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EL RETO DE VIVIR EN PAREJA NO SOLO ES UN TÍTULO...

Es  una invitación a tomar acciones retadoras que nos lleven a desarrollarnos mutuamente dentro de esta enorme empresa. (Como le nombra a la relación de pareja el Dr. Rubén González Vera)

En un principio, la vida en pareja se encuentra poblada de expectativas, tengo que ser sincera, son falsas expectativas, depositamos nuestra energía en ese tiempo, buscando tener una vida fácil sin problemas y en ocasiones, carente de sentido.

Es a través de nuestra pareja que emergen de la obscuridad nuestras máscaras, esas mismas que nos hacen entrar en conflicto y nos sitúan en una experiencia  semejante a arrancarnos un pedazo de piel ufffff. Cierto que esto nos aproxima con la realidad de lo que somos, pero esta transformación duele y duele mucho.

¿Sabías que los conflictos en la pareja revelan fielmente la existencia de nuestras divisiones (polaridades) internas? Esto mismo también constituye un camino de crecimiento que nos lleva de lo opuesto a la unidad.

En la relación podemos llegar a sufrir por diferentes motivos, tales como el manejo del poder, lealtades o deslealtades, infidelidad, sexualidad, dinero, hijos, compromiso, etc.

Si vemos estos motivos como símbolos y suponemos lo que nos quiere decir, caeríamos en cuenta que no son los hechos como tales los que nos afectan, sino, el sufrimiento por una carencia, por algo que no está concientizado, mucho menos hablado. Ejemplo:

-Si una pareja discute por motivos de dinero, se llegan a los gritos y violencia excesiva,  la reacción emocional que se está manifestando es desproporcional al motivo, de hecho podemos pensar “no es para tanto”, y, también podemos investigar el significado simbólico del dinero, de esta manera podríamos comprender que lo que se discute no es la cantidad de dinero, sino algo en relación a la autoestima o con la necesidad de afirmarse a sí mismo.

Podemos cuestionar esto, argumentando que el manejo del dinero le está reflejando situaciones de su niñez que le han dejado marcado, de tal manera que le hace figura ahora. Y bueno, nos podríamos quedar hojas y hojas explicando y profundizando en el tema del dinero, lo cual no toca por ahora.

Otro ejemplo, sería discutir por una infidelidad, si bien es cierto que a nadie nos gustaría vivir esa experiencia, si podemos ver parejas en donde el hombre o la mujer manifiestan tal dolor que los sume en una profunda tristeza, si investigamos el significado simbólico de este hecho, tal vez caeríamos en cuenta que el dolor desproporcionado tiene sus raíces en un hecho de la infancia en dónde se vivió bajo el  estigma de no “ser reconocido, abandonado, traicionado, humillado, etc”

Ante estas dificultades que surgen en la vida en pareja, bien vale la pena plantearnos algunas preguntas como:

¿Quién soy ante este conflicto, a quién estoy representando?  (Víctima, verdugo, injust@, indiferente, comprensiv@,  insegur@,  ¿seré el miedo mismo?)

¿Con los ojos de qué observador abordo este conflicto? (paciente, tolerante, gentil, niño, adulto, verdugo, autoridad, etc)

¿Qué tenemos que aprender el uno del otro a fin de lograr una comunicación asertiva y una convivencia amorosa y gentil?

Todo en la vida tiene su polaridad (luz y sombra, blanco y negro) ¿qué polaridad de mi estoy viendo o está surgiendo en este momento, qué, aún no acepto de mi?

Como verán los conflictos, vistos como una metáfora, evidencian información cuya finalidad está muy lejos de los juicios y más cerca de la integración de los opuestos.

Como en cada oportunidad y cada que me sea posible hacerlo, compartiré con Uds.

Gracias

Abrazo Infinito

Norma Alonso