El estrés es el mal del siglo, este daña nuestro cuerpo, nuestro desarrollo, pensamiento y cambia actitudes, pero no solo daña a nuestro cuerpo también a nuestro entorno.
En ocasiones el cansancio y preocupaciones del trabajo o el hogar, complican el día a día al llegar a casa y un descontento con tu pareja se puede convertir en una discusión hasta el punto de no poder hablar más de tantas cosas que pasan por tu cabeza.
¿Te ha puesto a pensar que esa falta de diálogo y ansiedad no es más que una consecuencia de la situación de estrés que estas viviendo?
Cuando pasas por una situación complicada por temas laborales o familiares, la relación con nuestra pareja, se resiente ya que al final de la jornada al estar juntos son el único vehículo de desahogo, pero en ocasiones mal enfocado. Nos ponemos en el papel de víctimas, personas dependientes que necesitamos a nuestra pareja a nuestro lado para todo. O bien, adoptamos un comportamiento que nos convierte en alguien irritado y agresivo, que elige los reproches y la descalificación.
Además de las discusiones o modificaciones de conductas, si se sufre insomnio a causa del estrés se verá reflejado en mayor irritabilidad y estados de ansiedad. Con esto las relaciones sexuales se ven afectadas, las relaciones sexuales pueden desaparecer y otras, se utilizan de forma compulsivo como relajante o fuente de afectividad.
El problema del estrés no genera ni aporta nada a la relación con nuestra pareja sino que afecta y merma momentos agradables. Recuerda la comunicación con tu pareja es primordial la tarea de los dos es ser el apoyo del otro no el flanco ni el bote donde tirar todo el peso de nuestra vida diaria, sal de la rutina, reinventa tu relación, se feliz y vive sin estrés.
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