Hoy hablaremos de la importancia que tiene el trabajo en nuestra vida, ya que debemos dedicar una gran parte de nuestra existencia a buscar los recursos necesarios para poder vivir, sin embargo no existen aun formulas estrictas de cuánto tiempo tienen que trabajar las personas. El trabajo en sí requiere grandes habilidades y que se realiza libremente lo que ayude a que se refina la personalidad del individuo y por otro lado, que hay pocas cosas tan poco estimulantes como el trabajo no cualificado pero esta hecho como obligación, ya que el trabajo es tan universal y tan variado, es muy grande la diferencia entre satisfacción que tiene la persona según si lo que está haciendo le satisface, le es agradable o no.
Sigmund Freud cuando se le pidió su receta para la felicidad argumento: “El trabajo y el amor” ya que es cierto que si uno encuentra flujo en el trabajo y en las relaciones con otras personas, estará en el buen camino para mejorar la calidad de vida. No parece ser cierto que el trabajo deba ser desagradable, ya que puede sea siempre muy duro o por lo menos más duro que no hacer nada en absoluto, hay muchas evidencias de que el trabajo puede ser agradable e incluso es la parte más agradable de la vida. Ocasionalmente las culturas evolucionan de tal manera que las tareas que se hacen en la vida cotidiana y de forma productiva están muy cerca de ser actividades de flujo, hay grupos inclusive donde tanto la vida de familia como el trabajo son desafiantes pero están integradas de forma armoniosa., lo más llamativo de esto es que el trabajo lo tienen en casa por lo que no se separa del tiempo libre que puedan tener, y trabajan muchas horas cada día, pero si disfrutan lo que hacen se puede decir que nunca trabajan.
La gente joven en la actualidad puede pasar mucho tiempo de ocio sin hacer nada pero eso no implica que lo disfrute, simplemente pierde el tiempo en cualquier actividad que NO le implica invertir psíquicamente, por lo que no hay disfrute alguno., simplemente el no hacer nada se hace rutinario pero no es satisfactorio. El trabajo que se emprende como una actividad de flujo es la mejor manera para desarrollar las potencialidades humanas. El flujo es el resultado de un intento consciente de dominar los desafíos. Cuanto más parezca el trabajo juego, más lo disfruta la persona y le ayuda a desarrollar su potencial. Si la persona disfrutara realmente de su trabajo, se beneficiaría no solo a nivel personal, sino que seguramente tarde que temprano producirían más eficientemente y alcanzarían todas las metas que ahora tiene prioridad.
Hay una paradoja ya que en el trabajo la gente se siente hábil y presta a enfrentarse a los desafíos y por lo tanto se siente y es más feliz, fuerte, creativa y satisfecha. Pero la gente en sus ratos libres no tiene muchas cosas que hacer y sus habilidades no son usadas, por lo que tiendes a sentirse más tristes, débiles, aburridos e insatisfechos, a pesar de que le gustaría trabajar menos y dedicar más tiempo al ocio. La apatía de mucha gente de nuestro alrededor no es debida a estar física o mentalmente agotado, el problema radica en la relación del trabajador moderno con su trabajo, con la manera de percibir sus metas en relación con él, cuando sentimos que empleamos la atención en una tarea contra nuestra voluntad, es como si nuestra energía psíquica estuviese derrochada, en vez de ayudarnos a alcanzar nuestras propias metas, las estamos alcanzando para otra persona.
El tiempo utilizado en esta tarea se percibe como un tiempo a restar del total disponible en nuestras vidas. Muchas personas piensan que el trabajo es algo que tienen que hacer, una carga impuesta desde afuera, un esfuerzo que les roba vida y existencia. Aunque en el momento mismo de la experiencia de trabajo pueden considerarla positiva, tienden a descartarlo porque no contribuye a sus propias metas de largo alcance, pero se puede amar el trabajo y todavía sentirse insatisfecha con algunos aspectos del mismo, entonces puede intentar que mejore lo que no es perfecto.
Las personas que aprenden a disfrutar de su trabajo, que no derrocha sus ratos libres, acaba por sentir que su vida en cuanto a totalidad ha llegado a valer mucho la pena. Para poder vivir una experiencia de flujo, ésta aparece en cada actividad que se realiza con conciencia, ya sea en el trabajo, en casa, o en su propio espacio personal, en cuanto al trabajo es un gran premio el poder hacer algo que te gusta y que te pagan por hacerlo, no hay que ganarse la vida trabajando, la vida ya está ganada, simplemente hay que hacer una actividad donde podremos desarrollarnos y aprender, donde podremos ser nosotras mismas y eficiente nuestras actividades, tenemos el control de hacerlo ya que eso nos permite priorizar nuestras actividades y organizar el tiempo de una mejor manera para tener tiempo disponible.
El trabajo te permite desarrollar tu capacidad de organización, de deslindar responsabilidades, de postergar lo que no es importante, de resolver situaciones que sean en beneficio del mismo trabajo., y por ende del crecimiento en el ámbito laboral y personal.
Definitivamente el mundo estaría mucho mejor si cada persona ama y disfruta lo que hace.
Yo te pregunto: ¿En este momento de tu vida, estás satisfecha con lo que haces? ¿Qué has descubierto de tí misma?
Porque si de algo estoy segura, es que el trabajo también puede ser una experiencia de disfrute.
LDH. Sandy González Guzmán
Terapeuta Desarrollo Personal
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