Escritoras 2.1.- YA NO ME GUSTAS CUANDO CALLAS

+ María Fernanda Miraval inaugura LOS CINCO SENTIDOS+ El Eco no responde. El Amor no es inmune al silencio+ Sigue 2.2: EL LUGAR MAS SEGURO, de GabyCon YA NO ME GUSTAS CUANDO CALLAS, iniciamos la publicación on line de los trabajos de nuestro ejercicio LOS CINCO SENTIDOS, en el segundo mes del taller de Expresión Literaria AFLORA LA ESCRITORA QUE LLEVAS DENTRO. María Fernanda Miraval escogió el sentido del OIDO. Ustedes juzgarán, pero antes hay que disfrutar la historia de pasiones y emociones, de contrapuntos y decisiones. ¡Cosas del corazón.. y de la vida real! Como Ustedes saben, este ejercicio es temático. Sin excepción, los materiales tendrán qué ver con uno de los cinco sentidos. A ver si reunimos calidad suficiente para ir armando un libro ¿les parece? COMENZAMOS con....YA NO ME GUSTAS CUANDO CALLASMaría Fernanda MiravalCuando se conocieron no pasó nada. Nada de nada. Vamos, ni campanitas, ni halos de luz dorada. Si acaso se miraron, pero pasó largo tiempo sin que uno advirtiera la existencia del otro. Y de pronto un día, quien sabe qué se conjugó en el Universo que se percibieron mutuamente. No era el mejor momento, puesto que ella tenía aún cuentas pendientes por liquidar y ese fue el punto, que cuando se dio cuenta que él estaba ahí, la tomó por sorpresa.Y después que se vieron de una manera distinta, no como dos compañeros de trabajo, sino como un hombre y una mujer, todo cambió. Su corazón se convulsionó, regresó a los quince y le abrió la puerta del estómago a las mariposas y a los sueños, los que tenía en la noche y a los que se colaban en su cabeza en horas de trabajo. Quería estar con él, conocerlo, saberlo todo, pero… como siempre hay un pero ¿no?La perfección es algo divino y ese par eran bastante terrenales. Ella demasiado abierta, sociable, extrovertida hasta impetuosa. Él, reservado, callado, prudente y tan hermético como una caja de seguridad. Pero aún así, había algo que los hacía sentirse bien él uno con el otro. Juntos, las cosas cambiaban. Había mucha pasión, ternura y un lenguaje muy particular, ella no paraba de hablar, él se abría un poco cada vez, pero no demasiado.Y bueno, si ya respetar las políticas de la empresa de no fraternizar entre compañeros, era difícil, pero sano al fin cabo, la parte mas complicada vino cuando él se convirtió en su jefe. Llevar una relación casi casi prohibida, ocultándose de los demás, se volvió una tortura para ambos, Y como dicen que el amor y el dinero no se pueden ocultar, más de uno de sus compañeros, de esos que deberían comprarse una vida, los molestaba con comentarios malintencionados y entonces la tortura se convirtió en un infierno. Un infierno de silencio.Ella ya se había acostumbrado a sus largos momentos de aislamiento, pero aun así se daban sus escapadas para dejar de ser dos y convertirse en uno. Le costó trabajo aprender a no insistir cuando preguntaba algo y él se limitaba a evadirla con monosílabos o contestaba con una sonrisita que a cualquier otro u otra habría exasperado. A ella ya no le hacían ni cosquillas.Quien la conocía de tiempo atrás, no se la podía imaginar con una persona tan opuesta; incluso lo comentaron en su momento ¡cómo es posible que estemos juntos siendo tan diferentes! Pero funcionaba, por lo menos al inicio. Y eso que tampoco fue fácil. Ella no era libre, no del todo, venía de una relación desgastada y que estaba en un proceso de recuperación. Proceso que ella desatendió cuando descubrió al hombre que ahora la tenía en medio de un desierto de silencio.Y es que todo se le clarificó cuando por trabajo tuvo que viajar sola y no extrañó para nada a su… En esas fechas no sabía ni como llamarlo, dejémoslo en contraparte. Su mente solo tenía tiempo para extrañar esa sonrisa que le doblaba las piernas, no podía sacar de su cabeza la manera en que la miraba cuando se le iba la lengua y decía como siempre lo primero que pensaba y obvio metía la pata hasta el fondo; o cómo se sonrojaba cuando lo notaba un poco nervioso y más tímido que de costumbre, y qué decir de su cara de “no molestar” cuando se concentraba en algún proyecto y se volvía más hermético que de costumbre.Profesionalmente se respetaban y apoyaban, ese era el trato. Y en la oficina, ella se limitaba a estar al pendiente de lo que ocurría, en eso sí se parecían, ella era igual, le gustaba trabajar sola y a pesar de todo eran un gran equipo. Un equipo silencioso que funcionaba a la perfección. Una perfección que fue capaz de ensordecer la habitación del departamento de él, aquella mañana en que hicieron el amor por primera vez. Las caricias, los besos, las miradas que pasaron de la ternura a la pasión y de la pasión al éxtasis. Y es que no hay nada que se compare con el placer de probarse, de sentirse, de disfrutarse, de saciarse mutuamente. Y al final, el cansancio que provoca amar y de pronto te llega una necesidad de buscar desesperadamente el calor del otro y atraparlo para que no se te escape, dejarte caer en su pecho y descansar cálidamente.Y después de tanto de todo, de tanto de él y tanto de ella, nada. Nada, salvo silencio, a pesar de que ella estaba segura que aun tenían tanto por decirse, pero, y dale con el pero, llegó a sus vidas una marejada de tareas, proyectos, ocupaciones y todo ello fue creando, casi sin darse cuenta, un espantoso muro, que era aun más aterrador porque era transparente, pero a prueba de sonido, al menos del lado de ella, porque lo veía, lo llamaba, le gritaba, trataba de atraer su atención, claro sin ser obvia, no olvidemos a sus simpáticos y entrometidos compañeros de trabajo, y cada intento era un rotundo fracaso, era como hablarle a la pared, como gritarle al eco esperando que te respondiera. Mientras él, se preguntaba qué le había sucedido, porque ya no la veía, ya no la escuchaba, seguro se había ido, fue lo que concluyó.Y así pasaban los días, sin poder derribar ese maldito muro que, para colmo de males, esta mañana comenzó a hacerse opaco y ahí fue donde ella entró en pánico, porque si la lógica no fallaba, en poco tiempo la oscuridad vendría a hacerle compañía al silencio y el amor, por más que lo digan los clásicos de la literatura, no es inmune al silencio y a la oscuridad. Se va muriendo de a poquito y las muertes lentas son una injusticia y su amor no merecía morir así, sin tratar de derribarlo aunque fuera a empujones. Y justo hoy, esta noche decidió que, o le daban el tiro de gracia, así como va, o lograba que regresara el bullicio que eran capaces de provocar estando juntos; aunque nadie más fuera capaz de escucharlo y mucho menos de entenderlo.
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Comentarios

  • Hola Maria Fernanda, tu escrito me hace recordar que a veces ese impacto de primera vez es atracciòn, sobre todo cuando al paso del tiempo se vuelve uno a mirar, ante el antojo del Amor. Este tipo de situaciones sòlo requieren de presencia en la oficina, y nada más, dejar que los momentos que son de estar juntos y que son únicos permitan expresarse mutuamente el sentir. Logras trasmitir la emociòn y el encanto de los primeros momentos de este tipo de amor, y trasmites cómo se decae, aunque entiendo que la dama es la que hace todo por sacar adelante este amor. Felicidades ¡
  • Me encantó como la autora describe el carácter y sentir de los protagonistas, no sé si es ficción o realidad para ella, pero para mí fue real, salvo al desenlace, pues podría decir que María Fernanda supo como nos conocimos mi esposo y yo, y removió con sus palabras todos esos recuerdos que todavía viven en mí. La descripción del entorno, las situaciones de la pareja, sus miedos y limitaciones, y como su desición de guardar silencio apagaba la llama de ese amor y la determinación de romper la barrera al final nos lleva a pensar que lo lograron juntos. La verdad al leer no me enfoqué en ningún sentido en especial, me envolvió totalmente! Felicidades María Fernanda.
  • Me gustó, me transportaste a momentos pasados con tus descripciones tan detalladas de sentimientos...será autobiográfico? :o)
    Gracias por expresar esta historia...
  • María Fernanda me gustó tu escrito, aunque me hubiera gustado "oír" más, quiero decir, sentir más el sentido del oído. La trama está muy bien, son temas que a las mujeres nos encantan. ¿verdad? muchas felicidades.
  • Hola, Maria fer.

    Me llevaste de la mano, con cada una de tus palabras,como si estuviera vivivendolo, en este momento, que hermoso es amar, pero cuando es prohibido, tiene magia, no lo crees, emoción, etc.

    Felicidades.
  • muy bien empiezas dandonos una idea de lo que sigue en este taller,pero igual es dificil para alguien encontrarse en algun punto de esta historia,cuando siempre uno da mas que otro.
  • Felicidades Ma. Fernanda, un texto bien desarrollado de principio a fin, aunque te comentaría que dada la temática propuesta para el ejercicio, tuve que hacer un poco de esfuerzo para no perder de vista que tratabas sobre el sentido del oído, siento que le faltó un tanto de énfasis en esto en el transcurso de la historia. Quizás estoy equivocada, pero a mi parecer utilizaste todos los sentidos. Gracias por tu narración!!!!!
  • Buena historia María Fernanda... Yo sabía que no podía esperar menos de tí... gran texto para iniciar el nuevo ciclo. Suerte y por aquí te leemos.

    KENNIA
  • Buen trabajo María Fernanda, felicidades por tu escrito, me gusto... creo que desde un principio fué un tópico no muy común, por lo tanto un poco complicado (uno de los cinco sentidos), pero lo desarrollaste muy bien; FELICIDADES y a seguir adelante.
  • Muy bien María Fernanda, creo que describes bien tu historia, porque al menos yo visualisé cada una de las escenas que narras en tu texto. Es el primer trabajo que se publica de esta segunda ronda y se que no es fácil. Porque las que seguimos tenemos al menos una guía más clara para hacer nuestro escrito. Así que doblemente FELICIDADES!!
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