Amelia se va a hacer cargo de ti? Total, llega al hotel, abre el cuarto, velo... A fuerzas es uno de tus conocidos que se anda haciendo el don Juan y si fuera un loco, ya te hubiera salido en algún callejón y no se hubiera tomado dos meses mandándote florecitas. Si no te cuadra, te sales, yo voy a estar afuera del hotel quince minutos, te trepas al carro y nos vamos a algun antro a ver encuerados. Si te cuadra, pues le entregas el tesorito, te dejas querer, y chin chin, gózalo mientras dura... pero ya quita esa cara, mujer, lo peor que puede pasarte es que el galán resulte gordo y feo... y a nuestra edad, ya no estamos como para escojos.Asi lo hicieron. Silvana se quedo en el automovil afuera del hotel. Ella llegó a la recepción, desde donde amablemente un bell boy la acompañó a la habitación donde ya la esperaban. Cuando vio aquella silueta en el claroscuro de las velas, no dio crédito. De todas las posibilidades en las que había meditado esa era la mas remota, es mas, ni siquiera llegaba a posibilidad. La voz de su acompañante intrrumpió sus pensamientos.-- Disculpa que te haya citado aqui de esta manera, pero no sabía como tomarías esta invitación. Antes de que digas nada, quiero que sepas que desde hace años me inspiraste un amor desesperado, que tenerte cerca era una tortura por no poderte decir lo que yo estaba sintiendo. Mina, eres el amor de mi vida.Mina se confundó aún mas, no tuvo tiempo de reaccionar cuando aquellos labios la besaron apasionadamente. Con todo cuidado las manos suaves se posaron en su cintura y empezaron a desvestirla. Sin lugar a dudas era la experiencia la que la estaba acariciando. Ella no podia contener las sensaciones que su cuerpo le estaba regalando y correspondió con la misma intensidad. Sus ojos se posaron en los de su amante, de quien le estaba enseñando por pimera vez el amor. Asi, poco a poco, las velas se fueron consumiendo dando lugar primero a la oscuridad total que era interrumpida por la respiracion acelerada, y luego a la luz del día que comenzó a colarse por la ventana, encontrándola en los brazos de quien la hizo mujer en una noche.Esa mañana Mina no sentia arrepentimiento... Sólo le resultaba difícil entender cómo no se había dado cuenta de la situación, cómo despues de mas de once años trabajando en el mismo lugar, nunca supo que su jefa, Amanda Tovar era lesbiana, que estaba enamorada de ella, y que era quien cada lunes le mandaba esos hermosos arreglos de flores blancas que adornaban su escritorio y que la habian hecho volver a nacer.
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FELICIDADES!!!
Un abrazo