Soy un adulto. No sé cuando dejé de asombrarme de la vida. Cuando tuve que ser serio y mostrarme atento a lo que sucedía en cuestiones sociales. Es cierto, de niño no la pasábamos tan bien. Mi madre solía castigarme a la menor provocación y la ausencia de mi padre solía angustiarme.
Desde mi ventana donde laboro, veo desfiles de niños que ya han salido de sus escuelas. Llevan helados, dulces, disfraces. Sus risas resuenan incluso en los pasillos de ésta sombría, seria y adulta oficina.
Hoy quisiera ser niño, como ellos y reír hasta hacerme pis en los pantalones. Me gustaría por instantes sentir que tengo 9 años y que ya no me devasta la ausencia de mi papá ni los castigos de mamá. Hoy quiero sentirme fuerte, pero niño. Quiero sentirme entendido por la vida y disculpar a mis viejos, quienes con sus recurso, hicieron lo que pudieron.
Este señor sombrío que soy, se irá temprano a casa, irá por una nieve, se sentará en un columpio y se quitará los calcetines en este hermoso parque que tengo enfrente. Hoy le daré un abrazo al niño angustiado de 9 años que fui. Solo le diré que ya no está solo ni será juzgado por su sentir. Haremos las paces y se reirá conmigo en el parque, con nieve en mano, columpiándose, hasta hacerse pis en los pantalones!
Feliz día del niño!
Comentarios