Blogs

Éxodo, la palabra en sí nos muestra una salida, tenemos la capacidad de salir de nuestra zona de confort y con ello hacer un viaje diferente, sin recibir más de lo mismo, encontrándonos con múltiples oportunidades perdiendo los miedos, atreviéndonos a hacer cosas que pensamos inimaginables que sólo estaban guardadas en nuestro profundo ser, que por miedo a ser criticados o tildados de locos nunca compartimos con nadie; la palabra éxodo se refiere también a una huida, esto me recuerda los centenares de veces que evadimos la realidad, huyendo de los problemas y la adversidad en vez de enfrentarla para poder seguir avanzando; hay dos tipos de problemas, aquellos que podemos resolver que son personales y aquellos que están fuera de nuestro control que pertenecen a alguien más, puede ser a nuestros padres, hijos o pareja, amigos; la vida nos pone a prueba para entender que cada uno estamos aquí con una misión muy precisa y que debemos ocupar las herramientas que tenemos para resolver lo que se presenta.

El título del post de hoy tiene dos facetas, dos caras, el secreto para la primera es que sí debemos partir del puerto seguro y aventurarnos a nuevas experiencias y la segunda faceta es que debemos impedir la huida del viaje a nuestro interior, es imperioso conocer a la persona que habita dentro de nosotros, ese ser supremo que es la fuente de sabiduría donde radica la información que necesitamos para cumplir con nuestra misión y de ahí seguramente se van a derivar conflictos que nos harán crecer.

Enfrentarlos comienza por la tarea de conquistar los miedos que sólo son fantasmas, la parte de la sombra, como todo; hay oscuridad y luz, tenemos el potencial del libre albedrío, de vivir en conciencia para poder elegir lo que nos alumbra en vez de vivir en tinieblas; permitamos que los hechos ocurran como debe ser sin gastar nuestra valiosa energía, en tratar de controlar todo, recordemos que lo que resistimos persiste, llevemos a cabo el gran secreto de fluir, hacer pausas, retomar, reflexionar saliendo de lo ordinario para volverlo extraordinario, haciendo al mismo tiempo la grandiosa entrada constante al castillo donde se guardan los tesoros que es nuestro interior.

La libertad consiste en alterarse poco frente a las influencias externas negativas que retrasan nuestro crecimiento.

Si conocemos los sucesos que hay dentro de nosotros y contamos con seguridad y buen juicio de nuestra actuación el camino es más sencillo.

Esta es la virtud con la que todos contamos, que tenemos escondida.

Permítete experimentar el cambio, dale un mayor valor a lo que en verdad te conforma, que es tuyo lejos de ser adoptado.