¿Por qué nos pasamos la vida en las mismas condiciones emocionales sí supuestamente no queremos y no deseamos vivir así?
¿Por qué no tomamos acciones diferentes para reencontrarnos con nosotros mismos y con la realidad de nuestra vida?
¿Por qué limitamos nuestro crecimiento a pesar de que sabemos que algo no nos conviene?
Porque tenemos un gran miedo al cambio. A qué las condiciones de nuestra vida se tornen diferentes pese a que lo deseamos con toda el alma.
Así pasa un año, dos o tres y seguimos con esa pareja, con ese temor, con ese estrés y con esas vivencias cargadas de dolor y frustración. No nos atrevemos a vivir la propia vida porque estamos aferrados a una esperanza: quizá mañana todo sea diferente.
Es en fin una esperanza de amor frustrado y lleno de vaivenes, de laberintos y de sinsabores, pero nos hemos acostumbrado a vivir con ellos.
Tenemos que aprender a cerrar ciclos y círculos en la vida aunque nos duela, aunque nos cueste, aunque estemos llenos de miedo, de ira, de culpa y de dolor.
Requerimos repensar la propia existencia bajo los lentes del bienestar y no del sufrimiento. Sí el cambio genera miedo un gran terror se apodera de nuestra vida y de nosotros mismos.
El miedo paraliza, se torna ciego y no está dispuesto a ceder sino lo enfrentamos. El miedo al cambio solo puede vivirse afrontándolo en todos los sentidos.
Le tenemos más miedo al miedo que a nuestras circunstancias. Nos detenemos solo para sufrir y no gozar de la existencia misma. Cada día que pases en condiciones de sufrimiento y dolor están encaminadas a acarrearte más de lo mismo.
No existe alternativa, la vida no acepta sustitutos y así tenemos que ir llevando nuestra “carga”.
Al cerrar ciclos se libera una gran energía emocional que nos permite la capacidad de acción y movimiento. Nada puede ser peor que lo que se ha vivido, eso es seguro.
Crisis siempre habrá, recaídas también, las puertas quieren volverse a abrir y por supuesto que necesitamos contar con una gran fuerza para avanzar.
Un motivo gigantesco para abandonar las condiciones pasadas, pero no existe otra alternativa.
Pero esos caminos no es necesario transitarlos en soledad. Si no puedes dar el paso consulta a los especialistas, infórmate sobre las diferentes alternativas terapéuticas y sobre todo no te dejes vencer.
Porque si tu vida y existencia no son motivo suficientes entonces:
¿Cuál podría ser el motor?
Solo quienes son capaces de apropiarse de su existencia son los únicos que pueden lograr que la vida se convierta en una mejor alidada para transitar, después de todo la vida no acepta quién nos sustituya en la existencia.
El duelo interminable de la pareja
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Cerrar ciclos en la vida un camino hacia la libertad emocional.
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La historia de la semana en nuestro blog: Ramón no logra cerrar su ciclo amoroso
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Comentarios
Hola cierto que el duelo trae sin sabores, pero, que pasa cuando si aceptamos el cambio pero no tenemos otra oportunidad? me refiero el duelo al trabajo. Estoy desempleada y me ha costado mucho trabajo acomodarme aun siendo profesionista. Las oportunidades solo aparecen con buenos deseos. Es así como debe uno seguir? El duelo seria mas llevadero cuando las puertas se abren. No lo crees?