¿Qué es la dignidad personal? Podríamos acuñar varias definiciones acerca de lo que es la dignidad personal. Pero yo creo que una de las que más se ajusta es la suma de esa confianza en uno mismo y el respeto por los valores, por los principios, por los códigos éticos y morales que cada uno maneja. Pero sucede hoy en día, que la pérdida progresiva de valores que tenemos, sobre todo en el mundo occidental, hace que también paralelamente con eso muchos seres humanos vayan perdiendo su dignidad personal. ¿Y cómo la pierden? La pierden a través de ceder espacios que quizás jamás debieron haber cedido, la pierden a través de aceptar situaciones y conceptos acerca de su persona que jamás debieron haber permitido, la pierden a través de ir generando la destrucción de su propia identidad en la medida que le dan mayor relevancia a la opinión, al juicio y a la experiencia de los demás en contrapartida con lo que es su propia experiencia de vida. Y lo lamentable y lo duro de esta situación es que no nos vamos dando cuenta, es como que todo esto va sucediendo en forma imperceptible, porque es hoy que dije que sí porque no quiero discutir y porque quiero mantener la armonía, y mañana vuelvo a decir que sí porque estoy muy cansado o cansada y no quiero discutir, y de esa manera, sin darme cuenta, voy dejando que los demás se vayan apoderando de mi territorio, de mi espacio genuinamente ganado con todo el derecho que tenemos los seres humanos que ocupamos un lugar dentro del Universo.
Y eso sucede a nivel de la pareja, a nivel de las relaciones entre los padres y los hijos, esto también se da a nivel de las relaciones laborales, se da también a nivel de las relaciones interpersonales, y cuando vamos sumando la cantidad de situaciones en donde nosotros nos vemos involucrados, perdiendo progresiva y paulatinamente, pero sin regreso, esa dignidad personal, nos vamos a encontrar un día en que ni siquiera nos vamos a reconocer a nosotros mismos. Ya no vamos a saber por qué hemos hecho esa regresión, por qué hemos permitido que se nos invada de esa manera nuestra vida, por qué hemos perdido el rumbo, por qué hemos perdido el protagonismo de nuestra propia existencia.
Y hay una sola manera de recobrar esa dignidad personal que es a través de la recuperación de la autoestima, es a través de la recuperación de ese respeto por nuestra propia persona que va desde el respeto por nuestra imagen corporal, hasta el respeto por nuestras ideas, hasta el respeto por lo que nosotros pensamos acerca de la vida, de cuál es nuestra misión y cuál es nuestra visión acerca de la existencia humana y del rol que cada uno de nosotros juega dentro de esa vida.
Quizás todo esto que estamos reflexionando hoy, mueva los cimientos más profundos de tu persona y pienses que no es el momento de revisar tu conducta o tu actitud ante la vida. Y yo quiero decirte, que cuanto antes lo hagas, mejor te irá, también tendrás mayores posibilidades de cambiar, de enmendar el camino, de introducir modificaciones que te hagan sentir que la vida tiene un POR QUÉ y un PARA QUÉ y que convivir y compartir es algo muy diferente que entregar y ceder. La dignidad personal es prioritaria en la vida de los seres humanos.
Y si tú hicieras mentalmente una lista de las personas que tienen un significado importante en tu vida ¿estarías tú en la lista? Y suponiendo que así fuera ¿en qué lugar te has colocado de esa lista? Y si ni siquiera lo pensaste en ponerte en esa lista ¿dónde te colocarías?
Y fíjate tú que muy probablemente estas preguntas nunca te las hayas hecho, porque quizás en nuestro fuero interno todos queremos ser el número uno en la lista de las personas significativas de nuestro entorno, pero deseamos que sean los demás que nos incluyan en esa lista, que nosotros seamos lo más importante para los otros. Y lo que tenemos que comprender que de ninguna manera es una actitud egoísta ni soberbia el querer estar en primer lugar en la lista personal, en esa que hacemos nosotros con respecto a los demás. Hacerlo no es otra cosa que un indicador de una buena autoestima. De una autoestima positiva. Y esto no tiene nada que ver con la importancia que las otras personas tienen en nuestra vida. Hay lugar para todos. Hay lugar para los demás, para que nosotros jerarquicemos la presencia de los demás pero también es imprescindible que nosotros ocupemos un lugar de preferencia, cosa que NO hacemos habitualmente en nuestra propia lista personal.
Y… todo lo contrario a creer que esto es una señal de egoísmo, esto enriquece tu visión del ser humano y evita que necesites buscar la aprobación de los demás para poder sentirte bien. Si tú te sientes bien contigo mismo, si tú estás conforme con tu manera de actuar, con tu manera de sentir y con tu manera de comunicar eso que sientes a los demás, ya no necesitarás de la aprobación de los otros. Aceptarás que hay gente que te quiere y que hay gente que no te quiere, y que hay un tercer grupo de personas a los cuales tu presencia o tu ausencia le es absolutamente indiferente.
Y el mejor currículum y la mejor de las actitudes que tiene el ser humano hoy, están íntimamente ligados al concepto que esa persona tiene de sí mismo. Entonces, la imagen que tú tienes de ti mismo, procede exclusivamente de tu interior. Y siempre es un desafío que tú escuches el mensaje que viene de tu interior.
Nunca un ser humano puede avanzar en la vida, en ningún área, en la medida que no esté en paz consigo mismo.
Dr. Walter Dresel
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