Por el rumbo en que vivía pasa el Gran Canal y el puente que lo cruza antes era de madera. Se decía que aparecían personas asesinadas o ahogadas. Del otro lado del puente había un establo muy grande al que la abuela Consuelo mandaba por leche a Alejandro y Blanca. Ellos aprovechaban para comer unas ricas gelatinas de rompope ¡deliciosas! hmmm.A un costado del canal pasaban las vías del tren y por ellas diariamente caminaba un señor grande, gordo, de barba larga y descuidada. Siempre llevaba un sombrero oscuro y un gran costal repleto de cosas que recuperaba de la basura. Así que cuando algún niño se portaba mal, amenazaban con que se lo robaría y lo echaría a su costal.De ahí que Blanca tenía un sueño repetitivo en el que iba caminando por la orilla del canal en una hora desconocida, pues estaba oscuro y todo estaba solitario. De pronto aparecía ese señor y corría tras ella. Intentaba correr también, hacía enormes esfuerzos por despegar los pies del suelo, tanto que hasta dolían; intentaba gritar pidiendo auxilio y a pesar de que abría la boca desmesuradamente, de ella no salía ningún sonido. Casi la alcanzaba ya, sentía sus manos rozando sus hombros... Y de pronto con un brinco despertaba. ¡Sólo era un sueño Un sueño, sí pero que a veces se repetía diariamente...De pronto de la noche a la mañana, esa persona desapareció. Decía que encontró yun hoyo profundo a la orilla del canal y como la curiosidad lo venció, se adentro en él y nunca, nunca salió.
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