¿ERES VÍCTIMA O VICTIMARIO?

Hace unos días, recordaba una entrevista que le hicieron a un actor mexicano muy famoso, quien comentaba haber tenido una infancia difícil y pensé que eso mismo refieren muchas otras personas. Haber tenido los primeros años de la vida muy complicados, es determinante porque nos crea una imagen errónea de lo que significará siempre esta existencia y del rol que nos toca jugar. Es muy difícil dar un giro de 360° en nuestra perspectiva.

Un niño con heridas causadas por cualquier tipo de situación ocurrida en casa, llámese alcoholismo de alguno de los padres, maltrato físico, insultos, abandono, rechazo, abuso sexual, entre muchas cosas terribles, lo convierte ineludiblemente en una víctima de las personas adultas.

No sólo es importante, sino necesario, trabajar en la etapa adulta en la recuperación de la salud física, mental y emocional, para no quedarse “atorado” en esa etapa.

Cuando la persona no es consciente de esto, llega a la juventud y toma decisiones impulsivas porque está buscando un refugio para ocultar su dolor, busca a un “salvador” cuya principal tarea será cambiar el destino de este individuo. Es entonces cuando se da cuenta de que el dolor sigue presente porque, sin darse cuenta, se acerca a victimarios para continuar sintiéndose víctima. Probablemente es el caso de las chicas que permiten que su novio las maltrate, de los jóvenes que guardan silencio frente a las humillaciones de su pareja; y en la escuela, seguramente serán presos del bullying y en el trabajo padecerán hostigamiento laboral. Esto los lleva a pensar que la vida les pone constantemente enfrente, personas que disfrutan maltratándolos y que por ello no pueden dejar de sufrir.

¿Eres ese tipo de personas? ¿Tu suerte siempre está “echada”? ¿Nunca encuentras en tu camino alguien que te aprecie y te valore? No es una casualidad, sino una causalidad. Te has programado para sufrir porque es la forma en que te sientes en terreno conocido, por lo tanto, tendrás todo el derecho de culpar a tus padres, una y otra vez, de las decisiones que sigues tomando; podrás seguir responsabilizando a tu cónyuge de tu desgracia actual; continuarás diciendo a tus hijos que soportas tu condena para que ellos estén bien. ¿Cuántas facturas le estás pasando a todos los que te rodean? ¿Por qué no tomas, de una vez, las riendas de tu vida?

No lo haces por lo que se conoce como “ganancia secundaria”. Quien no asume la responsabilidad de sus decisiones, como un adulto que es, jamás será culpable de nada. Si falla en su relación de pareja, siempre será el otro quien provocó la ruptura; si permite el maltrato, siempre habrá que sentir lástima por él o ella y los hijos tendrán una deuda enorme con quien aguantó todo por ellos; si ha perdido su trabajo, será la empresa injusta o el jefe cruel quien ha provocado esa realidad.

Es justamente por ello, que la víctima se transforma en victimario al ejercer un maltrato psicológico, ante todo hacia sus seres amados, hacia aquéllos con quien más convive, porque les transmite la culpa de lo que le ocurre y entonces alguien más tendrá que arreglarle la vida, pero ningún esfuerzo será suficiente para compensar el gran sufrimiento y sensación de sacrificio que permea su vida como una cápsula que lo atrapa para siempre. La expresión del rostro es característica, el tono de la voz también lo es, las frases que emplea constantemente “tirándose al suelo” para que otros lo levanten.

Vivir con una víctima-victimario es traer un lastre en la espalda, porque, nada de lo que se haga será suficiente para devolver a su cara la alegría. Nadie es feliz, ni la víctima, ni quienes la aman.

Si te has reconocido en esta circunstancia, mírate al espejo y describe a quién ves ahí; después escribe todo lo que deseas alejar de tu vida para recuperarte y disfrutar de tu día a día; infórmate, busca ayuda y elige la mejor opción para que te sacudas el dolor de la infancia y tomes la mejor decisión de tu vida: estar bien.

Sé honesto contigo y piensa que la existencia es causa y efecto. De ninguna manera eres responsable de lo que te tocó vivir en la infancia, pero, como adulto, eres responsable de todas las decisiones que has tomado. Sal de tu zona de “confort” y diseña un plan para vivir como lo has querido siempre en el fondo de tu corazón; piensa en acciones concretas y ponte un plazo para cada paso que darás. Será doloroso como lo es volver a caminar cuando se ha tenido un accidente incapacitante, pero muchos lo han logrado. Genera una red de apoyo para sentirte rodeado de vibraciones positivas, y cada que vayas a culpar a otros por lo que te pase, piensa que es producto de alguna elección errónea, pero que está en ti dar el paso hacia una vida mejor.

Sé que si te lo propones, tendrás éxito.

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos

Comentarios

  • Doctora Gabi, no cabe duda que en ocasiones no se mide el poder de las palabras hacia los niños y se llega a lastimar  a sin quererlo, el problema recae cuando dichas heridas se vuelve frecuentes y crecen "acostumbrados " a los malos tratos, convirtiéndose en adultos que repiten el patrón. Cabe mencionar  que para poderse hablar de victimas o victimario, se debe de hablar de violencia,  personalmente considero que van de la mano, ya que la violencia trae como consecuencia la creación de victimas y a su vez, ellos se convierten en victimarios, es decir, reproductores de la violencia a la que fueron sometidos. Es necesario crear conciencia sobre las consecuencias psicológicas que trae consigo la violencia para evitar que las personas crezcan violentando a otras personas o considerando que merecen el mal trato que se les da.

  • Buenas noches Dra. Gaby, es muy cierto que el niño/a que fuimos determina el hombre o la mujer que somos, pero esto no es ley, considero desde mi muy personal punto de vista que como adultos tenemos el poder de cambiar, no nuestra infancia pero sí como queremos vivir nuestro presente, es complicado sí, porque no todas las personas tienen la capacidad de tomar las riendas de su vida y salir de su zona de confort ya que esto implica adquirir obligaciones, la obligación de nosotros mismos rescatar y sanar a ese niño herido, en mi personal punto de vista creo que no es un hecho que de lo fuiste víctima, lo que toco vivir o lo que te tocó observar tengas que replicarlo en tu vida adulta ejemplo: si en un hogar el padre fue alcohólico, no significa que porque tuve ese ejemplo yo lo sea también más bien pienso que quién quiere algo diferente para su vida lo busca y lucha por conseguirlo y hacerlo realidad, pienso que el hecho de justificarnos en nuestra niñez, en algunas ocasiones es solo para eso, para justificar nuestra falta de conciencia y de criterio, pero si bien es cierto que hay personas a las que les cuesta mucho trabajo levantarse de una caída emocional o sentimental talvez esto sea por el carácter de cada persona o no, e influyen elementos varios.

    En fin creo que es un tema bastante amplio en el que existen demasiadas aristas y hay opiniones diversas, nuevamente le agradezco nos comparta sus conocimientos, ya que en lo personal me ayudan muchísimo a reflexionar y enriquecen mi conocimiento.

This reply was deleted.