La vida humana se distingue por eso que llamamos comúnmente espíritu, este está conformado de energía, como también lo está nuestro cuerpo y los objetos que nos rodean, en síntesis, todo es energía lo sorprendente es que esta se transforma. Por esta razón es importante eliminar la creencia limitante en donde la idea fundamental parte del supuesto de que son inalterables las condiciones en las cuales nacimos, inmodificables las conductas que se generan con los impactos y huellas que la existencia ha dejado en nosotros; tomar conciencia de todo esto nos permite tomar la decisión de transformarnos.
Los físicos cuánticos aseguran que las ondas que emanan de nosotros contienen una energía vibracional específica que hace que atraigamos aquello que vibra en la misma sintonía.
Conectarnos con ese espíritu es estar In Spiritu en esa vibración, la fuente que reside en el interior de cada persona en donde radica la información acerca de lo que nos conviene hacer, la búsqueda de esto es lo que hoy llamamos llevar una vida espiritual.
Sin necesidad de convertirnos en gurús, hagamos lo básico, lo sencillo, lo primordial, el primer contacto con esa parte de nosotros requiere de paciencia, el viaje al interior es mágico, pasamos la vida buscando las respuestas en el exterior y nos quejamos constantemente de la infelicidad, lo cual es comprensible, lo que deseamos está dentro de nosotros, una vez descubierto y conocido podemos atraer todo aquello que necesitamos para lograr los proyectos, sueños y su realización.
Ese primer paso de conectar con nuestro Espíritu y Ser Supremo es esencial para saber quiénes somos, la razón por la cual estamos aquí, lo contrario implica que seamos como cometas sin rumbo, sujetos a fuerzas externas y sin control de nuestra parte.
Saber quiénes somos nos ubica en una situación donde el éxito es posible, proporciona seguridad que retroalimenta cada uno de nuestros actos. Tomar unos minutos diariamente para hacer esa conexión es el secreto, sugiero sea en la mañana, al despertar, sentir que el espíritu nos muestra el camino, sincronizar con ello a la intuición, viajando así diariamente al interior logramos integrar lo externo, hacerlo útil en vez de una carga.
Todo aprendizaje es extraordinario, somos la suma de aquello que nos aporta el contacto con los libros, los medios y los pensamientos que nos rodean; la información más valiosa radica en nosotros mismos, de ahí que lo deseable es que la fuente permita el fluir del agua sin detenerse, ligera que al encontrarse con obstáculos o piedras en el camino pueda sortearlos sin contratiempos.
Encuentra tu propósito en este plano y tu visión y tu misión viajando a tu enriquecedor interior, ese amigo que finalmente es el que va contigo siempre, el inseparable, por fortuna.
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