Publicado por Memo el 24 de Mayo de 2009 a las 4:30am
+ 5.6.- AGONIA DE AMOR. 5.8.- ORIGINAL Y DE BUENA MARCA+ María Fernanda Miraval: Callada, Callada, hizo gran Trilogía de Amor+ WordPress: http://es.wordpress.com/tag/nuevas-escritoras-mexicanas/Seguimos en la publicación on line de los trabajos del quinto ejercicio CADENAS DE MI PASADO, de nuestro taller AFLORA LA ESCRITORA QUE LLEVAS DENTRO. María Fernanda Miraval me ha dicho que hace 20 años esperaba oportunidades como esta. ¡Vaya manera de revelar lo que ya tenía!. En estos primeros cinco meses, logró una magnífica trilogía de amor y desamor, aún cuando los nombres de los personajes cambian. La construcción fue con buenos cimientos y sobre la marcha. De la autora de YA NO ME GUSTAS CUANDO CALLAS y, PAREJA EN CRISIS: LA ESTRATEGIA, ahora leemos:YA NO LE GUSTO CUANDO CALLOMaría Fernanda MiravalCómo si una voz interna lo impulsara a salir huyendo, tomó las llaves del coche y enfiló hacía el único lugar en el cual se sentía tranquilo, su pueblo. El único problema es que en Atotonilco estaba su familia, sus amigos y todo lo que necesitaba evadir o, bueno, necesitaba estar en un lugar neutral, así que de un volantazo se regresó y decidió que el mejor destino, por ahora, era Mazamitla.Durante el trayecto trató de no pensar en nada, pero su naturaleza siempre lo traicionaba, se sentía acorralado por todo, por lo que acaba de pasar, pero más que nada por lo que podía suceder. Como es que las cosas llegaron a tanto.Mazamitla, por fin estaba frente a él. Ya había visitado este pequeño pueblo varias veces. En esas escapadas de cuando era estudiante, en las que de pronto alguien decía el viernes por la tarde “vámonos de fin a Mazamitla” y así lo hacían. En esa época no era capaz de apreciar la belleza del bosque y mucho menos la tranquilidad qué este hermoso pueblo enclavado en la Sierra del Tigre, en Jalisco, era capaz de ofrecer. Con sus casas con techos de teja y su calles empedradas, ese olor a tierra mojada; y por sobre todo los hermosos paisajes que lo rodeaban. Verde era el color que mejor lo describía.Con un hermoso atardecer detrás de sí, comenzaba a sentirse a salvo. O al menos eso quería creer. Necesitaba una justificación para no regresar a Guadalajara, a enfrentar la realidad. Y este bosque era el mejor lugar para estar en silencio, lejos de todo aquello que lo sobrepasaba.Encontró hospedaje en un hostal. La habitación que le asignaron contaba con lo indispensable. Una mesa pequeña, una silla, la cama y el closet, todos de madera oscura, típica de la región. En otras circunstancias se habría sentido de ánimo para admirar el mobiliario, lo mismo que la comodidad y amplitud del baño, que también tenía detalles de madera. En cuanto se quedó solo, se dejó caer sobre la cama. Necesitaba dormir, se sentía cansado. Y no bien pasaron unos cuantos minutos, cuando el sueño lo venció.Pero ella, Natalia, se coló entre las sábanas y como si lo hubiera sacudido violentamente, lo regresó a la realidad. Vio el reloj, pasaba de la una de la mañana. Intentó conciliar el sueño pero, le fue imposible y la ansiedad regresó. Después de dar de vueltas sobre la cama, recordó el remedio de la ducha. Tampoco funcionó.Así qué, sin poder soportar el encierro, salió del hostal y se fue a caminar a la plaza. Hacía frio, pero él no lo sentía. Se sentó en una banca, justo frente al kiosko, que como casi todo ahí, estaba elaborado en madera oscura. Tenía la iglesia principal a la derecha. La observó detenidamente, sobresalía por su color blanco y sus altas torres. De pronto, se sintió observado, creyó que era la luna. Era octubre. Pensó en ella. Si Natalia estuviera ahí, seguro habría dicho que efectivamente las mejores lunas son las de octubre. Pero no, no era esa hermosa luna, enorme y amarillenta la que lo observaba, era ella. Siempre ella.Y como si fuera una maquinación del cosmos, el parloteo de ella se acoplaba perfectamente a su espíritu silencioso. Por eso le fue imposible ignorarla. Natalia era del tipo de mujer que no pasaba desapercibida. Y aunque Cristóbal reflejaba ante el mundo una imagen reservada y sobre todo apartada de sus compañeros de trabajo, Natalia sería la única en conocer en él, al hombre, no sólo al futuro director general.Sin poder precisar en qué momento, se descubrió pensándola. Le gustaba verla pasar frente a su oficina. Y cuando se acercaba a saludarlo, el sentirla cerca lo alteraba, lo emocionaba y hasta le provocaba erecciones. No tenía un cuerpo espectacular, pero era imposible no verla y sentirse atraído por sus atributos. Tenía una linda sonrisa y de pronto le dirigía unas miradas escrutadoras que lo ponían nervioso y qué decir de sus senos; le despertaban la imaginación y más de alguna vez hubiera querido olvidar las reglas y buscar un lugar para cumplir las múltiples fantasías que le inspiraban. Casi sin notarlo pasaron de lo profesional a lo personal. El contacto se hizo más frecuente y él sabía que no le era indiferente. Entre miradas y sonrisas se decían todo. Y Cristóbal se sentía en su elemento, las palabras no eran lo suyo, así que Natalia, aprendió a interpretar ese lenguaje al que no estaba acostumbrada, pero que le comenzó a gustar. Así que si quedaba alguna duda, ésta se disipó la primera vez que salieron. El primer beso fue más elocuente que el mejor de los discursos.Aprendieron a comunicarse en silencio y su mejor cómplice fue la tecnología, los mensajitos y el messenger. De esa forma se decían mil cosas que sus voces tenían que callar. Así que aprovechaban las poquísimas ocasiones en que se podían escapar para estar juntos y solos. Lo que más le gustaba a Cristóbal era la manera en Natalia lo tocaba. Lo acariciaba con ternura, con esmero, sus dedos lo recorrían despacio y si llegaban a posarse sobre el lugar apropiado, indudablemente hacían despertar en él una pasión que no había conocido antes. Se besaban y se abrazaban tanto, se descubrían distintos cada vez que hacían el amor. Eran los mismos de siempre, pero diferentes. Nadie se habría imaginado lo que sucedía entre ellos, después de verlos trabajar uno al lado del otro en un eterno silencio. Lejos de la gente, se convertían en unos amantes capaces de ensordecer y escandalizar al más “open mind”. Su amor era un secreto de dos, un tesoro que Cristóbal no estaba dispuesto a compartir con nadie. La perfección total.Y es que Cristóbal tenía demasiadas prioridades. Por un lado, le agradó que fuera precisamente Natalia quien se convirtiera en su mano derecha en el proyecto que sabía que culminaría en su ascenso en la empresa. Ese era el primer objetivo en su lista y, como complemento, estaban sus cursos y terminar su doctorado;¬ aparte de que tenía que buscar tiempo para sus dos hijos, era un buen padre. Por su ex, hacía tiempo que ya no tenía que preocuparse. Y con Natalia al lado, sabía que el proyecto no podía salir mal, al contrario y si le sumaba que se entendían perfecto en lo personal, las cosas no podrían ir mejor.Le había costado mucho llegar a donde estaba como para arriesgarse por… Además, Natalia siempre estaba ahí, para qué preocuparse por ella. Las reglas de su relación le habían quedado perfectamente claras y todo iba como debía ir. Error, la perfección no existe.Una noche, justo cuando estaban en la parte culminante de su proyecto, vino la catástrofe. Sin más se plantó delante suyo y le dijo:–Cristóbal, tus besos, tus abrazos y tus caricias me dicen que me amas, pero eso no me basta. Ya no me gustas cuando callas. Quiero que me respondas una sola pregunta ¿Quieres casarte conmigo?Por eso estaba ahí, sentado en la banca de la plaza de un pueblo que antes le encantaba visitar para pasarla bien con sus cuates, tomarse unas cervezas y…Se le antojó una “chela”. Recordó que había una “tiendita” donde sin importar que el reloj de la iglesia marcara las tres quince de la mañana, podía conseguir algo para beber. No lo pensó dos veces, sentía la boca reseca, se compró un six y regresó a “su” banca. Y comenzó a beber con calma, tenía al menos un par de horas antes de que el pueblo despertara. Ahí la gente comienza su día a las cinco; él hacía como seis meses que había comenzado un día que parecía interminable.Cómo hacer para contestar semejante pregunta. No quería lastimarla, ni salir lastimado. La verdad es que nunca ni por un segundo le pasó por la mente el formalizar su relación. No era necesario. No era factible. No hacía falta y creyó que Natalia lo tenía bien claro. Hacerlo implicaba echar por tierra sus proyectos, su posición. La pasaban tan bien juntos. Qué más quería, se veían a diario, como equipo funcionaban estupendamente, hacían el amor de vez en cuando. ¡Cómo diablos se había atrevido a arruinarlo todo!Lo que Cristóbal no fue capaz de entender fue qué, Natalia después de pasar días y noches enteras buscando la manera y el momento para hablar con él, justo una noche, en que el silencio y la oscuridad comenzaban a envolverla, se ánimo a ir a festejar a Paty, la de contabilidad. Y si mezclas desesperación con tequila, el resultado es por lo demás inesperado. Natalia se apareció en su casa a media noche. Tambaleante, con aliento alcohólico, eso sí con harto valor como dicen en su pueblo. Y con toda la seriedad que había ensayado frente al espejo, se atrevió por fin a vencer el miedo. Sí, miedo a lo que Cristóbal piensa y a lo que no piensa, a lo que dice y a lo que no dice, miedo a lo que Cristóbal siente y a lo que no.Esa noche, Cristóbal, que estaba medio dormido, pasado el susto que le provocaron sus toquidos, intentó hacerle ver que había sido una imprudencia ir a verlo en ese estado. Ella le exigió una respuesta:--Es demasiado pedir un simple si o no.--Vete a dormir Natalia, necesitas… necesitamos descansar.- Ella lo obedeció en silencio.Cristóbal, pensó que lo sucedido había sido producto del alcohol y que cuando se le bajara el berrinche, todo volvería a la normalidad, que sólo era cuestión de tiempo. Y en esencia ella seguía comportándose como la más responsable y acuciosa colaboradora que jamás había tenido. Así qué él, decidió esperar a que ella fuera la que diera el primer paso, y retomaran la parte personal de su relación.Error. El día de la presentación de los resultados de su proyecto de investigación, después de meses de arduo trabajo y de haber logrado el reconocimiento de propios y extraños, algo salió mal. Natalia no aparecía por ningún lado. Todo estaba listo, menos ella. La empresa organizó un evento a lo grande, en el que ambos iban a exponer lo que se consideraba la innovación del año en química. Cristóbal iba de un lugar a otro, celular en mano. Mientras su secretaría llamaba a cuanto número se le ocurría, pero no ella contestaba y nadie sabía su paradero. Finalmente, con el temple que lo caracterizaba, Cristóbal tomó el control de la situación y se plantó frente a todos e hizo lo que debía hacer, no sin antes disculpar a su colega y colaboradora Natalia. Realizó una magnífica exposición y, obvio, fue un éxito rotundo.Justo al final de su discurso, Don Panchito, el portero, se acercó a Cristóbal y le entregó un sobre manila de parte de la señorita Natalia. Sin decir nada, para variar, y sin que su actitud sorprendiera a nadie, se fue a encerrar a su oficina.“Cristóbal, felicidades por este triunfo. Te lo mereces. No voy a llenarte de reproches, al final de cuentas nadie me obligó a nada. Aquella noche de copas, como dice la canción, me cayó la verdad como un balde de agua fría. Y como buena alumna, la fui procesando en silencio. Por eso no me tienes hablándote de frente, porque no quiero que me mandes a dormir antes de terminar. Además, de que sé que lo único que obtendré será más silencio; y lo que en realidad hubiera querido hacer esta noche, es pararme enfrente de la audiencia y gritarles que a tu lado he visto las peores películas de mi vida, y que a pesar de todo, jamás disfruté tanto de ir al cine.Tranquilo, te quiero demasiado para echar a perder tu proyecto de vida. ¡Quien carajos soy yo para estropearte tu mundo perfecto! Me falló la táctica y equivoqué la estrategia. A lo más que llegué fue a ser un cuerpo desnudo en tu cama. Un cuerpo con estúpidas aspiraciones de convertirse en tu pareja ante los ojos del mundo, pero nunca llegó el día en que por fin, sin ninguna razón, me necesitaras.Y aunque te parezca absurdo, decidí qué, justo hoy, era mejor el momento de enmendar mis errores. Te aclaro, no fue un error enamorarme de ti, el error fue no haber sido capaz de darme cuenta de que tú nunca me amaste; al menos no como para jugártela por mí, por nosotros. Sé que estarás mejor sin mí, es más dudo que pasados unos días notes mi ausencia y yo… yo no me pienso quedar sola, eso te lo certifico”.Para cuando terminó de leer la carta, Natalia se encontraba muy lejos.Por si alguien se lo pregunta, Cristóbal nunca la buscó, optó respetar su decisión, además que no le pudo perdonar que haya echado a perder todo.De Natalia, se dice que es una mujer exitosa y feliz y, obvio, sola no está. El director general, cada vez que puede regresa a Mazamitla, igual que aquel día en que abandonó la recepción sin despedirse de nadie y así poder engarzarle un eslabón más a su cadena de recuerdos. Y es qué, aunque no sea octubre y no haya luna, el silencio que regresó a su vida, cuando ella se fue, se hace menos pesado en esa banca, que es la única que no lo abandona.
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Excelente historia:
Esas sonlas actitudes que en la vida real deberia uno tomar, sin duda y sin temor, enfrentando la verdad tal como es, no solo es una historia, si no una GRAN VERDAD, que debemos seguir para darnos mas fuerza al tomar uan decision,
buen trabajo,
laura.
a mi todas las historias y mas si son de amor o pasion y todo lo relacionado de este tipo de escritos me gustan me encanta como haces la narracion de principio a fin,sabes envolver con las palabras me gusto felicidades
Muchas felicidades María Fernanda, excelente y bien narrada historia, de hecho, con un final valiente, diferente de lo que usualmente llega a suceder en este tipo de relaciones al aferrarse a sentimientos y personas erróneas para una vida sana en pareja. Claro que también habría que saber porqué Cristóbal no quería ese compromiso en ese momento, dado que era divorciado y no un solterón acostumbrado a su soledad. Un cariñoso abrazo
Que historia, enserio, me mantuve pendiente de todo asta el final, supiste envolverme en el escrito, deverias convertirla en novela, WOW me encanto, FELICIDADES!!
Excelente trabajo, las mujeres deberiamos ser tan valientes como tu protagonista, en la vida real, hay muchos hombres que les da miedo el compromiso, y tal vez fue lo que le ocurrio a Cristobal, y si respeto la decision de Natalia, es por no la Amo nunca, solo disfruto de los bellos momentos que pasarón juntos.
MARIA FERNANDA:
ES UN ESTUPENDO TRABAJO MUY BIEN NARRADO Y DETALLADO...CON DESCRIPCIONES MUY BONITAS Y CLARAS AQUI HAY SENTIMIENTOS QUE PUEDEN PALPARSE....Y ESO ME GUSTO MUCHISIMO!!.....
TAMBIEN QUIERO DECIRTE QUE SEA REALIDAD O FICCION NATALIA HIZO LO INDICADO....TIPOS ASI NO VALEN LA PENA....Y CONCUERDO CON AIME LANDEROS....DIGNIFICAS MUCHO A LA MUJER (COMO DEBE DE SER) LAMENTABLEMENTE NO TODAS SABEN DECIR QUE NO A TIEMPO....
QUE BUENO QUE NATALIA SI LO HIZO.......
ME GUSTO MUCHO ESTE TRABAJO
TE FELICITO CALUROSAMENTE
Muchas felicidades Ma. Fernanda,
Lo que más me gusta de tu trabajo, es como dignificas a la mujer. Tus mujeres son muy inteligentes, tanto que son capaces de "perder" o, mejor dicho, de retirarse en el momento más oportuno. ME ENCANTA !!!
Además, me encató tu "cita velada" a Benedetti, aprovechando el auge por su fallecimiendo con la frase "pero nunca llegó el día en que por fin, sin ninguna razón, me necesitaras" como él deseaba que sucediera en alguno de sus poemas.
Un abrazo !!!
María Fernanda... te llevas las palmas. ¡Qué capacidad de recrear imágenes, circunstancias, sentimientos y emociones con tu excelente manejo del lenguaje!
Esa frase: "el error fue no haber sido capaz de darme cuenta de que tú nunca me amaste; al menos no como para jugártela por mí, por nosotros" me caló hondo. ¿Por qué algunos seres humanos somo así? ¿Por qué carecemos del valor para defender un verdadero amor?
María Fernanada:
Felicidades por tu trabajao. Sabes algo???? me dió mucho coraje que Cristobal no tuviera los suficientes pantalones para jugársela por ella, pero aplaudo lo que hizo Natalia al verse en esa situación sin futuro. Lo más bonito de tu trabajo: es que metas a los lectores en la mente de tus personajes. Good job !!! (como dicen los americanos))
Felicidades María Fernanda. Una historía muy real, donde a veces el miedo a contraer compromisos de pareja, termina con algo que pudo ser una gran historia de amor. Y bien por Natalia!!!.
Muy interesante tu trabajo.
Te mando un fuerte abrazo.
Comentarios
Esas sonlas actitudes que en la vida real deberia uno tomar, sin duda y sin temor, enfrentando la verdad tal como es, no solo es una historia, si no una GRAN VERDAD, que debemos seguir para darnos mas fuerza al tomar uan decision,
buen trabajo,
laura.
Me he quedado con la boca abierta!!
WOW
Felicidades!!
Que historia, enserio, me mantuve pendiente de todo asta el final, supiste envolverme en el escrito, deverias convertirla en novela, WOW me encanto, FELICIDADES!!
Exelente escrito!!!
Excelente trabajo, las mujeres deberiamos ser tan valientes como tu protagonista, en la vida real, hay muchos hombres que les da miedo el compromiso, y tal vez fue lo que le ocurrio a Cristobal, y si respeto la decision de Natalia, es por no la Amo nunca, solo disfruto de los bellos momentos que pasarón juntos.
ES UN ESTUPENDO TRABAJO MUY BIEN NARRADO Y DETALLADO...CON DESCRIPCIONES MUY BONITAS Y CLARAS AQUI HAY SENTIMIENTOS QUE PUEDEN PALPARSE....Y ESO ME GUSTO MUCHISIMO!!.....
TAMBIEN QUIERO DECIRTE QUE SEA REALIDAD O FICCION NATALIA HIZO LO INDICADO....TIPOS ASI NO VALEN LA PENA....Y CONCUERDO CON AIME LANDEROS....DIGNIFICAS MUCHO A LA MUJER (COMO DEBE DE SER) LAMENTABLEMENTE NO TODAS SABEN DECIR QUE NO A TIEMPO....
QUE BUENO QUE NATALIA SI LO HIZO.......
ME GUSTO MUCHO ESTE TRABAJO
TE FELICITO CALUROSAMENTE
ADRI
Lo que más me gusta de tu trabajo, es como dignificas a la mujer. Tus mujeres son muy inteligentes, tanto que son capaces de "perder" o, mejor dicho, de retirarse en el momento más oportuno. ME ENCANTA !!!
Además, me encató tu "cita velada" a Benedetti, aprovechando el auge por su fallecimiendo con la frase "pero nunca llegó el día en que por fin, sin ninguna razón, me necesitaras" como él deseaba que sucediera en alguno de sus poemas.
Un abrazo !!!
Esa frase: "el error fue no haber sido capaz de darme cuenta de que tú nunca me amaste; al menos no como para jugártela por mí, por nosotros" me caló hondo. ¿Por qué algunos seres humanos somo así? ¿Por qué carecemos del valor para defender un verdadero amor?
Felicidades por tu trabajao. Sabes algo???? me dió mucho coraje que Cristobal no tuviera los suficientes pantalones para jugársela por ella, pero aplaudo lo que hizo Natalia al verse en esa situación sin futuro. Lo más bonito de tu trabajo: es que metas a los lectores en la mente de tus personajes. Good job !!! (como dicen los americanos))
Muy interesante tu trabajo.
Te mando un fuerte abrazo.