¿En qué momento el amor se convierte en dolor? ¿Cuándo deja de ser un sueño maravilloso para convertirse en pesadilla? ¿En qué momento el ser maravilloso del que me enamoré se convierte en un cobarde y abusivo ser humano?
Y la pregunta más importante ¿En qué momento lo permití?
Nadie puede dañarte si tú no se lo permites, estoy de acuerdo. Esta es una verdad irrefutable, sin embargo el abuso se va colando como la humedad. No te das cuenta porque es muy sutil. Puede empezar con una palmada, un empujón, una bofetada, y un buen día te das cuenta que la relación está invadida de insultos, maltratos y una absoluta falta de respeto.
Frases tiernas que van desde: “Ay tontita, tú que vas a saber”, “Para qué opinas si no sabes nada”, “Te celo porque te amo”, “Mas te vale que me contestes cuando te hablo”, etc., hasta amenazas literales como “Si no eres mía no eres de nadie”, “Te pego porque te amo”, “Si yo no te pelo nadie te va a hacer caso”, y podemos seguir con una enorme lista de mensajes que van minando nuestra Autoestima y debilitando el poco amor propio que teníamos al principio de la relación. Porque es importante aclarar que si nosotros aceptamos a una pareja así es porque no nos queremos nadita.
El AMOR verdadero o AMOR con mayúsculas es un intercambio. Es una energía que al entregarse es enriquecida con la energía del otro y se regresa con la misma calidad para fortalecer la relación. Ese mal consejo de que hay que dar sin esperar recibir a cambio no se aplica a las relaciones personales. Si das y nunca recibes te conviertes en mártir, en víctima y eso no es justo. Y si pides y pides y no das a cambio eres un miserable y tampoco es justo.
EL AMOR con mayúsculas es para crecer, para evolucionar. Es para convertirte en mejor persona a partir de la relación con el otro. Es conectar las almas desde un plano superior de conciencia.
Lastimar, herir y humillar son necesidades de un cobarde que no se ama a sí mismo. Y si no se ama a si mismo ¿cómo va a poder amar al otro? Nadie da lo que no tiene y si esa persona no respeta a los demás por supuesto no se respeta a sí mismo.
Sin embargo en este tipo de relaciones no hay un solo culpable, no hay víctima y victimario; sólo hay cómplices. Aguantar el maltrato habla de una carencia y una necesidad de ser aceptado y reconocido, aunque sea a golpes.
Olvidemos la romántica metáfora de la “media naranja”. Buscar a tu otra mitad es aceptar de antemano que estamos incompletos. Todos los seres humanos debemos trabajar con nuestra propia personalidad e individualidad para lograr ser seres COMPLETOS, PLENOS, REALIZADOS. Y después encontrar a otro ser parecido con el cual nos COMPARTAMOS y la experiencia sea enriquecedora. Que si terminan se pueden encontrar en la calle sin resentimientos.
Si te duele…. NO ES AMOR.
Comentarios
Espero que en el diario vivir, pongamos de parte para que esta autoestima vaya en progreso, porque existen relaciones que dan dolor, y que no importan cuanto te humillen, y solo reciben migajas, eso no esta bien, si no podemos tener, no lo podemos y punto, la soledad también es una hermosa compañera, cuando se logra dominio propio