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1. Cierra los ojos y conéctate a la tierra.
2. Retrae el aura o extiéndela hasta los 60 a 90 centí­metros alrededor del cuerpo en todas las direcciones. Comprueba las rosas y los colores de los límites, realizando los cambios precisos.
3. Pide a tu Yo Superior que venga, se coloque delante de ti y te ayude a ver o sentir su forma humana.
4. Cuando el Yo Superior se encuentre delante de ti, extiende las manos con las palmas hacia fuera e invita a tu Yo Superior a conectar contigo palma con palma.
5. Permite que la energía de las manos del Yo Supe­rior entre en tu cuerpo por los brazos y las manos y llene el corazón. Luego déjala inundar el corazón y llenarte también el cuerpo. Esto tarda de dos a tres minutos.
6. Cuando sientas la energía correr a través de ti, pre­gunta al Yo Superior si responde a algún nombre. Man­tente a la escucha de la manera más relajada posible. Si después de un minuto no te da un nombre, ve al paso siguiente.
7. Corta la conexión de manos y pide a tu Yo Superior que se coloque detrás para enlazar los chakras.
8. Inspira a través del chakra de la coronilla y pide a tu Yo Superior un cordón de luz desde su coronilla hasta la tuya. Cuando sientas la conexión, sigue adelante.
9. Inspira a través del centro de la parte posterior de la cabeza y pide a tu Yo Superior un cordón de luz desde su tercer ojo o sexto chakra hasta la parte posterior de tu tercer ojo. Cuando sientas la conexión, continúa con el si­guiente paso.
10. Inspira a través de la parte posterior del cuello y pide a tu Yo Superior que te envíe un cordón de luz desde su chakra de la garganta hasta la parte posterior de dicho chakra. Cuando sientas la conexión, continúa.
11. Inspira a través de la parte posterior de tu chakra del corazón entre los omoplatos y pide a tu Yo Superior que mande un cordón de luz desde su chakra del corazón o cuarto chakra hasta la parte posterior de tu chakra del corazón. Cuando sientas la conexión, continúa.
12. Inspira a través de la zona de las costillas directa­mente opuesta al plexo solar y pide al Yo Superior que mande un cordón de luz desde la parte frontal de su plexo solar, o tercer chakra, hasta la parte posterior de tu plexo solar. Cuando sientas la conexión, continúa.
13. Inspira a través del sacro y pide al Yo Superior que te mande un cordón de luz desde su chakra sacro o segundo chakra hasta la parte posterior de tu chakra sacro. Cuando se produzca la conexión, continúa.
14. Inspira a través de la rabadilla y pide a tu Yo Superior que envíe un cordón de luz desde su chakra de la raíz o primer chakra hasta tu chakra de la raíz. Ahora siente el suave chorro u ola de energía moviéndose por tu cuerpo desde detrás hacia delante. Es tu Yo Superior fu­sionándose plenamente con tu cuerpo. Quizá te sientas más abierto, ligero, pacífico, alegre, lleno de amor o sim­plemente con una sensación general de bienestar. Relájate en este espacio el tiempo que desees, antes de avanzar al siguiente paso. Si hay alguna parte del cuerpo en la que parezca no darse la fusión, respira en esa área y relájala hasta que sientas el cambio de energía que se produce cuando el Yo Superior es capaz de fusionarse contigo en ese punto.
15. Pregunta a tu Yo Superior qué regalo le gustaría recibir de ti. Luego, dáselo. Si deseas una explicación sobre la trascendencia del regalo, pídesela ahora.
16. A continuación extiende las manos delante de ti y recibe un regalo de tu Yo Superior. Sostén el regalo, sin­tiendo la energía y míralo. Si quieres preguntar a tu Yo Superior qué significa el regalo, hazlo.
17. Cuando estés preparado, coloca el regalo en tu cuerpo o tu aura, donde creas que sea su sitio.
18. Pregunta al Yo Superior si tiene algo que comuni­carte en este momento. Permanece relajado y receptivo, siente la conexión mientras esperas la respuesta. Puede que recibas un mensaje o tal vez no.
19. Cuando sientas que ha terminado di a tu Yo Supe­rior que deseas estar permanentemente unido a él. Pídele que te ayude de alguna manera en la consecución de este objetivo. Dile que volverás a conectar pronto con él y pídele que se mantenga unido a ti cuanto sea posible, incluso cuando no estés meditando.
20. Sé consciente del aire de la habitación que entra y sale por los orificios nasales. Luego hazte poco a poco consciente de tu entorno físico y abre despacio los ojos. Durante algunos momentos siente la conexión energética con tu Yo Superior conlos ojos abiertos antes de volver a tu actividad diaria. Fíjate en lo centrado y sereno que estás. Mantente presente en tu actividad al pasar de un momento a otro para ayudarte a mantener la conexión.

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