Estuve tentado a escribir algo sobre lo que se, sobre lo que practico a diario en midesempeño laboral, porque es lo que conozco.Realmente el día se me pasa entre informes sobre logros diarios, semanales y mensuales. Así como entre planes, programas y estrategias. Impartiendo y recibiendocursos sobre los procedimientos y en lo operativo, motivando a mi equipo decolaboradores.Pero no. No quiero hablar de eso.De lo que yo quiero escribir, no es sobre lo que se, sino sobre lo que siento.Vaya, la dificultad de esta tarea, es alta.El viernes desperté tarde, eran las 7:00, la hora que debería estar ya en la oficina,como pude me levante de mi lecho improvisado, me dolía todo el cuerpo, perolo realmente insoportable era el frio.Mire alrededor y créanme, nada bueno vi allí. Estaba como esta siempre, la sillade mi escritorio, mi escritorio, y… todo lo mismo de siempre, mi oficina completa.Tuve, como pocas veces, la oportunidad de observarla detenidamente, mi oficinano es cálida, no tendría por qué serlo, pero hoy veo que es, más que nunca, intolerablemente fría.Es un lugar diseñado para una sola cosa, producir dinero. Su principal función, esproveer un ambiente propicio para vender, vender y vender mucho.Como cama, la silla del escritorio esta rechazada, y ni decir de la calidez de suambiente que, si dormí, fue solo por el cansancio que tenia.Como pude llegue a mi camioneta, logre poco a poco, retomar mi temperatura, altiempo que se calentaba el motor.El camino por el que transito a diario, lo hice también el viernes, (ya tengo casi dosaños haciendo ese recorrido, desde que volví a ser soltero) pero esta vez lo recorríen sentido contrario, y obtuve al hacerlo, la sensación de que todo era nuevo.El sol, que apenas salía, me iluminaba desde la parte de atrás, dándole a todo, uncolorido diferente.Yo no podía dejar de pensar en mi oficina, ¿como fue que hice de ella, mi habitualmorada?Recapacite, y aun ahora, pienso en cómo darle solución a este problema que enfrento.He encontrado en mi oficina (en mi trabajo) un refugio, un escudo, que me protegedel mundo, un pretexto para evitar socializar, una justificación a mi falta de interésen mí mismo.Mis trabajos, que son tres, me brindan la infalible evasiva para no “salir” a conocer, perosobre todo para no salir a mi encuentro, a conocerme.Yo no sé qué tan urgente sea enfrentar este asunto, yo no sé si esto tenga unasolución, ni siquiera estoy seguro de querer cambiar esto.Lo pienso y lo pienso, entretanto me acomodo en la silla de mi escritorio, para tratarde dormir un rato, mientras me dan ganas de ir a mi casa, hoy lunes.Octavio
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en gran o en menor medida a mi me pasa lo que ati, yo llego a mi trabajo, y no le hablo a todos,,,solo me concentro, pero cuando salgo y tomo otras rutas efectivamente vez cosas nuevas,,, yo ya he estado saliendo, al principio me daba miedo pero después de todo, afuera hay un mundo y solo ahora ,hoy lo tenemos que disfrutar, te comprendo no te prives de sensaciones nuevas. saludos.
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