Un feroz León y un enorme Oso se encontraron al mismo tiempo un ciervo. Para decidir cual de los dos se quedaba con la presa, decidieron tener un combate, el que ganara se la llevaba. Mientras peleaban fuertemente, y sin ellos darse cuenta, pasó una astuta zorra.
La Zorra, al verlos pelear y darse cuenta que estaba muy exhaustos, aprovechó la situación y se llevó el ciervo. Corrió muy lejos, mientras el León y el Oso solo pudieron ver como se iba, pues estaban muy cansados para correr tras de ella.
Entre ellos se murmuraron: "¡Que desdicha! Tanto esfuerzo y lucha para que la presa se la quedara la Zorra."
Moraleja: Muchas veces, por el egoísmo al no querer compartir, terminamos perdiendo todo.
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Comentarios
Muchas veces entre familias se cae en esas situaciones tan terribles de NO querer compartir lo que sabemos que es de toda la familia, que fue ella precisamente la que nos ayudó y cooperó en todos sentidos para tener algún bien común. Nuestra respuesta llega a ser tan negativa, corriente, egoísta, falta de amor y ambiciosa que preferimos perder todo con tal de no compartirlo con quienes sabemos de antemano que son dueños de las cosas igual que nosotros, en la misma proporción. El resultado es que todo se pudre y al final el envidioso y ruin se queda solo y sin nada. Ojalá nos sirva de lección a todos y entendamos que las cosas van y vienen; que el amor, respeto, consideración y entrega son para siempre.