La transición a un mundo sin violencia es un camino que debe hacerse viendo ambos puntos de vista, es un error enfrentar Mujeres vs. Hombres… Como si no se pueda equilibrar sino simplemente dar vuelta la tortilla, así no es tampoco.
Definitivamente tiene que ser difícil para un hombre relacionarse en una sociedad en la que las mujeres no son como a él le enseñaron desde niño. Es complicado a un hombre casado cuando su esposa gana más que él, es complicado para un padre escuchar a su hijo de 9 años darle una opinión diferente, es complicado tener que negociar con su esposa alguna adquisición de la casa.
La igualdad entre hombres y mujeres es una evolución que mejora la calidad de vida para ambos, soy esposa y madre de tres niños varones, cada vez que proclamo algún derecho hacia la mujer no lo hago sólo por mí o por las mujeres, es también para mis hijos, y todos los hombres.
Debido a la crisis económica globalmente conocida, los ingresos de muchos esposos mermaron y las mujeres se vieron en la necesidad de cubrir con sus ingresos más gastos de la familia sino todos… ¿Qué sucede con nosotras antes esta circunstancia? Estoy segura que son pocas las mujeres que no lo sienten injusto.
En lo personal llegó un momento en que la responsabilidad caía en mí, y una parte de mí me decía que no era justo, esto limitaba mi negocio, ya que no me ocupaba tanto por hacer crecer mi negocio, porque era más importante asegurarme de que los ingresos del hombre sean iguales o superiores a los míos… Me tardé más de lo que hubiera deseado, pero me di cuenta que tantas palabras acerca de la igualdad eran completamente contradictorias con ése sentimiento que no dejaba superarme. Mi esposo no era quien me limitaba, eran mis prejuicios… Cuando por fin puse todo en una balanza y me di cuenta de cuáles eran las razones por la que lo amaba y cuanto me servían sus comentarios para tomar decisiones que ayudaban a cerrar un proyecto, me quité un peso enorme de encima y mi actitud cambió, ahora me siento más independiente que antes y la única cadena que rompí era una que yo sola me había puesto.
Dejar de quejarse del entorno y ver realmente qué está en nuestras manos para mejorarlo, es algo que cuesta muchísimo llevarlo a la práctica, sin embargo es tan fácil si nos damos cuenta que depende de nosotros mismos.
Cuando la mujer en verdad se da cuenta que no es víctima, entonces desaparece el victimario y en la cultura de esta sociedad el victimario no siempre es de género masculino.
Si queremos un mundo mejor, un mundo de equidad, seamos congruentes con nuestros pensamientos y actuemos!
Comentarios
Así es Mariona! como dicen de donde vengo: "No aclares que oscurese"
Y luego el doble discurso... Se gastan cantidad de nuestros impuestos para decir que gracias al censo, se sabe que hay más mujeres que hombres, (siguen tomando más en cuenta el género que la cantidad de GENTE productiva) Encima queriendo dar a entender que la única razón por la que las mujeres están adquiriendo puestos más importantes es porque no hay suficientes hombres.
Se ha ganado terreno, pero queda mucho más por entender, el cambio está en la actitud de cada uno de nosotros. Seguiré oyendo mensajes discriminatorios y tengo que tener el poder de discernir por mí misma.
Cuando la necesidad de darle un lugar digno a cada persona dentro de la trama social se convierte en un discurso político, trae como consecuencias – entre otras – que se intente argumentar y actuar con base en meras tautologías que pretenden superar la dicotomía entre hombres y mujeres.
Considérese el caso de la fórmula “los derechos humanos de las mujeres”. Esto es llegar al absurdo ya que parecería que al hacer referencia al reconocimiento de “derechos” para las mujeres fuese el único recurso que les otorgara la condición de “humanas”; situación que no se cuestiona cuando se trata del sexo opuesto, para quienes no hay que especificar que gozan de “derechos humanos de los hombres”.
Aquí se llega a un punto interesante: hablar de dicotomías implica exclusión, y el discurso sobre aspectos como género puede ser excluyente ya que se utiliza para separar y para enfatizar diferencias y rangos entre los grupos sociales