EN LA OFICINA ¿CUÁNTO MIENTES?

9274994252?profile=originalRufino Montoya

Parecería que, algunos colegas no han oído la frase ‘el pez, por su boca muere’, ya que se han convertido en profesionales no sólo de su materia, también de transformar una simple explicación a un auténtico embuste, sin contar que, muchas veces, pueden ser sorprendidos por personas que tienen la habilidad necesaria para detectar cada una de las mentiras, las dejen o no, pasar por alto y lo que pierden por perfeccionar la técnica de la patraña es muchísimo. Tú, ¿cómo andas en este tema?

  1. Recibes una llamada de tu jefe y te pide le envíes un documento por correo, tú no has llegado a la oficina porque se te durmió el gallo, es decir, el despertador jamás sonó, ¿qué le dices inmediatamente después de quitarte las lagañas?

a)    No hay internet, la computadora anda fallando, no hay nadie en la oficina a quien pedirle ayuda, pero que en cuanto quede lo envías.

b)    Me sorprende que no lo tenga si se lo has enviado varias veces –pretendiendo despistar al enemigo- y que sin embargo, vas a revisar tu correo.

c)    Que vas retrasado, le ofreces una disculpa y le aseguras mandarlo en cuanto llegues a la oficina.

  1. ¿Qué color de mentiras utilizas con más frecuencia?

a)    Como la canción: De colores.

b)    Depende del sapo, la pedrada.

c)    Blancas.

  1. Encuentras a tu alma gemela en el tema laboral, vaya, son dos gotas de agua, ¿lo contratarías?

a)    Definitivamente no, ¡qué miedo!

b)    No sé, aunque sería una chulada de profesional, tendría que valorar la situación.

c)    Sí.

  1. En plena junta con tu jefe, te das cuenta que la lista de pendientes es larga como la fila para comprar el pan recién hecho, y que hay algunas tareas que no has resuelto desde hace meses, al momento de reportarle ¿cómo manejas la situación?

a)    Pues le invento una excusa para cada pendiente, desde el aterrizaje de un Ovni hasta cientos de llamadas telefónicas hechas, correos enviados, le  echo la culpa a otros, en fin, cualquier cosa antes de admitir que se me pasó o simplemente, me chocan esos pendientes.

b)    Buscaría el empate, es decir admitiría no haber hecho lo estrictamente necesario y lo demás, pues respondería con una que otra mentirilla blanca.

c)    Acepto la situación y le digo qué pasó en cada punto.

  1. Un compañero de trabajo te pregunta si hiciste una llamada que te habías comprometido a hacer y de manera olímpica te das cuenta que lo olvidaste, así que cuando te lo encuentras en el pasillo le dices que:

a)    Hiciste la llamada, y le dices las fechas y horarios convenidos en tu supuesta conferencia telefónica.

b)    Has buscado a esta persona hasta por debajo de las piedras, pero sin suerte, por lo que lo volverás a intentar.

c)    Reconoces que la olvidaste, pero le aseguras que lo harás ese mismo día.

 

unicam-ujer-oficina-624x624.png?width=412Mayoría de A

¿Conoces el refrán ‘para decir mentiras y comer pescado hay que tener mucho cuidado’? te cuento que quien vivió la situación número 1, le fue hecha la llamada mientras su jefe estaba sentado en su lugar, así como en el caso de la número 5 –que también es real- el proveedor y el compañero de trabajo hablaron previo a que le fuera preguntado al responsable qué había pasado. ¿Qué sucedió? Ya te imaginarás, ambos perdieron la credibilidad ante sus jefes y compañeros, y no hay remedio ante eso ya que quien miente en algo tan sencillo como un olvido o retraso, es inevitable pensar en qué más no lo hará.

 

Mayoría de B

La moraleja del cuento de título Pedro y el Lobo es un aprendizaje que vale la pena tengas presente, ya que puede pasarte en cualquier momento y cuando digas la verdad habrá quien la asuma como un triquiñuela más, y eso no es justo para ti. Quizá pienses que tu prestigio está sin mancha gracias a que dices de acuerdo a tu criterio las mentiras estrictamente necesarias, y no consideras que es posible que la gente con la laboras ya conozcan tu estilo y que las veces que has sido descubierto lo hayan dejado pasar de largo, se ahorren el reproche y sólo restrinjan tus responsabilidades.

 

Mayoría de C

Estás convencido que la confianza es lo más difícil de lograr en una relación laboral, por lo que la cuidas como uno de tus grandes tesoros, a ti no te dijeron dos veces ese proverbio que dice: “Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver”, seguramente tanto tu jefe como con quienes trabajas saben que eres de una pieza y que no dudas en reconocer un olvido, como tampoco dudarías en hacerte responsable de alguna falla mayor.  Quizá detectas con mucha facilidad las mentiras gracias a que haces tu trabajo y conoces las posibles adversidades. Sigue así.

Colaboración Fundación Teletón
                                                                            “Sé responsable de tu destino”       
                                                                                                         celeste@teleton.org.mx

 

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