Las corazonadas y los presentimientos son información que nos llega directamente de nuestro subconsciente.
Existe una gran confusión en lo que respecta al cerebro y a la mente. Por lo general suele explicarse el funcionamiento de nuestra mente exclusivamente en base a la activación cerebral, a la actividad que nuestro cerebro presenta en cada momento.
Gran parte de la culpa de que esto suceda es precisamente por la neurociencia, tan de moda en los últimos años. La neurociencia ha estudiado el funcionamiento de nuestro cerebro en profundidad durante los últimos años, gracias al impulso que han supuesto las grandes cantidades de dinero público que tanto en los Estados Unidos como en la Unión Europea, han destinado al estudio del cerebro. Gran parte de los centros de investigación y universidades del mundo se han volcado en este tema.
Debemos entender qué es nuestra mente para poder entender la relación de esta con nuestro cerebro.
Nuestra mente tiene dos partes totalmente diferenciadas, la mente consciente y la mente subconsciente.
Nuestra mente consciente nos proporciona la capacidad de pensar, de plantearnos objetivos, y de analizar todo aquello que hemos hecho en cualquier momento. Su capacidad de proceso radica en el cerebro, más concretamente en los lóbulos prefrontales del cerebro, justo detrás de la frente. La activación cerebral que tenemos en ese lugar establece nuestras capacidades de pensamiento consciente.
Nuestro subconsciente funciona de un modo totalmente distinto. Su activación no se produce físicamente en el cerebro. El procesador de nuestro subconsciente radica en el corazón. Es ahí donde se deciden las respuestas que tenemos delante de cada estímulo que recibimos, y es donde se generan todas nuestras reacciones, emociones y hábitos.
Estudios realizados en distintos lugares del mundo nos muestran cómo décimas de segundo antes de que se active ningún área del cerebro cuando tomamos una decisión, o tenemos una respuesta emocional o física, se produce determinada activación energética en el corazón.
El corazón es realmente la clave de nuestro subconsciente. Es ahí donde se generan todas nuestras respuestas inconscientes.
Ahora bien, el cerebro debe tener una activación determinada para que nuestro subconsciente pueda realmente ejecutar esas respuestas. Si nuestro cerebro no tiene establecidas las conexiones neuronales necesarias para que esas respuestas se puedan llevar a cabo, difícilmente vamos a poder ejecutar esas respuestas.
Nuestro cerebro en este caso es como el ordenador del coche, que debe estar programado adecuadamente para interpretar que cuando apretamos el pedal del acelerador, debe enviar determinada orden al motor para subir las revoluciones, cuando apretamos el pedal del freno, lo que debe enviar es una orden a los frenos que hay en las ruedas para que se activen, o cuando percibe gotas de agua en el parabrisas, debe enviar la orden de puesta en marcha del limpiaparabrisas.
En definitiva, el cerebro es el ordenador de a bordo, pero el conductor a nivel subconsciente está en el corazón.
Las corazonadas y los presentimientos no son más que respuestas automáticas que nuestro subconsciente genera, y que nosotros simplemente percibimos, así que ¡hazles caso!
Ricardo Eiriz
Creador del Método INTEGRA, de transformación a nivel subconsciente, y autor de los libros “Método Integra”, “Escoge tu camino a la felicidad y el éxito”, “Un Curso de Felicidad”, “Apunta Alto” y “El Alma de la Salud”
FB: https://www.facebook.com/ricardo.eirizvarela
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