Las relaciones perfectas sólo existen en los cuentos de hadas, los cuales recurren a un truco: mostrar el principio de la relación, nunca el final: se casaron y fueron felices para siempre. Sin embargo, nunca hemos sabido cómo le fue a Cenicienta, a Blanca Nieves o a la Bella Durmiente con su respectivo príncipe después de que se besaron.En los cuentos de hadas Cenicienta trabaja incansablemente sin obtener recompensa alguna, es explotada y hasta humillada. ¿Quién la salva y la hace feliz? Un príncipe. Blanca Nieves es envenenada con una manzana ofrecida por una mujer envidiosa de su belleza. ¿Quién la vuelve a la vida? Un caballero, un hombre con caballo, con poder. Parecido le sucede a la Bella Durmiente y a otros personajes femeninos de la literatura infantil.Los cuentos de hadas, las canciones, la poesía, el cine, etcétera, están cargados de signos y símbolos que se instalan en el alma de los niños y de las niñas, sembrando en unos y otras, las expectativas que posteriormente tendrán acerca del hombre y de la mujer ideal.Afortunadamente, en la actualidad se empiezan a escribir nuevas historias: Mulán es admirada por un guerrero gracias a su valentía e inteligencia combinada con su hermosura; Fiona es atractiva por su sencillez, calidez y alegría, no por su belleza física, la cual finalmente se encuentra debajo de ese cuerpo grotesco (bonita manera de recordarnos que la belleza que perdura está en el interior).Hoy coexisten los cuentos tradicionales que describen a personajes atrapados en roles rígidos y estereotipados, con películas y cuentos nuevos que contienen personajes con roles flexibles, equitativos y sin jerarquías. Lo mismo sucede con las identidades de hombres y mujeres de nuestra época: están en crisis, ambos se debaten entre el machismo y la liberación.Actualmente los hombres están buscando una compañera que sea incondicional, hábil en lo doméstico al mismo tiempo que sensual, prácticamente, una Cenicienta sexy. Las mujeres están buscando un hombre cuyo talento no sea únicamente el de besar como sucede con los príncipes azules de los cuentos.Ellos siguen creyendo en los cuentos tradicionales, ellas casi no. Ellas se están dando cuenta que los príncipes azules se destiñen fácilmente, que son apariencia, que están incompletos y no son poderosos por mérito propio sino una extensión de su padre, el rey. Da la impresión de que ellos no se han dado cuenta que cargar con una Bella Durmiente que se instala en la dependencia infantil y en la necesidad de protección eterna, inevitablemente lleva al cansancio, al hastío, al aburrimiento (aunque sea bella la compañera).No existen relaciones perfectas. La perfección es característica de Dios y de los personajes de cuentos de hadas. La imperfección es de los humanos, es la que le pone la sal y pimienta a la vida, la que le pone besos, cebolla y pan a las relaciones de pareja.No se trata pues, de que el otro sea perfecto(a), se trata de que sea compatible contigo y que te ame, es decir, que decida aceptarte como un legítimo otro(a) en la convivencia diaria.Felices para siempre no es posible. Intentarlo siempre, sí. Con una persona celosa, controladora y dominante, no. Con una que respeta la individualidad y la libertad, sí.Gaudi Rodríguez Juárez / gaudirj@hotmail.com
Coincido contigo: a las niñas nos vendieron la idea de los cuentos de hadas y de ahí que ahora, muchasnos aferramos a la mentira que vivimos en nuestro matrimonio. En mi caso, tuve un hogar tradicional de mamá en casa y papá proveedor. Fuí educada con ese patrón pero mi carrera profesional me dieron otro enfoque de mujer independiente, sin embargo, ambas características convergen en mí. Realmente, nadie somos perfectos, pero hay cualidades y virtudes que destacan nuestras personalidades. El problema inicia cuando crees lo que te dice tu esposo acerca de su fidelidad inquebrantable para descubrir que no es así. El príncipempieza a convertirse en sapo y eso es,desgraciadamente, pan de todos los días hasta que lo vive uno misma. Por qué no salir inmediatamente de esa relación y no quedarte tratando de entenderlo o justificarlo? Precisamente porque nos criamos en un esquema ¨color rosa¨en donde los problemas y sinsabores de la vida, se pueden curar con amor jajajajajajaja....nada más alejado de la realidad que eso..pues las mujeres no somos ni psicólgas, ni médicos ni madres de nuestros esposos y debemos tener DIGNIDAD, pero sobre todo ser REALISTAS y darnos cuenta de una vez, que los cuentos de hadas no existen, no como nos lo contaron. Lo que existe es la imperiosa necesidad de ser personas emocionalmente sanas y autosuficientes para luego atraer a la pareja similar...y juntos CREAR, CONSTRUIR Y CRECER individualmente y como pareja. Ya basta de escuchar canciones románticas en donde te tiras a la tristeza y supllicas por el regreso de aquel o aquella que, pese al daño que nos causó, exrañamos!!! Necesitamos querernos más y aceptar que la realidad es otra, y es ahora.
si es cierto lo k dices, somos seres humanos no somos perfectos, al contrario tenenmos k aprender a sobrellevar una relacion apesar de todos los obstaculos k se presenten.
Comentarios