Escritoras 2.8.- MI AMIGA ROSA

+ 2.7.-ECOS. 2 ESPECIAL.- Recreo Erótico, por La Dama de Negro+ Génessis nos entrega un conmovedor relato de amistad y valores+ Comprobado: ¡Cómo ha mejorado la calidad de los trabajos!Este es el octavo trabajo que publicamos on line, dentro del segundo ejercicio LOS CINCO SENTIDOS, de nuestro taller de Expresión Literaria AFLORA LA ESCRITORA QUE LLEVAS DENTRO. Génessis (¿recuerdan ABOGADA DEFENSORA?) nos entrega un coonmovedor relato para el disfrute y la reflexión. ¡Cómo resaltan los valores y la calidad humana! ¡Qué lecciones de vida! Dentro del ejercicio, Génessis alude al oído, a la vista, al olfato. Como en toda Escuela, tendremos recreo y es... Erótico. Entre este texto y el siguiente, pondremos el poema HOJAS BLANCAS, cortesía de La Dama de Negro. Entre tanto, leamos:MI AMIGA ROSA >Génessis-¿Por qué de pronto y cuando menos acuerdas, te das cuenta de que los años volaron”?-- comentábamos mi esposo y yo, en una de nuestras tantas tardes de ricas charlas.–Bueno pero yo me siento igual -- decía mi esposo poniendose de pie. Tengo energía, ganas de hacer cosas-- seguía hablando como queriendo convencerse a si mismo de que en verdad para él ...el tiempo no había pasado. Y de pronto, al referirse a nuestras tres hijas les llamó las niñas.–Pero.....ya son unas lindas mujercitas de 13 y 21 años, le dije, y el contestó: para mí, siempre serán mis niñas. Me dio un beso y se fue a ver las noticias por televisión.Yo me quedé pensando al verlas tan llenas de juventud, compartiendo con sus amigos: Síííí.... los años vuelan ¿Dónde quedó mi niñez ? ¿Dónde mi juventud? ¿ Dónde mis compañeros de juegos y travesuras? ¿ Dónde están mis amigos?Y cual si fuera una película, mi mente empezó a proyectar la feliz etapa de mi infancia, y empecé a recorrer cada rincón de mi casa.El jardín de mi madre. Sus plantas verdes y hermosas, además de eso, algunas hasta medicinales. El olor de la hierbabuena, la ruda, el eucalipto, la malva (con propiedades laxantes decía mi madre).La cocina, lugar sagrado para mi familia, donde a pesar de ser una niña de tan sólo 6 años, disfrutaba de las conversaciones de seis de mis siete hermanos (mi hermano mayor ya no vivía con nosotros) y mi madre, y en donde también participaba yo. La mesa de madera (“buena” decía mamá), mesa grande, hermosa y que al igual que las sillas que la rodeaban tenían una gran historía.....fueron fabricadas por mi padre. Fallecido cuando yo tenía dos meses en el vientre de mi madre, y a quien conocía a través de ella y mis hermanos: Era un gran hombre –me decían-- alto, guapo, pelo rizado, ojos grandes y profundos, delgado, pero muy fuerte. Y yo cerraba los ojos, y verdaderamente lo veía. (Aún lo hago).Mi cuarto, mi cuarto que compartía con mi hermana tres años mayor que yo (y que siempre ha sido una de mis mejores amigas), lo teníamos lleno de dibujos que nosotras hacíamos: Casitas, flores, muñequitas, que luego vendíamos a nuestros hermanos mayores y a sus amigos, sobre todo a los novios de mis hermanas.Y......Mi patio, mi patio, grande, muy grande, era mi lugar de juegos, de sueños, de pleitos infantiles, de risas y de llantos. Y de pronto llegó a mi memoria ella....Mi amiga Rosa. Y al pensar en Rosa y recordar su historia, me dí cuenta de que esa historia la sentía mía. Y quise compartirla.Rosa era mi amiga, tenía al igual que yo seis años cuando la conocí. Era de tez blanca, su cabello negro, lacio y largo hasta las corvas, sus ojos negros y enormes, sus pestañas largas y rizadas, su nariz respingada, sus labios rojos, hasta parecían pintados, y su lunar cerca de la boca la caracterizaba físicamente. ¡Ay cuántas cosas viví junto a ella! Rosa tenía seis hermanos, tres mayores y otros tres menores que ella. Nunca la ví llorar, aunque se cayera, aunque le pegaran, aunque se burlaran de ella. Rosa siempre reía. Y yo la admiraba por eso, yo quería ser como ella.Su familia era pobre muuuuy pobre, ella tampoco tenía papá, su mamá lavaba y planchaba ajeno. A su mamá, sus hermanos no la apoyaban económicamente, pues eran muy chicos para trabajar. Raúl el mayor tenía 10 años, Matilde de nueve años, María de ocho, mi amiga de seis, Pedrito de cinco, Lupita de tres y, Panchito de dos añitos. Rosa y yo ibamos a la misma escuela primaria, en el mismo salón de clases. Las dos sacábamos 10 de calificación. Y pasábamos todo el recreo juntas. Luego, cuando saliamos de la escuela, en el camino cantábamos y reíamos y reíamos, hasta que nos dolía la panza (bueno…el estómago).Aún puedo ver las calles que recorríamos diariamente de nuestras casas a nuestra escuela y viceversa. Eran 10 calles, tres de ellas empedradas, (Las más divertidas porque poníamos nuestros pies en cada una de las piedras, pero no podíamos pisar más de una a la vez). Y las siete restantes, eran pavimentadas. Todas tenían muchas casas bonitas. Unas más elegantes que otras, pero todas llenas de flores de colores, de muchos colores formas y tamaños. Y ahí, sobresaliendo a todo, estaba la más linda y grande Camelina o Bugambilia que jamás he visto. Era parte de nuestra vida. Siempre ahí, siempre esperándonos, saludándonos con sus ramas que le colgaban casi hasta el suelo. Rosa y yo nunca le cortamos ni una rama ni una flor, era nuestra amiga y la queríamos.Había días en los que Rosa y sus hermanos faltaban a la escuela. Mi hermana y yo pasabamos como siempre a su casa a buscarlos para irnos juntos a la escuela, y su mamá quien por cierto se llamaba Matilde, Doña Maty como cariñosamente le llamábamos, nos decía: hablen bajo por favor, los chiquillos están dormidos…hoy no pueden ir a clases. Mi hermana y yo le alcanzabamos a ver lágrimas contenidas en sus ojos. Pero no entendíamos por qué. Así que con mucha tristeza de mi parte nos íbamos solas a la escuela. En la tarde cuando veía a Rosa y le preguntaba por qué no fue a clases, sólo sonreía y me cambiaba de tema.La casa de Rosa era de adobe, pintada de color rosa fuerte. Tenían un sólo cuarto grande, dos camas y dos petates y ahí se acomodaban todos. ( Nunca supe cómo).Cuando íbamos en quinto grado, yo tuve que irme a vivir lejos de mi tierra hermosa. Y una de las cosas más dolorosas para mí, fue despedirme de Rosa. Ya teníamos 11 años y las dos estabamos “enamoradas” del mismo niño. Cuando nos despedimos, fue la única vez que vi a Rosa llorar. Y yo lloré también, pero no sólo por la despedida (que ya de por si era dolorosa). Si no porque Rosa me confesó, que las veces que faltó a la escuela fue porque amanecían sin nada para comer y, su mamá ante ésta situación, optaba por dejarlos dormir tantas horas como fuera posible para que sintieran menos el hambre.Yo sentí impotencia por no poder ayudarla, (era sólo una niña) lloramos abrazadas, pero terminamos riendo a carcajadas, cuando me dijo: Pero sabes qué, esos días nos encantaban a mis hermanos y a mí. Porque nos levantábamos tarde, cortábamos frutas que robábamos de las huertas cercanas, (a su mamá le decian que se las regalaban) nos bañábamos en el río y jugábamos toda la mañana. (¿Ven por qué quiero ser como Rosa?). Nos despedimos, ella me regaló una flor de nuestra amiga la bugambilia, me dijo que era de parte de las dos, que no se la había robado, que la misma bugambilia me la había mandado. Yo le dí mi juguete preferido, un brincapié de hermosos colores, que me habían traído los Reyes Magos. Prometimos escribirnos, nos abrazamos muy fuerte.....y nos despedimos.Con mucha alegría les cuento que he vuelto a ver a Rosa a través de los años. Que la he visto triunfar, convertirse en una gran Ginecóloga. La ví luchar con todo para lograr sus sueños y comprarle una casa a su mamá y sus hermanos. La ví casarse con un buen hombre. La ví disfrutar la dicha de ser madre. Y la veo en el presente y en el futuro, con su figura delgada, sus ojos negros y enormes y su sonrisa eterna, crecer cada día más y disfrutar la felicidad que sin duda se merece..... Por eso yo... ¡Yo quiero ser como mi amiga Rosa!
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Comentarios

  • Gracias Génesis por presentarnos a Rosa, a su madre a sus hermanos, pero sobretodo por presentarnos la cara de la amistad pura, desprendida, desinteresada e ingenua que nos mueve en la infancia. Me gustó mucho la discreción de la carencia, la exposición de la pobreza material atenuada con dignidad y amor por la vida. Me encantó la descripción de cada rincón, de los personajes y sus sentimientos. Te dejo una flor de bugambilia.
  • Magistral , es un bello relato , con las vivencias que yo creo que todos hemos tenido , logras que el lector entre en el relato, es un buen trabajo.

    Mil felicidades
  • El texto lo leimos mi hija y yo, hos conmovio muchisimo y agradecemos que compartieras tu experiencia con nosotras, la Amistad es algo maravilloso que de deberias cultivar, hermoso texto que nos erizo la piel y casi, casi se nos salen las de San pedro.
  • Querida, Génesis, tu relato, me lleno de emoción, ya uqe hiciste, que mi vida, pasara en un segundo, la amistad es un sentimiento lleno de amor, gracias, mil gracias por tu texto, y abraza, a tu querida amiga, con tal, fuerza, que sienta tu respeto y admiración, no le digas ni una sola, palabra, solo abrazala, y ella sabra, lo que quieres, decir.

    Felicidades, de corazón.
  • Felicidades. La verdad me sumergistes en tu texto. Simplemente me gustó.
  • Querida Génessis, me gustó mucho cómo describiste las cosas, los detalles de los colores, y formas de la casa, y más me gustó cómo has combinado la descripción de tu cariño por Rosa y de cómo se fué abriendo ese capullo hasta ser ahora una bella flor, como tu, que eres capaz de transmitir la sensibilidad y ternura a través de tu relato. Felicidades!!
  • HERMOSO... SOBRE TODO ME DOY CUENTA DE ALGO MUY IMPORTANTE: REALMENTE LA QUERIAS. A PESAR DE SU POBREZA, SUS CARENCIAS, Y DEMAS, TU DICES, YO QUIERO SER COMO MI AMIGA ROSA. EL GUSTO SINCERO ACERCA DE SU PROGRESO QUE TRANSMITES EN TU OBRA DEJA UN MARAVILLOSO SABOR DE BOCA AL LECTOR. MANDALE UN SALUDO DE MI PARTE, Y SOBRE TODO TODA MI ADMIRACION.
  • MARAVILLOSO RELATO....ME TRANSPORTE Y TAMBIEN RECORDE ALGUNAS COSAS BELLAS GRACIAS A TI.......

    ADRI
  • este relato nos lleva por muy buenos recuerdos en nuestra niñez creo que todos tuvimos una amiga como ROSA,y eso no se olvida tan facilmente,yo en mi caso mi mejor amiga se llamaba YOLA y la distancia nos separo pero aun aun guardo la esperanza de algun dia volver a verla,felicidades por hacer que no olvidemos esas cosas y esas amistades que nos hacian feliz en nuestra infancia.
  • Que lindo es recordar la niñez y sobre todo cuando se tiene una complice como amiga para lo bueno y lo malo. Mi amiga se llamaba Mónica y fue tan buena que desde hace 13 años Dios la invitó junto con su papá a ir con él, en un accidente automovilistico. En fin, ella está bien y seguro se rie junto conmigo cuando me acuerdo de nuestras travesuras y de lo grandes que nos sentíamos a los 13 años tomando café con galletas chopeadas en su casa, ufff, eso era de gente grande !!!
    Muchas Gracias Genesis por este lindo recordatorio y si es verdad tu texto y sigues viendo a tu amiga bésala y abrazala, que esas amigas sólo en la infancia se dan.
    En cuanto a tu texto, fue muy sencillo de leer, muy fluído y muy bien redactado, MUCHAS FELICIDADES !!!
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