Continuando con la importancia que tiene el padre como guardián del desarrollo y bienestar de sus hijos en la familia, podemos sostener que en la crianza de los hijos es muy necesario que los padres brinden una base de seguridad emocional para que cuando los hijos hagan salidas al mundo,por decirlo así, sepan que pueden volver con facilidad a descansar, a recargarse de motivación o a tranquilizarse, sabiendo que serán recibidos con plena aceptación y afecto y, si ellos ya son capaces de dar muestras de cariño, que regresen con la seguridad de que su cariño será aceptado. Y, si tienen miedos o aflicciones, que sepan que el padre les podrá dar contención y ayuda en la solución de sus conflictos.
Ahora, pasando a discutir las características de los padres acerca de ser figuras guardianas, González Núñez en 2021 hizo una investigación con 77 padres de familia mayores de 20 años con la finalidad de buscar cuál es el modelo de guardián de la paternidad actual. Encontró las siguientes cualidades:
El padre guardián:
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Procura que sus hijos tengan atendidas sus necesidades económicas cada uno a su nivel
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Se da tiempo para ver a sus hijos
- Se da tiempo para escuchar a sus hijos
- Se preocupa por ser una presencia constante en la vida de sus hijos
- Cuando sus hijos sufren un accidente, por pequeño que sea, los atiende
- Alienta usted los éxitos de sus hijos, por pequeños que sean
- Sabe distinguir si su hijo (a) está enojado (a)
- Sabe distinguir si su hijo (a) está triste
- Ayuda a la mamá de sus hijos a que éstos estén bien atendidos
- Sabe distinguir si su hijo (a) está motivado (a)
- Aparta tiempo especial para estar con sus hijos
- Cuida usted que sus hijos obedezcan
- Les pone usted reglas protectoras racionales a sus hijos
- Arrulló a sus hijos cuando eran bebés
- Sabe identificar cuando sus hijos se sienten mal emocionalmente
- Diseña y aparta tiempo de vacaciones para estar con sus hijos
- Puede usted empatizar con los fracasos de sus hijos, por pequeños que sean
- Sabe distinguir si su hijo(a) está frustrado (a)
- Está usted ahí con sus hijos, aunque no tengan nada que decirse
- Juega con sus hijos
- Lleva o llevó a sus hijos a la escuela
- Sabe distinguir si su hijo (a) se siente desilusionado (a)
- Cuando sus hijos eran pequeños y lloraban o lloran, usted sabía o sabe por qué lo hacen
Analizando estos resultados, podría decirse que los padres, en su perfil de ser guardianes, le dan una preferencia al bienestar económico, al bienestar social y en el que tienen más dificultad es en apoyarlos en el bienestar emocional. Cabe señalar que de los resultados obtenidos, la frustración, la desilusión y el llanto son las conductas más difíciles de entender por los padres guardianes.
Podría decirse además que el padre guardián enseña valores, lo que está bien y lo que está mal. Enseña qué valores vale la pena ejercer tanto como los piensa, los siente y los actúa. Es importante que haya una congruencia entre cómo piensa los valores, como los siente y como los actúa. El padre es el que propone y es modelo de rol en cuanto a la actuación de esos valores
El padre ayuda a la contención de las emociones en términos de que enseña a ejercer el autocontrol a través de mostrar las reglas, las normas y los límites. En ese sentido ayuda a adaptarse a la realidad y la conciencia moral en alguna forma está referida a las normas enseñadas por el padre sin descuidar las de la madre.
Una función importante es la de dar identidad a los hombres y ser punto de referencia para el logro de la identidad de las hijas. Esto es, es también modelo de rol masculino para otorgarlo a los hijos varones y ser punto de diferenciación para las hijas mujeres.
El padre otorga dones positivos como la responsabilidad el trabajo, la seguridad, la autodefensa, la autoprotección, la generosidad, etcétera. También depende de que los hijos acepten esos dones o los rechacen. Pueden aceptar o rechazar por motivación propia o por influencia de la madre o del medio ambiente. Puede estar devaluado por ejemplo por la madre y por eso sucede que los hijos no lo aceptan.
El amor, la cooperación, la resiliencia confluyen en vínculos sensibles y seguros. Muchos hombres anónimos y en lo cotidiano, se animan a convivir con sus afectos, como tantos a través de la historia lo han hecho: Moisés, Jesús, Gandhi, Buda, Luther King, Nelson Mandela, el Dalai Lama, Miguel Ángel, por nombrar sólo algunos ejemplos, todos ellos encarnan otra versión de la masculinidad paterna: nutricia, empática, sensible, compasiva, comprensiva, solidaria, fraternal, guardiana sin despreciar por ello el valor y coraje espiritual, la justeza, la firmeza, el compromiso, la rectitud y, por sobre todo, el amor.
¡Feliz Día del Padre!
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