Cuando yo era niña pensaba que mi país era el mejor lugar para vivir...
Recuerdo que me senté bajo la sombra de un gran árbol en nuestro patio trasero, de repente llegó a mi un pensamiento sí el país en el que me tocó vivir era una buena opción y llegué a la conclusión que sí, que México era la mejor opción que existía en el mundo.
Las razones para pensar esto eran muchas,
Tenía una familia unida
Podíamos salir a jugar en la calle tranquilamente
Andar en bicicleta bajo la lluvia
Había podido ir a un viaje familiar por carretera y ver como cambiaba el paisaje a medida que avanzábamos.
La realidad en la que vivía simplemente me parecía perfecta.
En cambio hoy, en mi etapa de joven adulta, no puedo dejar de sentir un hueco en el estomago cada vez que prendo el televisor y escucho historias de abusos, tragedias, corrupción, impunidad y muerte.
Y sí es muy fácil culpar al gobierno, al sistema, al narcotrafico, la falta de educación, y no hay duda que son responsables en buena medida de lo que sucede hoy en México que ha llegado a estos limites intolerables por la permisividad de las autoridades.
Sólo que también nosotros, como ciudadanos, como mexicanos, tenemos la obligación de procurar llevar un estilo de vida de acuerdo al modo en el que queremos vivir y el modo en el que queremos ser tratados.
¿A qué me refiero? A llevar nuestra cultura individual a otro nivel, por ejemplo, no tocar el claxon si el semáforo acaba de cambiar a verde, no tomar lo que no es tuyo, respetar a las mujeres que caminan por la calle, no ser participe de cualquier acto de corrupción, es decir, cambiar nuestro switch cultural y convertirnos en ciudadanos ejemplares desde esos pequeños detalles que se presentan a la cotidianidad.
Y desde esa posición de estilo de vida, exigir a las autoridades, razonar nuestros actos, denunciar las injusticias.
El cambio debemos ser todos, desde casa con nuestro hijos y familiares, desde ahí se debe actuar con integridad, y se debe permear esta nueva cultura de nuestra casa a la escuelas, de las universidades a la vida cotidiana y al país entero. Esto es lo que necesitamos con urgencia, y claro que esto no va a solucionar los problemas del país pero será un gran paso para encontrar, exigir, y solucionarlos. No podemos seguir siendo indiferentes a la sociedad.
Simplemente no podemos seguir quejados y sin cambiar nuestor switch cultural.
Tenemos que iniciar, ser y promover el cambio que queremos vivir.
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