Blogs

Es común en mis conferencias escuchar a los ahí presentes decir, estaba a un tris de llegar al éxito,  de cumplir mi sueño, desconozco que sucedió, pareciera como si un hechizo me hubiera desecho todo.

El tema es reiterativo se basa en las creencias limitantes, en ese saboteador que llevamos dentro listo siempre a saltar y ponerse al frente de nuestra vida, lo que ocurre frecuentemente cuando estamos en ese punto exacto para lograr algo, como si nos espiara, nos sorprende, nos deja preguntándonos como se habrá enterado.

Nada más y nada menos por estar encarnado en nuestro subconsciente el que todo lo sabe y todo lo registra.

Las computadoras también llevan el nombre de ordenador, de ahí se desprenden dos conclusiones:

La primera es que este ordenador tiene todo muy bien acomodado. En el transcurso del tiempo lo ha ido guardado y nutriendo a través de nuestras experiencias.

La segunda sería que recibe órdenes , para tener acceso y ponerlo de una manera distinta es necesario quitar lo que dejó de servir, añadir las ideas frescas y nuevas que deseamos que tomen forma, tenemos también que darle instrucción adecuada a esta computadora virtual que es nuestro cerebro, para que la ejecute.

En el transcurso de los años muchos han sido los que han escrito y hablado acerca de la ley de atracción, son cientos las personas exitosas que a lo largo de la historia han logrado descubrimientos y situaciones que pudieran parecer milagrosas, lo importante es saber el gran secreto, el que los ha acompañado, el control de la mente.

Una de las creencias compartidas por muchos es relativa al dinero, casi todos piensan que este es muy difícil de conseguir, para lograr con ello la estabilidad se ha hecho de esto una constante en el colectivo, el esfuerzo por transformar ese tipo de situaciones lleva tiempo, pero siempre se puede alcanzar, la resistencia al cambio depende de este sistema empleado para pensar, el que venimos repitiendo por muchos años, que acríticamente consideramos correcto, el ego tiende y prefiere estar en la zona de confort, el cambio le es complicado, a nivel intelectual podemos entender la necesidad de transformarnos en lo profundo, las dudas de nuestras perspectivas son el elemento de la crisis de nuestro interior.

Eso es lo que proyectamos esas son las ondas que de nosotros emanan, las de la duda, la energía que sale de nosotros influye necesariamente en el esto de las personas que nos rodean, con mayor énfasis en los círculos más cercanos, quienes nos ven actuar, con quienes nos relacionamos a lo largo del día, desde las situaciones más simples hasta las mas complejas nos perciben en relación directa a su sinceridad, para ello nos catalogan y juzgan, esa emoción también es energía afecta inevitablemente nuestro comportamiento y alimenta nuestra indecisión, el circulo vicioso perfecto, romper esta mecánica depende exclusivamente de nosotros.

Para poner en orden el ordenador es necesario decidirnos concretar el proyecto que deseamos, hacerlo con determinación y precisión, en suma aprender a darle ordenes.