Ayer llamé por teléfono a una amiga de toda la vida. Contestó su asistente de muchos años, que forma parte ya de su familia quien me dijo que había salido de compras. Al preguntarle qué hacía, me respondió inmediatamente: “Escombrando Sra. Terry”; dejé recado y me quedé pensando que hacía mucho tiempo que ese término, “escombrando”, permanecía en el olvido.
El razonamiento me llevo a todas las acepciones de la palabra en el diccionario, hoy entiendo que ese lenguaje popular es mágico.
Escombro son las piedras, ladrillos y desechos del material de construcción que queda en una obra; obvio es decirte que en la casa de mi amiga tal cosa es inexistente.
Nada es casual, todo es causal; la idea se quedó dando vueltas en mi cabeza.
A fin de darte todos los elementos que ocuparé en mi consejo te contaré un chiste que viene mucho al caso: Un hombre llamado Carlos se encuentra tomando un café en las cercanías de su casa; de repente entra corriendo a la cafetería un tipo que grita: “Carlos, tu Señora te está llamando con urgencia desde el balcón”. El buen Carlos sale presuroso, toma una bicicleta que estaba en la puerta y a los pocos segundos se escucha un choque. Nuestro personaje había sido atropellado sin mayores repercusiones. Lo interesante era escucharlo hablar consigo mismo: “Pero si mi casa carece de balcón; pero si soy soltero y ¡Nunca aprendí a andar en bicicleta!”.
En repetidas ocasiones nuestras más acendradas creencias, la gran mayoría de las veces limitantes, permanecen en nuestra vida sin que sepamos qué las ha enraizado tanto.
Que una creencia exista es distinto a nuestra propia existencia; lo interesante es que dan forma a nuestras sensaciones y moldean nuestras respuestas.
Te habrá ocurrido, espero que esto sea creciente, que en momentos específicos al preguntarnos la razón de tal o cual concepto limitante, está sea difusa y que terminemos por modificarla.
Te compartiré algunas de estas restricciones que comúnmente aparecen en la mayoría de la gente y que sólo son eficientes para coartar tu libertad e impedir tu felicidad y destino; son tan notoriamente falsas que te darás cuenta que las puedes suprimir y dejar de auto sabotearte.
Les caigo mal a las personas. Nunca pasará pues es demasiado bueno. Si en realidad me conocieras, te asustarías. Tengo que dejar de desear, sufro si lo hago. Si fuera más inteligente habría dado con la respuesta. Como comúnmente las cosas me salen mal, mejor dejo de intentarlo esta vez. Mi pareja vale más que yo, me gustaría ser suficientemente bueno para ella.
El listado puede ser infinito. La autoestima baja es producto de nuestra permisibilidad para restringirnos, o del juego que personas y circunstancias han hecho con nuestra vida para su menor compromiso y esfuerzo.
Si analizas tu propio menú de frases e ideas que sólo te aportan la “comodidad” de permanecer en tu zona de confort, con un poco de voluntad las suprimirás de inmediato de tu vocabulario y vida.
Escombra tu actual estado; ahora sí, con todos los elementos del caso, elimina el material de desecho de tu construcción, que como comprenderás al ser piedras y ladrillos pesan mucho.
Empezar es fácil cuando has decidido; dejar de hacerlo nos priva de tu comunión en nuestra sociedad. Tú decides, te estamos esperando.
¿Has ido “escombrando” los capítulos de tu vida?
¿Cuándo empiezas a eliminar tus creencias limitantes, al menos de tu mente?
Comparte tus comentarios, nos enriquecen.
Comentarios
Terry: Es increíble detenerte un momento... reflexionar y ¡darte cuenta! que efectivamente traemos cargando escombros y no solo nuestros sino de nuestros padres y abuelos, pareja etc.,; he ido dejando algunos y la vida se aligera; he cambiado algunas frases en mi pensamiento, me siento valiosa, me acepto y ello ha traido conflictos con mi pareja (ha llegado a decirme - ¿ Qué te cres? y yo le contesto: Soy, cuando anteriormente estaba imposibilitada de contestarle!!!!!!!! Gracias a todas ustedes de RETOS FEMENINOS que coolaboran para ayudarnos a salir de nuestro confort y nos alientan a seguir reflexionando y ponerlo en práctica, que nos ayudan a SER mujeres, a tener una nueva conciencia... Un abrazo muy afectuoso
Reconozco que mi autoestima es baja, me visto sin ganas, mi cabello presenta canas y mi persona y mis cosas pasan a ser lo ultimo de la lista de mis prioridades, mi prioridad son mis hijos doy todo por ellos, despues mi marido, que se que por el sufro esto, siento que el no me quiere y todo lo que hago le parece mal, no me valora y me menos precia, quisiera sacar lo que siento permanece dormido en mi pero temo a la soledad a los problemas y a no poder con mis hijos, pero lo que que me impide mas es el no formar una familia junto a ellos y darles lo que no quiero. Soy profesionista, soy una ujer guapa, al menos asi me han dicho, soy muy responsable y trabajadora pero desgraciadamente no soy ni lo hago feliz, quisiera mi vida fuera diferente quisiera poder estar con el y que me valorara, que viera lo que realmente soy y no lo que el cree que soy, no confia en mi y sufro mucho por eso, quisiera las cosas fueran diferentes