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Hola mis queridas amigas:

Hoy quiero aprovechar este espacio para contarles una de las experiencias mas desesperantes que he vivido. El día de ayer tuve que ir a la ciudad de Guadalajara a hacer algunas diligencias en compañia de mi hija de 14 años. Siempre tomamos las medidas de seguridad que se nos han inculcado, debido al ambiente de violencia que cada vez se apodera mas de nuestro país: llevar el dinero distribuido en varios sitios del cuerpo, no portar joyas vistosas, caminar por lugares concurridos, etc.

Aproximadamente a las 3 de la tarde mientras caminabamos por la Avenida Alcalde, un tipo que venía frente a nosotros tomo a mi hija por el cuello con un brazo mientras con el otro la amagó con una navaja a la altura del estomago... El motivo ROBAR SU MEDALLA DE PRIMERA COMUNION, una pieza de oro que con todo y cadena no valía mas de 4000 pesos. Entre docenas de personas nadie se acercó para ayudarnos. En mi desesperación al ver que su vida corría peligro no se si llamarle una reacción automática o la peor estupidez de mi vida, golpee al ladrón y logre desarmarlo. Soy una mujer de casi 1.80 de estatura y algo hábil para esos menesteres, debido a mi inclinación por el entrenamiento físico, y en ese momento pensé que se trataba de un secuestro.

El tipo huyo con "el botin"... una maldita medalla que en el mercado negro dudo mucho que se cotice en 400 o 500 pesos. Mi hija en este momento tiene la mitad de la cara amoratada, puesto que cuando la soltó cayo al suelo de frente contra algunos escalones. Cuando todo pasó un ancianito que estaba cerca se acercó a auxiliarme, y a tratar de controlar la crisis que me hizo sentarme en la banqueta a llorar a gritos de rabia, de impotencia, de desesperación al pensar que la vida de mi hija estuvo en riesgo por una estupidez. LA VIDA DE NADIE DEBERÍA ESTAR EN RIESGO POR NINGUNA CANTIDAD, NI POR UNA ESTUPIDA PIEZA DE ORO EN EL CUELLO.

Créanme que la reacción imbécil que tuve no fue de valor, ni por querer sentirme un héroe. De hecho si mis neuronas hubiesen funcionado, jamás lo habría hecho. Cuando recurrí a las autoridades, me tope con que "como no era en flagrancia" poco se podia hacer, y que necesitaba trasladarme al otro lado de la ciudad para levantar una denuncia. Solo un policia ciclista se prestó a apoyarme, sin buenos resultados. No me importa el asalto, me importa que esta noche no pude dormir, que mi hija está en medio de un tratamiento médico delicado y su estado emocional esta aún en shock.

¿Dónde está la seguridad?¿tengo que dejarme asaltar, caminar con miedo, o de plano andar empistolada para poder ir de compras? Yo me rompo el lomo todos los días trabajando hasta deshoras por ganar un peso dignamente, he llegado a discutir con alguno de mis clientes para que cumplan con las obligaciones que tienen ante las instituciones, y esto me hace preguntarme ¿Y LAS OBLIGACIONES DE LAS INSTITUCIONES CONMIGO Y CON LA SOCIEDAD? No es justo...

SEÑORES AUTORIDADES, SI NO PUEDEN NI SIQUIERA MANTENER EL ORDEN, VAYANSE POR DIGNIDAD... PERO NO SIGAN HACIENDO VAMPIRISMO CON EL PRESUPUESTO, MIENTRAS LAS CIUDADANAS TENEMOS QUE DEFENDERNOS A NOSOTROS MISMAS Y A LOS NUESTROS POR CULPA DE SU INEFICIENCIA.