EL AUTOCONTROL EN EL MANEJO DE TUS REACCIONES
Decidir por uno mismo sin tener influencia de las demás personas, haciéndonos responsables de las consecuencias, ya sean positivas o negativas de nuestros actos muestra el autocontrol.
El autocontrol es la habilidad para manejar nuestras emociones, impulsos, acciones y deseos.
Cuando una persona no se sabe autocontrolar no puede llegar a controlar a los demás.
Existen personas que gozan de plena salud y que sin embargo se dejan llevar por sus impulsos sin medir sus deseos y acciones, son compulsivos y actúan sin importarles las consecuencias de sus actos, cuantas veces no hemos visto o escuchado que alguien se peleo sin motivo.
Estas personas no son capaces de controlar su conducta impulsiva lo que les ocasiona tener problemas en su familia causando distanciamiento entre padres e hijos o con los hermanos, divorcios que causan mucho daño entre las partes involucradas y los hijos; las personas que no tienen autocontrol son incapaces de mantenerse en un solo trabajo o escuela y tienen conflictos con la sociedad en general pues la impulsividad aumenta la probabilidad de comportamientos antisociales, delictivos o criminales.
¿Qué se necesita para tener autocontrol?
Para tener autocontrol se debe tener una autoestima positiva, quiérete a ti mismo, recuerda que para poder amar a los demás debes primero amarte tu.
Controla tus nervios, respira y relájate para aclarar tu mente.
Debes además controlar tu actitud, es decir que no tienes que estar bien en todo momento o en situaciones incomodas, pero si es importante aprender a tener una actitud que este en equilibrio para ser firmes con nuestras convicciones.
Ten siempre en mente que los errores que cometes son medios de aprendizaje muy valiosos para seguir creciendo.
Controla tus emociones, analizando día a día como reaccionas ante diferentes situaciones, refuerza lo que te haga sentir bien y ve eliminando poco a poco emociones que te causen intranquilidad.
Por ejemplo; un día te das cuenta que le gritaste a una persona a quien amas y la hiciste sentir muy mal; trata de descubrir que fue lo que te hizo actuar así, y que podrías hacer para cambiar esa conducta.
Se paciente y persistente, medita las situaciones y actúa en consecuencia; cuando logres eso, podrás distinguir entre lo mas importante (lo que perdurará y lo que no es tan relevante (lo pasajero).
Es importante señalar que controlar las emociones no quiere decir que las tengamos que suprimir, debemos comprender las situaciones para poder transformarlas en nuestro beneficio.
El autocontrol no es solo estar bien cuando todo va mal, incluye ser congruentes con nuestra actitud, es decir no se trata de dejarse influenciar y quedarse callado ante algo que nos incomoda, sino en mantener el equilibrio y armonía para conservar nuestra personalidad y hacer con paso firme lo que nos agrada.
Cuando te encuentres ante alguna situación que te provoque enojo con otra persona hazle saber que prefieres alejarte un poco para meditar la situación, si algo te molesta exprésalo tranquilo y con argumentos que expresen tu sentir no te quedes callado, trata de relajarte y ponerte en el lugar del otro, te darás cuenta que cada quien tiene su punto de vista y esto facilitará una buena charla.
Recuerda que el verdadero problema no es sobre quien está implicado, sino la manera en que tu respondes a la situación.
¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!
Comentarios