EL PROYECTO

Con frecuencia son muchas las personas que me cuestionan y preguntan cómo es que pueden arreglar sus vidas, cómo encontrar el camino adecuado y cosas parecidas.

Generalmente respondo que pese a ser imposible el preverlo todo debemos y podemos adaptarnos a los imprevistos, que estos son inevitables; tomar responsabilidad de lo que elegimos es imprescindible.

La única constante en la vida y en el universo es justamente el cambio.

En multitud de ocasiones se nos presentan situaciones incómodas, adversas que sin duda requieren de un mayor esfuerzo, la adaptación a ellas pasa por matizar las costumbres que nos son innatas, que es condición necesaria hacerlo y que al llevarlo a cabo nos sentiremos confortables o al menos adaptados a situaciones que nos son extrañas.

Resulta vital la revisión que hagamos de nuestro equipaje, que tengamos en mente que nuestra biología es también nuestra biografía y viceversa; precisamos revisar la carga emocional que llevamos a cuestas, la memoria que llevamos en todos los niveles, viajar más ligero hace al camino ameno y posible.

El secreto es saber que toda vez que tienes clara tu visión, la misión llegará como consecuencia.

Para visualizar aquello que queremos lograr es fundamental entender y asumir el principio de realidad que nos acompaña, aceptar que nuestro presente es producto de dejar atrás el pasado; la visión es una obra arquitectónica, requiere hacer un primer bosquejo, un dibujo que se irá detallando con trabajo, que contendrá los colores de nuestro gusto y trazos detallados.

Se puede borrar, replantear, es válido hacerlo en repetidas ocasiones hasta que tengamos el proyecto que nos satisfaga, el que describa a plenitud nuestros objetivos.

Cada uno de estos ensayos logra plasmarse en nuestro subconsciente al ser expresados con esa tinta y ese papel virtuales de nuestra mente, su presencia borra lo anterior y antepone esta obra fresca que germinará y nos hará crecer.

La imaginación es parte de la meditación, la hace poderosa, cuando ese plano de proyecto ha sido concluido tendremos que asumir la tarea de repasarlo y estudiarlo mentalmente y de muchas formas hasta que lo hayamos hecho propio en todas sus aristas.

La conciencia es una responsabilidad personal como lo es la felicidad, la afinidad que tengamos con nuestras metas nos acerca a los logros que deseamos, a que estos sean mejores y armoniosos entre sí, en lo laboral  y en nuestras relaciones; cuando el poder personal y el espiritual coinciden en ello los resultados son sorprendentes.

Cuando hagamos este plan debemos de observar con detenimiento la forma en la que moldeamos la energía, eso es lo que transmitiremos a nuestro entorno.

El tener proyecto nos sienta en el lugar del piloto, nos otorga las riendas de nuestra vida; la duda siempre pesa más que la razón, fortalezcamos la certeza de nuestro trazo y la de que estos son los indicados.

“Nada es para siempre” solemos decir, la transformación es constante, hacer un proyecto distinto que permita continuidad despierta al artista que llevamos dentro.

Lo trascendente es llevar a cada uno a buen fin lo que es indispensable para una vida creativa y activa.

Despierta esa magia de tu interior, sé dueño de tu proyecto, aliméntalo y visualízalo, hazlo tuyo, cuando menos imagines se habrá materializado.

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Comentarios

  • Hola Terry es excelente tu articulo, ya he entrado a tu pagina, quisiera saber si das cursos o talleres, o algo; tambien te sigo en twitter, muy buenos tus libros.

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