Publicado por Memo el 11 de Abril de 2009 a las 8:30am
+ 3.14.- UN MOMENTO DIVINO. 3.16.- SEGUNDA OPORTUNIDAD+ Colibrí 729 hace reflexionar a Leticia de un tema que ya no es tabú+ Dos trabajos andaban rezagados, éste y el de EsperanzaAunque ya estamos a punto de iniciar la publicación on line de los trabajos del cuarto ejercicio, LO QUE NUNCA DIJE, con cierto retraso llegaron dos textos del tercer ejercicio YO ESTUVE AHI. El de Colibrí 729 y el de Esperanza, mismos que publicamos en los blogs Escritoras 3.15.- ¿INFIDELIDAD CONGENITA? y en Escritoras 3.16.- SEGUNDA OPORTUNIDAD, respectivamente. A continuación, esta real y honesta reflexión de Leticia, en AFLORA LA ESCRITORA QUE LLEVAS DENTRO:¿INFIDELIDAD CONGÉNITA?Colibrí 729Él se acaba de ir, prometiendo regresar por una respuesta. Sola... en la penumbra de su recámara, Leticia cierra sus ojos y hurga en su pasado, tratando de explicarse a sí misma la causa de su fracaso matrimonial:- ¿Por qué fui infiel?, ¿la infidelidad es una especie de venganza ante episodios de la infancia?, ¿se trae en los genes?, ¿se aprende?, ¿o acaso se imita...?Se sumerge en sus recuerdos... ella se sabe producto del adulterio. Cuando la engendraron, su papá estaba casado y su mamá recién separada de su primer esposo. Intentaron abortarla, pero ya estaba escrito que debía nacer... Dos años después, falleció la esposa de su papá y sus padres se casaron, fundando una familia compuesta por once hijos...A la edad de 7 años... ¡ella estuvo ahí. Encontró casualmente a su papá con otra mujer dentro de su carro, en una colonia cercana a su casa. Su rostro... el mismo rostro, siempre adusto y hostil cuando sus hermanos y mamá intentaban acercarse a él... ahora sonreía, bromeaba ¡y hasta besaba a una mujer que no era su madre!Sabía que estaba traicionando a mamá, sintió una inmensa ira contra él e irreflexivamente le reclamó su proceder...- ¿Papá...?- ¿Qué haces aquí hija de la ch...? (Desconcertado).- Vengo de hacer un trabajo en equipo. (Recobrando el valor) ¿Y usted qué hace aquí con esta mujer? (en tono acusador).- Eso es algo que a ti no te importa. Váyase a ch... su madre. (Sale del auto dispuesto a golpearla).- Me voy, pero eso que usted está haciendo no se vale, ¡no se vale! (gritó con su débil voz).- Lárgate de aquí y nomás sé que le dices algo a tu madre y te rompo...Entre lágrimas de rabia e impotencia llegó a casa y con la insensatez propia de la niñez, informó lo sucedido a su mamá, quien se enojó y vociferó pero soportando su tristeza y por miedo a perderlo... lo perdonó. En ese momento, Leticia se juró que a ella jamás le harían lo mismo. (Le hubiera gustado jurar también, que jamás haría lo mismo).Cuando conoció a su esposo, le cautivó su mirada triste. Supo que siendo niño, sus padres lo abandonaron. Fue ella, quien propuso que se casaran. Él no quería, pero ella insistió porque se sentía “Superwoman” y con sus súper-poderes lo rescataría de la tristeza... con su gran amor haría que su mirada sonriera. A lo lejos, se escuchaban en la radio, las notas musicales de la canción “El muchacho de los ojos tristes”:“El muchacho de los ojos tristesha encontrado al fin una razónpara hacer que su mirada ríacon mis besos y mi gran amor.”¡Menuda sorpresa! Leticia no contaba con que su esposo trajera consigo su cargamento de kryptonita, capaz de robarle sus súper-poderes. Desde los primeros días de casados, él tenía unos cambios imprevisibles de humor. Iba con extrema facilidad de la euforia a la depresión. Tan pronto era encantador como detestable. No saber cuándo la iba a tratar con amor y cuándo iba a mostrarse indiferente, la mantenía en un estado constante de incertidumbre.Él sí podía encolerizarse por casi nada; ella no podía quejarse porque de inmediato, él le restregaba en la cara que había sido su decisión casarse con un jodido. En ese clima tan inestable, nacieron sus hijas. Los gastos se incrementaron y él tuvo que aceptar que Leticia ejerciera nuevamente su profesión.Ahí conoció a Renato, un compañero de trabajo, quien ocupó trece meses, para que ella aceptara una invitación de su parte... él también... era casado.Renato... quizá por su madura edad poseía una indescifrable y seductora personalidad. Su compañía es agradabilísima. Era el hombre más inteligente y experimentado que había tratado. Tenía cultura, buenos modales... era elocuente. Sabía hacerla sonreír... sabía de qué hablar y en el momento justo. Sabía hacer regalos sin incomodar; cambiaba la cantidad por la calidad. Tenía una visión experimentada sobre los valores de la vida. La trataba con respeto y cariño. ¡A Leticia le fascinaba su desenvoltura!Y sucedió... lo que más detestaba de su padre, ella lo cometió: ¡adulterio! Un adulterio donde lo menos frecuente era el sexo porque lo importante era la complicidad para escuchar una canción, para compartir un poema o para idear estrategias que mejoraran su competencia profesional.Era un vaivén entre la dicha y la culpabilidad. ¿Cuántas veces intentó concluir esa relación culposa? Tantas, que no recordaba. ¿Qué la hacía regresar? Darse cuenta que si bien, su esposo la apoyaba en los quehaceres del hogar, continuaba ignorándola y evitaba interactuar con sus hijas. Por ejemplo, cuando iban al parque con las niñas, él se iba por su lado a caminar y las dejaba. En casa, lo típico era:-¡Vamos al cine... yo pago!- Sabes que odio salir de la casa. Vayan ustedes.O en fechas especiales:- Hoy es año nuevo... ya hice la ensalada para ir a cenar con tu mamá. ¿A qué horas nos vamos?- Tú sabes que no tolero a mi mamá. ¿Crees que es tan fácil olvidar que me abandonó siendo un niño?- Deja ya esos rencores, sólo te lastimas y lastimas a los demás. Ya no eres un niño... tu mami ya está grande y anda... regálale un poquito de amor. ¿Vamos con ella? Recuerda que nos espera.- No... ¡Ya, entiende de una buena vez! Si quieres, ve tú y llévate a los niños. Conmigo no cuentas.En cambio, Leticia jamás recibió tantas atenciones de ningún hombre, como de Renato. Él la escuchaba con sensibilidad, empatía e interés. Su mirada la hacía sentir que aún era atractiva y deseable. Compartían los mismos gustos (literarios y musicales) y ambos odiaban la monotonía... por eso, cada salida era diferente.Renato le pidió de múltiples maneras que dejaran a sus parejas y consolidaran su amor, pero Leticia no se atrevió porque le dolía imaginar el dolor que podría acarrear en su hogar... en Carmen, esposa de Renato. Recordar el dolor de su madre cuando se enteraba de las frecuentes infidelidades de su papá... le dio valor para concluir esa relación pecaminosa.¿Cuándo iba a imaginar que Renato se atrevería a concertar una cita con su esposo para pedirle que la dejara, porque ellos se amaban? Acordaron que fuera ella quien decidiera. ¡Fue terrible escuchar los justos reclamos de su esposo cuando regresó! Desquitó su furia y celos agrediéndola física y verbalmente.Intentando ganarse el perdón de su esposo... decidió seguir con su matrimonio y cambiar de empleo, pero él la castigaba intensificando su silencio y su retraimiento. Se acercaba a él, porque comprendía que necesita, como todos, sentir que le importa emocionalmente a alguien, pero esa necesidad normal, él la mezclaba con el resentimiento. En ocasiones parecía que la había perdonado y actuaba amablemente por dos días. De pronto, resurgía con más fuerza su odio, una combinación de hostilidad y desprecio.Siendo sus hijas ya adolescentes, le preguntaban ¿por qué permites que papá te trate con desprecio? No se atrevía a contestarles. ¿Qué sus hijas se enteraran que había tenido un amante? Ese era precisamente el chantaje que la tenía imposibilitada para actuar. En venganza, su esposo se ausentaba por varios días, en los cuales se olvidaba de cooperar con los gastos familiares. Cuando regresaba, aclaraba no sentirse culpable por haberlo hecho.Toleró por largos años esa discordancia porque lo merecía... pero reaccionó al preguntarse “¿es este el modelo de relación pareja que quiero aprendan mis hijas?”. Con esta pregunta en la mente, cuando el flamante esposo regresaba de una prolongada ausencia, Leticia le pidió que esta vez... ya no regresara.Enfrentó la ruptura, transformando a la culpabilidad y frustración... ¡en trabajo! Y ocupó su tiempo libre para crear un entorno más agradable no sólo para ella, sino también para sus hijas. Renato, cansado de sus negativas para continuar esa relación, decidió olvidarla... ya encontraría en quien utilizar sus tácticas de seducción.Lo más devastador durante ese primer año de ruptura, fue la constante amenaza de suicidio de su esposo, pero la “Ley de Atracción” (atraes lo que piensas) hizo su tarea: lo colocó en una situación de auténtico peligro... sufrió un secuestro express, del que a Dios gracias, salió ileso y le ayudó a reflexionar... ¡dejó de amenazarla!Su esposo, ha cambiado... enfrentarse con la soledad no ha sido tarea fácil. Desde que corroboró a la distancia que efectivamente, Leticia lleva una vida honesta... su trato hacia ella y sus hijas ha mejorado sustancialmente. Ahora, cuando visita a sus hijas, interactúa con ellas en alegre camaradería: conversan, cantan y tocan las guitarras. ¡Se ven tan felices!Leticia abre sus ojos... redescubre la belleza del mundo que la rodea y se da cuenta que ya han transcurrido casi tres años de esa separación matrimonial. Su esposo acaba de irse. Vino a ofrecerle por enésima vez reconstruir su matrimonio, pero esta vez sobre las bases del respeto mutuo porque asegura que la sigue amando, que la ha perdonado y ha obtenido un aprendizaje positivo de esta separación. Su último comentario resuena en la mente de Leticia: ¡Ya es tiempo de emprender una nueva vida!Ella aún no sabe cuál será su respuesta, si valdrá la pena una última oportunidad... tampoco sabe si la infidelidad es congénita o influye el entorno familiar, social o cultural... intuye que éstas son simples excusas para justificar un acto de deslealtad. Lo único que sí sabe es que quiere ser fiel a sí misma... sin dañar a los demás.
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Que buena historia, me gustan los temas de los que nadie quiere hablar por miedo, por culpa o por precaución de no confesarse... Que pena por Leticia, si supiera que me escucha (que me lee) le diría que cambiara la visión que tiene de lo vivido y en lugar de sentir culpa, recordara a Renato con placer, con gusto, con alegría, porque le dio lo que nadie le había dado a si vida. Desafortunadamente a las mujeres nos educan para ser responsables de la felicidad de todos, menos de la propia; yo safo, porque eso no nos corresponde, solo somos responsables de nuestra felicidad... La de los demás por mucho que los amemos no nos corresponde.
Leticia, bien por esos momentos de amor, de pasión y de sexo.
Felicidades Colibrí, una excelente historia!!! Es posible que lo que le sucedió a Leticia fue un tanto por lo que dice el dicho "díme qué es lo que más odias y te diré en qué te convertirás" que puede resultar un destino tajante y terrible si no arreglamos y superamos ese sentimiento. A partir de ello, de manera inconsciente acomodamos las fichas de nuestro tablero de juego para que así suceda y pareciera que la vida nos pone las situaciones perfectas para ello, pero en realidad, se trata de confrontar en propia piel lo que tanto nos lastimó y que no nos dimos cuenta de qué manera nos afectó, pero que se presenta como una oportunidad para resolverlo en nosotros y permitirnos comprender y perdonar a los que nos lo hicieron. Es así porque nosotros somos la medida de nuestras vidas y de las vidas de los demás. Un abrazo
Hola Colibrí, Felicidades¡¡¡ Definitivamente solamente el que carga el morral sabe lo que lleva dentro. Pero yo me dí cuenta que Leticia se casó con un hombre inseguro y cargando traumas, y como buena mujer pensó: -"Yo lo voy a ayudar a dejar traumas e infelicidades"- ERROR ERROR ERROR. Desafortunadamente es más fácil acabar también infeliz y traumada que ayudar al otro. Tenemos que orientar a nuestras jovencitas. Hacerles ver que nosotras las mujeres elegimos al que será el padre de nuestros hijos, y que nadie puede cambiar a nadie...excepto a si mismo. Ojalá que Leticia encuentre un buen hombre con quien compartir felizmente su vida, porque creo que regresar con su esposo no la llevaría a nada bueno.
Hace tiempo me costo comprender que los problemas de los adultos son solo de ellos, y no podemos cargar con esas culpas, por que no son nuestras vidas,
El problema, es que de adulto, tienes esa inseguridad de que te suceda algo parecido, al relato que nos has regalado,
Pero k crees, que la vida nos pone en esa encruijada y tomar la decision de hacerlo o no es tentadora, quien dijo que todo esta ecrito, si nosotros podemos tomar la mejor alternativa, siempre y cuando no lastimemos a terceros y consientes de la responsabilidad que genera.
Y sobre todo, aun mas consientes de cuando tenemos que alejarnos, y sabes por k , por que la vida aun nos tiene reservado miles de regalos.
GENIAL!!!!!!!!!!!.... COLIBRI, DEJAME DECIRTE QUE TU HISTORIA, NO ES DE JUSGAR SABES POR QUE?. POR QUE, TU ERES SINCERA Y SI PENSASTE EN LA ESPOSA, DE EL, AL CONTAR EN TU HISTORIA, LLENA DE SINCERIDAD, Y HONESTIDAD, ME LLENA DE VERDAD PERO A MI, ME IDENTIFIQUE CON TU HISTORIA, SOLAMENTE, QUE ESTO ES DIFERENTE, POR QUE LETICIA FUE LA AMANTE DE ALGUIEN NECESITADO ESO CREO YO, LETICIA, ERA, LA AMANTE PERO FUE TAN HONESTA QUE ELLA SI PENSO EN LA ESPOSA, Y ESO TIENE MUCHO VALOR, ESO RESULTO AMOR DE VERDAD, Y SUENA LOGICO, POR LA ATRACCION DE 2 PERSONAS QUE SE NECESITABAN, Y ESO TAMBIEN SE VALE, YO SI JUSTIFICO LA INFIDELIDAD DE LETICIA, SOLO SE DEJO LLEVAR POR LAS SIRCUNSTANCIAS, SOLEDAD Y NECESIDAD, POR ESO CREO QUE DIOS PONE TODO EN SU LUGAR, LETICIA FUE HONESTA, Y ACTUO CON MUCHA MADURES EMOCIONAL, NO SOMOS NADIA PARA JUSGAR A LOS DEMAS, YO FUI JUSGADA HASTA POR LA AMANTE DE MI MARIDO, Y ME DOLIO, Y ELLA SIGUE OSTIGANDOLO, LO QUE NO HIZO LETICIA, VEZ COMO ES DIFERENTE?, NADA QUE VER, YO EN MI CASO DE ESPOSA HE EHTREGADO MI CORAZON MI FIDELIDAD, Y NO ME ADMIRO DE NADA, SOY REALISTA, Y SI SE PRECENTARA UNA SITUACION COMO LA DE LA LETICIA, ES POR QUE YA ME TOCARIA, SI ME ENTIENDES?. PERO NO HA PASADO NADA DE ESO, TAL VEZ LO QUE NECESITO ES UNA PRUEBA EN MI VIDA PARA PERDONAR DE CORAZON A MI MARIDO, Y TAL VEZ NO, SABES POR QUE?... POR QUE ELLOS ACTUAN Y PIENSAN CON EL ESTOMAGO NO CON LA CABEZA DE ARRIBA SINO LA DE ABAJO, SUENA GROSERO PERO ES ASI, Y UNO AUQNUE AMANTE SERA SIEMPRE POR AMOR, EN ALGUNAS MUJERES Y ASI FUE LO QUE LE PASO A LETICIA, NO JUSGO A LETICIA, PARA NADA, ES MUJER, CON BUENOS SENTIMIENTOS, Y ESO ESTA LEJOS DE MI MARIDO Y DE ESA MUJER QUE ME SIGUE PONIENDO LA SOMBRA EN MI VIDA, MUCHAS FELICIDADES POR ESCRIBIR ALGO TAN REAL Y TAN HONESTO, MIL FELICIDADES PARA LETICIA MAS PARA TI, POR ESA SENCIBILIDAD DE MUJER, Y POR TENER EL VALOR DE ESCRIBIR ESTO... TE DEJO TODO PERO TODO MI RESPETO.... GRASIAS POR ABRIR TU CORAZON.
Me parece una historia sincera, de un tema cotidiano que a veces nos cuesta enfrentar: el error de otro que hemos juzgado y nos toca cometer! Tan cierto es esto de que "No digas de esta agua no beberás", y sobretodo que desde muy tempano en nuestras vidas aprendemos a ser jueces sin tratar de entender primero las situaciones, que si bien es cierto podemos entenderlas no necesariamente debemos aceptarlas, pero nos permite tener una visió amplia de las cosas sin juzgar a la ligera.
Es un trabajo cuyo contenido nos invita a la reflexión, Gracias Colibrí!
Hola Colibrí:
Felicidades por tu trabajo, un tema bastante delicado, ya que por ambas partes hubo de una u otra manera infidelidad ("amarse y respetarse todos los días hasta que la muerte los separe").
Me gustó como manejaste el tema y el final pendiente por resolver
Comentarios
Que buena historia, me gustan los temas de los que nadie quiere hablar por miedo, por culpa o por precaución de no confesarse... Que pena por Leticia, si supiera que me escucha (que me lee) le diría que cambiara la visión que tiene de lo vivido y en lugar de sentir culpa, recordara a Renato con placer, con gusto, con alegría, porque le dio lo que nadie le había dado a si vida. Desafortunadamente a las mujeres nos educan para ser responsables de la felicidad de todos, menos de la propia; yo safo, porque eso no nos corresponde, solo somos responsables de nuestra felicidad... La de los demás por mucho que los amemos no nos corresponde.
Leticia, bien por esos momentos de amor, de pasión y de sexo.
Que la fuerza del amor nos acompañe siempre.
Marina
Felicidades ESCRITORA¡¡¡¡
Un abrazo
Hace tiempo me costo comprender que los problemas de los adultos son solo de ellos, y no podemos cargar con esas culpas, por que no son nuestras vidas,
El problema, es que de adulto, tienes esa inseguridad de que te suceda algo parecido, al relato que nos has regalado,
Pero k crees, que la vida nos pone en esa encruijada y tomar la decision de hacerlo o no es tentadora, quien dijo que todo esta ecrito, si nosotros podemos tomar la mejor alternativa, siempre y cuando no lastimemos a terceros y consientes de la responsabilidad que genera.
Y sobre todo, aun mas consientes de cuando tenemos que alejarnos, y sabes por k , por que la vida aun nos tiene reservado miles de regalos.
Que debemos disfrutar, mientras haya vida.
Saludos ME GUSTO. lau
Es un trabajo cuyo contenido nos invita a la reflexión, Gracias Colibrí!
EL TEMA ES COMPLICADO PERO VERDADERO, CREO QUE NINGUNA MUJER SE FALLA A SI MISMA CUANDO SIGUE LOS LATIDOS DE SU CORAZON.
Felicidades por tu trabajo, un tema bastante delicado, ya que por ambas partes hubo de una u otra manera infidelidad ("amarse y respetarse todos los días hasta que la muerte los separe").
Me gustó como manejaste el tema y el final pendiente por resolver