Las vacaciones nos llenan de alegría. Nos agrada salir de la rutina, en ocasiones viajar, pero lo más importante: nos sentimos libres de la tensión y el estrés cotidiano. Pero las vacaciones como los fines de semana son temporales. El reto? Crear esa sensación de estar relajadas y felices en un día común y de manera permanente. Aquí te decimos cómo.
“Encuentra un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar un solo día de tu vida”, dice el refrán. Y esta es la primera recomendación. Hacer lo que nos gusta, nos crea una sensación de felicidad y placer, no importa cuan difícil sea la actividad que tengamos que realizar.
No te extralimites. El exceso de actividad puede convertir ésta en un martirio. Equilibra tus horarios de trabajo con los de descanso, y especialmente dedícate un tiempo a TI MISMA. Esto quiere decir un tiempo exclusivo para hacer LO QUE A TI TE GUSTA. Esta es una manera efectiva de mejorar tu estado de ánimo y evitar caer en estrés y depresión.
Aprender a autorregularte. Este es el consejo más importante que queremos darte hoy y el cual te explicaremos a continuación.
La autorregulación consiste en aprender a crear a voluntad esos estados de relajación y felicidad. Dichos estados solo son posibles de alcanzar cuando entendemos la relación entre la mente y el cuerpo. Recuerda: cuando la mente se estresa, el cuerpo hace lo propio y viceversa. Esto quiere decir que si estás preocupada, lo podrás notar en la manera en que tus músculos se tensan, te duele la espalda o la cabeza. Algunas personas por la mañana experimentan dolor en la quijada, debido a la presión que ejercen mientras están dormidas. Este es solo uno de los tantos ejemplos que podemos darte. Si aprendes a controlar los pensamientos que te generan estrés y preocupación, notarás cómo tu cuerpo se relaja, debido a que empieza a liberar la tensión existente.
Otro elemento de la autorregulación es el que trabajamos en nuestra consulta y en los cursos que impartimos y es, a través de una herramienta llamada BIOFEEDBACK. El Biofeedback (o Biorretroalimentación) es una herramienta que permite a las personas aprender no solo a identificar cuando su cuerpo emite “señales de alerta”, sino lo más importante, aprender a modificarlas, mediante el uso de estrategias que le ayudan a modificar sus estados mentales y con ello, a lograr cambios en su fisiología.
Por medio del Biofeedback, el cual hace las veces de un espejo, la persona se ve o hace conscientes algunos de los procesos de su fisiología de los cuales no está normalmente consciente, como son su ritmo cardiaco, su temperatura o el grado de tensión de sus músculos.
Cuando la persona toma conciencia, el aprendizaje acerca de cómo controlar sus señales, es el siguiente paso. El entrenamiento con Biofeedback se da cuando la persona recibe una retroalimentación visual o auditiva de su estado. Por ejemplo, cuando la persona está relajada, el equipo muestra una luz verde, un sonido brillante o una señal para recompensarlo. Eso es lo que los psicólogos llamamos condicionamiento.
Pero, si la persona se estresa, la luz se pone roja, y el sonido se torna grave. Esta es una señal para la persona y el profesional, para hablar sobre los pensamientos y las emociones que están produciendo esos cambios.
Una vez que la persona ha aprendido a controlar aquellos pensamientos y emociones que afectan su fisiología, puede emplear dichas estrategias en cualquier momento: en medio de una discusión, del tráfico, o antes de ir a dormir, lo cual le permitirá tener un sueño más reparador.
El entrenamiento con Biofeedback suele iniciar enseñando a las personas a respirar adecuadamente, algo que para algunos puede resultar obvio y natural, no lo es. Respirar profunda y lentamente es una de las técnicas más utilizadas para el control de estrés, pero es necesario que la persona aprenda a hacerlo correctamente.
Mas adelante, si la persona aprende a sincronizar su respiración con su frecuencia cardiaca y más específicamente, con la variabilidad de su ritmo cardíaco, entra en un estado denominado Coherencia Fisiológica, que es un estado de armonía para el cuerpo. Lo que hace el Biofeedback en este caso, es reforzar los patrones de respiración y cardiacos adecuados.
El Biofeedback además de ser una herramienta sumamente útil para crear esos estados de relajación, es una herramienta que ha demostrado su efectividad en diversos campos clínicos, como la depresión, el trastorno por estrés traumático y lo que hoy día se conoce como déficit de atención.
Dentro de las ventajas del Biofeedback, es que es la persona misma, utilizando sus propios recursos, quien logra modificar sus propios patrones, sin hacer uso de medicamentos u otro tipo de tratamientos. Una segunda ventaja es que una vez que la persona ha aprendido, por medio de la práctica a hacerlo, puede hacerlo en cualquier momento que lo necesite, sin necesidad de estar en la playa, en un spa o cualquier otro sitio.
Esto supone además una tercera ventaja: el factor económico. Usualmente, y dependiendo de los objetivos, el entrenamiento en Biofeedback se realiza en pocas sesiones. Cabe señalar que aquí solamente estamos hablando de entrenamiento en relajación. Si la persona tiene además otras cuestiones que deban o quieran ser atendidas a través de este procedimiento, la duración o número de sesiones puede variar.
Así que si quieres aprender a autorregularte, y con ello lograr ese “efecto vacacional” de manera permanente, escríbenos
contacto@transformatuestres.com
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