Cada año vamos celebrando fechas importantes, olvidando su sentido espiritual.
Navidad es sinónimo de vida, de presencia de múltiples emociones, recuerdos, para
sentir paz en el corazón, de reconciliación.
La Navidad, es la celebración del Nacimiento de Cristo, hace 2000 y la invitación
a dar un salto al adentro, en vez de eso, se ha convertido en una temporada de estrés,
enojos, prisas… y unas horas de convivencia familiar y correr de casa en casa para quedar
bien con todos. gastando más de lo que se puede.
Sin entrar en el tema religioso me gustaría que hoy realmente hiciéramos una reflexión
de esta fecha…
Es un tiempo que nos da la oportunidad de reflexionar, hacer planes, reforzar nuestras
convicciones, cambiar lo que en nosotros ya no funciona, de convivir, dar, servir, reencontrar,
amar, compartir, buscar y perdonar.
Los regalos y las fiestas son en segundo plano… sin dejar de reconocer la alegría que
nos da ver las calles adornadas, las casas llenas de luces, árboles con sus estrellas en
la punta… que nos recuerdan lo vivido en la infancia, cuando la ansia de que llegara el
Niño Dios, Santa Claus o Reyes, nos hacía jurar ser los mejores niños del planeta con tal de
que mamá no le dijera que nos habíamos portado mal.
Hoy los niños han perdido el significado porque los tenemos más distraídos con todo las
cosas del afuera, dando a veces, más de lo que realmente necesitan y todas esas cosas
que creemos les darán la felicidad…
Por ello decidí dar un pequeño curso del Significado de la Navidad, para los niños en
Camina a ti el próximo martes 8 y jueves 10 de diciembre de 17:00 a 19:00.
Enseñarles qué representa poner el árbol, la estrella, las luces, las esferas, el Espíritu de la
Navidad, el sembrar lo que queremos para el próximo año… es preparar su semillas… ¿qué
van a dar ellos?..
Deseo que esta Navidad sea para ti y tu familia un encuentro amoroso, liberador y de
abrirse a dar todo el amor que tienes en el corazón…
Brilla siempre
Meg
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