Se habla actualmente de los llamados niños blanditos, pero también de papás y mamás con el mismo adjetivo. Cuando una familia quiere que sus hijos no pasen las dificultades por las que ellos lo hicieron, la sociedad se vuelve más cómoda, blanda y menos esforzada. Para saber a que me refiero, voy a enumerarte las características de estos niños y las de los padres y te invito muy sinceramente a reconocer si en tu familia se está viviendo esta realidad y poder corregir a tiempo:
- Tienen pobre tolerancia a la frustración
- Están acostumbrados a que sus padres les resuelvan sus problemas
- No saben defenderse Carecen de iniciativa.
- En caso de que las cosas se compliquen, prefieren dejar a un lado el proyecto.
- Tienen poca capacidad para administrar sus emociones y utlizarlas a favor de lograr metas.
- No saben hasta donde llegan sus capacidades, pues nunca se tuvieron que retar a sí mismos.
- Viven como víctimas de otros compañeros o maestros.
- Son obedientes con quienes creen que los protegerán
- Suelen ser miedosos y podeen una escasa capacidad de afrontamiento
- Muestran escaso interés y preocupación por los demás, dado que se acostumbran a centrarse solo en sus propios deseos y necesidades
- Creen que no pueden enfrentarse a las situaciones sin ayuda y en el momento en el que tienen que hacerlo se vienen abajo.
Y para que sepas si eres una mamá o un papá blandito:
- Le cargas la mochila hasta la puerta del colegio
- Le haces las tareas
- Le evitas toda clase de sufrimiento
- Cuando se le olvida la tarea, buscas a un compañero o maestro para que te ayude
- Eres muy permisiva/o, por lo que tu hijo se siente con derecho a recibirlo todo, es el centro del universo
- Piensas que quieres darle lo que tu no tuviste
- Le muestras mucho afecto pero pocos límites y exigencias
- Ves a tu hijo como débil e indefenso. Por lo que estás convencido de que tu función es protegerlo.
- Te sientes angustiado, ansioso o culpable cuando tu hijo experimenta emociones negativas.
- No te gusta que vayan a excursiones o que duerman fuera de casa
- Te adelantas a sus deseos y necesidades.
Si después de escuchar esto, reconoces que tu familia es blandita, es momento de enderezar las riendas cuanto antes. Puedes perfectamente amarlos, pero siempre con límites y exigencias.
Cuando sean adultos te lo agradecerán enormemente.
LUCIA LEGORRETA DE CERVANTES. Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer.
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