El Porqué de los ValoresExtraído del libro "Valores". Autora: Licda. Adriana Mora HamblinDerechos Reservados.www.grupodaion.comwww.misiontriunfo.comPerfecto, ta. (Del lat. Perfectus).Extraído del Diccionario de la Real Academia Española (R.A.E.).1. adj. Que tiene el mayor grado posible de bondad o excelencia en su línea.2. adj. Que posee el grado máximo de una determinada cualidad o defecto. Jesús es un perfecto caballero.Sé que muchas personas saben identificar los principios y valores que deben aplicar en sus vidas, con el fin de poder garantizarse una vida mejor; pero, ¿realmente cumplimos a cabalidad con esos valores? Por ejemplo: ¿somos al cien por ciento fieles, íntegros, honrados, leales, justos, bondadosos, honestos, humildes, etc.? ¡Que difícil contestar! Es como si nos preguntaran si existe algún ser humano perfecto. Muchos responderían que no; personalmente pienso que nacemos perfectos; pero con muy poca información, somos carbones que debemos ser procesados con amor, hasta ser convertidos en hermosos diamantes.Somos únicos, no hay dos iguales a nosotros. Lo que sucede es que una vez nacidos, la información que se nos va suministrando, ya sea por nuestros padres, familiares, compañeros, amigos, maestros, los medios de comunicación, etc., es la que hace que acentuemos esa perfección o nos vayamos alejando de ella cada vez más.En cuanto a que si aplicamos al cien por ciento los valores en nuestras vidas, considero que no, al menos no todos los valores. En algún momento de nuestras vidas, algunos de nosotros recurrimos a la mentira (puede ser una mentirilla piadosa) para salir bien librados de algún embrollo; o hemos tomado una moneda que han dejado nuestros padres olvidada; tal vez hemos actuado de manera soberbia, cruel, con ira; o hemos maltratado a alguna persona; o sea, hemos infringido algunos de los valores.Entonces, ¿como debemos actuar?, ¿qué debemos hacer para que nuestra vida sea regida por esos valores y principios que nos garantizan una existencia de calidad? Debemos pensar de manera positiva, agradecer todos los días por el milagro de un día más, trabajar con ahínco en pro de una vida mejor. Cada que vez que vayamos a tomar una decisión, preguntémonos cuales valores están involucrados en ella y si por alguna razón infringiremos alguno de ellos, de esta manera nuestras decisiones serán tomadas con sabiduría.Recordemos, que nuestro actuar debe ser con miras a una cosecha de buenas obras y de transformarnos de carbón a diamantes.“Cuando salía para continuar su camino, un hombre vino corriendo, se puso de rodillas delante de él y le preguntó: -Maestro bueno, ¿qué haré para obtener la vida eterna? Pero Jesús le dijo: -¿Por qué me llamas "bueno"? Ninguno es bueno, sino sólo uno, Dios”. (San Marcos 10:17-18).Autora: Licda. Adriana Mora HamblinConferencista Internacionalwww.misiontriunfo.comwww.grupodaion.com
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