EVALUACIÓN FINAL Y EXPEDIENTE DEL NIÑO
Maestro Raúl Sánchez Barajas
Al final del ciclo escolar es necesario hacer un recuento de lo que los niños son capaces de hacer, la evaluación final en preescolar es un elemento que permite a la escuela y a la educadora identificar los logros de los alumnos en términos educativos y esclarecer las condiciones en que estos pequeños aprenden mejor.
-Constatar los aprendizajes de los alumnos –logros y dificultades.
-Identificar los factores que influyen o afectan el aprendizaje de los niños.
-Mejorar –con base en los datos anteriores– la acción educativa de la escuela.
La evaluación no sólo debe permitirnos reconocer el avance que los niños han logrado en las competencias, sino también, identificar las formas de intervención y aspectos de la práctica, así como la escuela que ha logrado favorecer esos aprendizajes. Una vez reconocidos aquellos factores que han ayudado o afectado los logros de los pequeños, será posible mejorar el servicio educativo al realizar las adecuaciones pertinentes de los aspectos encontrados que así lo requieran.
La evaluación final es el resultado de las percepciones y observaciones que tienen los educadores de los comportamientos de los niños en distintas situaciones que surgen en la escuela y que, en buena medida, deben ser provocadas de manera intencional. Lo anterior nos permite asentar que la educadora tiene mucha información acerca de las capacidades de los niños, sin embargo se sugieren algunas actividades que permitan reconocer de manera más sólida sus logros al final del ciclo escolar.
Como se ha establecido, la educadora tiene grandes referentes acerca de los niveles de logro que tienen los niños en las distintas competencias y esa información será de gran ayuda para los fines de esta evaluación final.
Para lograr mejor claridad acerca de los aprendizajes alcanzados durante el ciclo escolar te recomendamos las siguientes acciones:
-Realiza algunas actividades donde los niños se expresen usando la escritura y valora sus avances con respecto al diagnóstico inicial.
-Plantea a los pequeños algunos problemas numéricos y observa la manera en que enfrentan esos retos.
-Pregunta a los niños ¿por qué creen que ocurra algún fenómeno natural, temblor, eclipse, granizo, etc.? Observa sus explicaciones.
-Cuestiónalos acerca de algunas medidas para cuidar su salud y si reconocen situaciones que pueden dañarlos en la casa, la escuela y en las calles, por ejemplo, el cuidado al cruzar la calle, ingerir algún líquido sin saber qué es, o bajar corriendo una escalera, etc.
-Cuenta una historia que les cause mucha emoción y acércales distintos materiales para hacer plástica, promueve que elijan el personaje de la televisión que más les guste y con música pide que bailen y se expresen como él.
-Organiza una asamblea donde los niños puedan hablar de aquello que les causa mucha alegría, miedo, tristeza, o enojo. Promueve que esas emociones sean expresadas también con gestos y posturas.
Estas sencillas acciones deben permitirte una visión mas clara de las capacidades de los niños en las diferentes áreas de formación. Estas observaciones, aunadas a las que has venido realizando durante todo el ciclo escolar, serán la principal materia prima de tu evaluación final y el registro en el expediente del niño.
Cada niño cuenta con formas de aprendizaje individuales, por lo que debes hacer un registro personalizado de cada uno, seguramente habrá casos en los que debas realizar acciones complementarias para lograr identificar niveles de logro en algún aspecto en particular.
La evaluación de los aprendizajes de los niños debe también ser utilizada para revisar las formas de intervención de la educadora, así como las condiciones en general que ofrece la escuela para el logro de los propósitos fundamentales, por lo que, ya sea que esos niños pasen a la primaria o continúen en la escuela, los resultados registrados deben servir para que, en colegiado, se valoren avances y dificultades encontradas y se reorienten acciones también del proyecto escolar.
El registro en el expediente final
Es muy probable que las anotaciones que hagas en el expediente final de cada uno de los niños sean leídas por su maestra en el ciclo escolar entrante, procura que esa información sea un auténtico referente de los niveles de logro que el niño ha manifestado en los diferentes campos y, sobre todo, que esa información sea útil para la práctica de la profesora. En el registro de sus capacidades no olvides palabras como: “Es capaz de…” “Ha logrado…” “Ha aprendido a…”, y si vas a expresar alguna necesidad educativa que consideres importante utiliza términos como: “Requiere más apoyo en…”, “Se le dificulta más…” y, por favor, no olvides algunos de sus gustos e intereses, utiliza frases como: “Le gusta mucho…” “Disfruta mucho de…”, “Le gusta que lo llamen Lalo más que Eduardo”.
De ninguna manera coloques juicios de valor o personales, tales como feo, bonito, bueno, malo, egoísta, berrinchudo, etc., eso sólo provocará que el profesor que lo lea tenga una predisposición personal con el niño hacia alguno de estos adjetivos, sólo coloca juicios pedagógicos. Es recomendable también que sean anexados estudios psicopedagógicos que en algún momento fueron aplicados a ese niño, si ese fue el caso, ya que serán de gran utilidad para establecer las condiciones en que puede mejorar su aprendizaje.
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