Tener una pareja adecuada a nuestras necesidades, capacidades, expectativas y deseos no es fácil, y elegir mal tiene consecuencias dolorosas. Hay ingenuas que buscan una pareja que satisfaga todas sus necesidades; se fijan en el nivel social y educativo de su compañero, en los valores familiares o en la complementariedad de roles. Muchas parejas se establecen movidas por necesidades de protección-dependencia, dominación-sumisión, realización-asociación, en las que un miembro de la pareja otorga posición y el otro apoya nulificándose, este último rol les ha tocado históricamente a las mujeres.
Se busca una pareja por muchas razones: para lograr seguridad, para llenar un vacío interior, salir del hogar paterno (también les ocurre a los hombres), o para ganar prestigio. Cowanm[1], menciona las siguientes motivaciones para asociarse en pareja. El anhelo de fusión: es muy primitivo y nace del miedo a la soledad. La búsqueda de valoración: generada por la necesidad de elevar la autoestima. Para sentirnos vivos y entusiasmarnos por nuevas energías.
Hombres y mujeres aportamos a la pareja cualidades y defectos, las vivencias infantiles, lo que aprendimos en nuestro medio familiar y sociocultural. La pareja evoluciona con el tiempo de la misma manera que sus integrantes, lo ideal es que esta evolución ocurra coordinadamente y no conduzca a una separación por incompatibilidad de intereses. Nadie duda que para construir y sostener el vínculo se requiera de un esfuerzo cotidiano. El papel de la pareja y de la familia en la sociedad ha cambiado en los últimos doscientos años, la familia pasó de ser una unidad de producción a ser una unidad de consumo, en la que cada miembro obtiene ingresos y se comparten gastos y bienes de consumo: comida, vivienda, etc. Actualmente el objetivo de incorporarse a una pareja es lograr la felicidad y recibir un trato análogo. Para ello se intercambian conductas y comparten una serie de bienes y de actividades, menciono algunas a continuación:
El cuerpo: las relaciones sexuales generalmente se plantean en forma exclusiva. Se ha observado que cuando se da fuera de la pareja se pone en riesgo su continuidad. Aunque haya casos de matrimonios abiertos.
Los bienes económicos: Generalmente se tiene una vivienda en común, aunque cada ves sea más frecuente que las parejas vivan en casas diferentes y lleven vida en común los fines de semana, o en vacaciones. Es como una forma de noviazgo eterno
La paternidad/maternidad: La procreación ha sido uno de los motivos que llevan a constituir una pareja estable, pero cada día hay más hijos nacidos de mujeres que deciden tenerlos sin establecer una pareja estable. Esto sucede frecuentemente en Islandia, Suecia y Noruega. En nuestro país hay un 30% de hogares en esas condiciones y el número de madres solteras sigue creciendo, aunque no todas lo sean por una decisión personal.
Desde que las mujeres ganan dinero han aumentado los divorcios solicitados por ellas. Si alguna vez el matrimonio fue una forma de seguridad económica, ha dejado de serlo. Hasta hace poco tiempo las parejas estaban constituidas por un hombre y una mujer que decidían apoyarse mutuamente en la salud y la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza, en la alegría y en la tristeza, hasta que la muerte los separase. Tenía como objeto la formación de una familia y se firmaba el contrato matrimonial. Actualmente el concepto de pareja se ha vuelto más amplio, pero en cualquiera de sus formas se mantiene la idea de compromiso.
Las que no tienen pareja se van a poner contentas con la noticia que difundió la BBC de Londres el 9 de julio de este año: las solteras de Japón encontraron la pareja perfecta para no dormir solas, es cómoda para el apapacho, pero además no les exige y no ronca. El cojín del brazo de Novio, en forma del torso de un hombre con un buen brazo, está a la venta desde Diciembre del 2006 y ha tenido mil compradoras. Una de ellas explicó: Me relaja, puedo acurrucarme en el brazo y sentir algo cálido a mi lado. El cojín sólo se puede conseguir en Japón, cuesta unos 8 mil Yenes, equivalente a $80 dólares y puede elegirse en azul, rosa o verde. Una mujer recientemente separada de su esposo, agregó que el cojín tiene muchas ventajas. Me abraza sin cesar y me parece fantástico porque no me traiciona.
Patricia Rodríguez Saravia
[1] Cowanm C. Las mujeres que los hombres aman, las mujeres que los hombres abandonan. Buenos Aires, Argentina; Ed. Vergara; 1988.
Comentarios
Me alegra. Gracias.
Así es , Fíjate que me gustado sus Crónicas, me han servido bien en estas fechas.
Veo que te has puesto la tarea de revisar lo que he subido al blog. Gracias por el interés que me otorgas. Es más de lo que alguna vez pude esperar.
Un Hombre del Siglo XX!
Gracias Elizabeth y Ana Elena, las cosas pueden mejorar, estamos en procesos de cambio, Recuerden la ley del péndulo. No nos dejemos engañar por los que pretenden usar nuestras energías.
saludos
Ya les respondí a las 2