El camino único de la SinceridadExtraído del Libro "Valores". Autora: Licda. Adriana Mora HamblinDerechos Reservados.www.grupodaion.comwww.misiontriunfo.comSinceridad (Del lat. Sinceritas, -âtis).Extraído del Diccionario de la Real Academia Española (R.A.E.).Sincero , ra. (Del lat. sincerus).1. adj. Que actúa con sinceridad.2. adj. ant. puro (libre de mezcla).“Detesto, como a las puertas de la muerte, al hombre que dice una cosa, ¡pero esconde otra en su corazón!" (Aquiles en la “Iliada”, de Homero)."La palabra «sinceridad» viene de los tiempos antiguos cuando, para diferenciarse los acaudalados o poderosos del pobre, revestían o decoraban sus viviendas con piezas enteras de mármol. Los obreros de la piedra trabajaban las piezas enteras con delicadeza y pulido. Con los fragmentos que quedaban de estas piezas enteras de mármol, y mediante cera especial (o resina), se fabricaban otras planchas para rescatar esos pedazos de piedra y darles una utilidad similar a los bloques enteros. Con el tiempo, este concepto fue utilizado en el vocabulario latino, para decir que una persona «sincera», es aquel ser humano «integro» (o indivisible y de allí «individuo»). Es decir, las personas que no son «sin - ceras», pertenecen al grupo de los que interiormente están divididos por sus «contradicciones». (Del libro “16 Horas para Templar el Ser”, de Lic. Daniel Fernando Peiró).¿Somos personas sinceras? O ¿pertenecemos al grupo de personas que dicen una cosa y hacen otra? Que difícil se nos hace contestar a esta pregunta con sinceridad, para hacerlo debemos estar seguros que comprendemos su significado.Ser sinceros significa ser honestos con nosotros mismos y con los demás, o sea, ser íntegros. De esta manera, podremos tener relaciones gratificantes durante toda nuestra vida. Ser sinceros es lo contrario a ser hipócritas. Una persona sincera tiene una sola cara, es lo que es, es franca en su decir y actuar.Deseo compartir con ustedes un relato real, el cual estoy segura les va a dejar muy claro el significado de sinceridad.Conozco desde hace muchos años, a un matrimonio el cual tiene dieciocho años de casados. Cuando se conocieron, él se desempeñaba como ingeniero de una fábrica textil y ella como operaria de esa misma fábrica. Al año de iniciada la relación decidieron casarse, de esa unión nacieron tres hermosos hijos, (una mujer y dos hombres). El participa activamente en las actividades de su iglesia y es admirado y respetado por muchas personas, principalmente por los miembros de su comunidad. Cuando la hija tenía ocho años, visitó a una de sus amiguitas con el fin de jugar con ella. Dentro de la conversación que sostenían, ella le dijo a su amiguita, que se sentía muy triste, porque su mamá tenía otra hija, la cual vivía con su abuelita materna, porque su papá no permitía que ella viviera con su familia, ya que él no quería a esa niñita y además les había prohibido hablar de su existencia. Como es de suponer, la amiguita se lo contó a su mamá y esta a su vez lo comentó en la congregación en la cual se reúnen.Mi pregunta es: ¿Cómo puede una persona actuar de esa manera?, ¿Cómo hace para tener dos caras?, ¿No comprende que entre cielo y tierra nada se esconde? Y ¿la madre?, ¿porqué lo permitió? Mi intención no es juzgar a nadie. Tengo muy claro el concepto de que, cuando mi dedo apunta a alguien, tres dedos apuntan hacia mi. Lo único que deseo, es manifestar mi malestar en cuanto al actuar de muchas personas, que sin importarles el daño que puedan ocasionar a sus seres queridos, mantienen sus posiciones soberbias, injustas, faltas de integridad. Y lo peor es que aunque se les haga ver lo mal de su actuar no les importa ni entran en reflexión.Debemos detenernos un instante y analizar nuestro comportamiento, determinar si somos congruentes con lo que decimos y hacemos. Nunca debemos olvidar, que recogemos lo que sembramos, que cada acción que tomamos es una semilla que sembramos y que tarde o temprano vamos a recoger los frutos de nuestro proceder. Evitemos que se nos endurezca el corazón, recordemos que de lo que habla la boca es de lo que hay en el corazón, de allí nacen nuestros pensamientos y acciones.Propongámonos ser personas “Sin Ceras”, íntegras, honestas, honradas, solo así podremos ser dignas de imitar y respetar por nuestros hijos y por las personas que nos rodean.El hombre de doble ánimo es inestable en todos sus caminos. (Santiago 1:8).Autora: Licda. Adriana Mora HamblinConferencista Internacionalwww.grupodaion.comwww.mision triunfo.com
querida Licda,Adriana Mora Hamblin. que grato relato es muy profundo aunque es para reflexionar y preguntarnos quien alguna vez en la vida no hemos sido^sin ceras^ incluso son las mentiras piadosas gran parte en donde vamos perdiendo la sinceridad. creo que debemos empezar por respetarnos a nosotras mismas. saludos
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