No es tanto como lo dices, sino la manera en la cual lo dices.
No es tanto el lenguaje que usas, sino el tono en el cual lo expresas.
“Ven aquí” dije fuertemente y el niño se intimidó y asustó.
“Ven aquí” dije suavemente, él me miro, sonrío y se dirigió a mi regazo gateando.
Las palabras pueden ser suaves y amigables, pero el tono las clava como un dardo.
Las palabras pueden ser suaves como el soplo de verano, pero el tono puede romper mi corazón.
Por palabras que vienen de la mente, crezco en estudio y arte.
Pero los rasgos tonales de mi interior revelan el estado del corazón.
Será que lo sepas o no, será que lo entiendas o cuides.
La caballerosidad, gentileza, amor, odio, envidia y rencor están ahí.
¿Entonces eliminaras barreras? ¿Y la paz y la alegría de amor?
Mantén el rencor, no sólo fuera de tus palabras, manténlo fuera de tu voz.
Comentarios
Siempre hemos sabido que a la mayoría de las personas nos gusta que nos traten y nos hablen bien así que empecemos a tratar bien a nuestros hijos, ya que ellos son lo más importante para nosotras. En algunos aspectos tratémoslos diariamente como si fueran nuestros invitados más importantes, no solo nuestros hijos; porque luego nuestra confianza es tal que en ellos desbocamos nuestras frustraciones, en cambio a los niños de nuestras amigas los tratamos con dos palitos ¿ No es muy injusto ? Luego no nos quejemos....